Fuente: Hispan Tv
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, salió más fortalecido de su participación en la VI cumbre de Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
A pesar de las más de 400 sanciones que recaen sobre Venezuela, a pesar de los 2 intentos de magnicidios contra el Presidente Nicolás Maduro, a pesar de la formación del Grupo de Lima para derrocar al Gobierno Constitucional de Venezuela, a pesar de los intentos de Golpe de Estado, de desestabilización y violencia, y a pesar de las predicciones de los planificadores de todo lo anterior, allá en México, en la cumbre de CELAC, se encontraba el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, más fortalecido y con un discurso que sorprendió a todos los presentes y no presentes.
No es para menos, luego de tanta agresión desplegada por el eje neoliberal contra la solidaria Venezuela, acudir a una Cumbre como la CELAC para reclamar por las incesantes agresiones recibidas era de esperarse. Sin embargo, ocurrió algo muy distinto, Venezuela, a través de su presidente Maduro, se mantuvo por encima de todo ello, como un verdadero líder regional, con absoluta sinceridad y madurez llamó a la reflexión a todos los miembros de la CELAC, expresando: “No debemos ideologizar las políticas internacionales, la política exterior debe estar al servicio del Derecho Internacional, de los grandes intereses de la humanidad y de la Región. Debemos pasar la página del divisionismo que se insertó en la América latina, de acoso a la Revolución Bolivariana, y a la cubana y nicaragüense. La división no es el camino”… “Venezuela tiene mucho que reclamar, pero queremos más bien tender la mano para el trabajo, para el diálogo y la unión en los grandes aconteceres”.
El mensaje del presidente Nicolás Maduro fue una lección para toda la región y el mundo, la lección de un líder que traspasa sus fronteras y mantiene posiciones de principio de unión tal como el Comandante Hugo Chávez. Chávez durante la constitución de la CELAC resaltó que en el organismo debería existír una “unidad dentro de la diversidad”, respetar esa realidad en cada pueblo era imprescindible y llamaba a todos los miembros al respeto, la buena convivencia, la no injerencia en los asuntos internos, la unión y complementación entre los pueblos; principios que se han mantenido intactos con Nicolás Maduro.
La VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños realizada en México, que reunió a 33 países de Latinoamérica y el Caribe ratificó tal afirmación, de nuevo, luego de 5 años de paralizada, la CELAC vuelve a tomar vida y concluye con 44 resoluciones que prometen un fortalecimiento y avance regional.
Ello ocurre luego del intento del relanzamiento de la Doctrina Monroe por parte de Estados Unidos junto a países aliados, quienes intentaron poner fin a los grandes pasos en la integración regional con la CELAC, la Unasur y el Mercosur, incluso, luego de paralizada la CELAC, por 5 años, se intentó generar una ola de renuncias de países, partiendo con el retiro anunciado por el Gobierno del ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro. Sin embargo, tal anuncio no logró impacto deseado y Brasil más bien ha quedado aislado.
Hace poco escribíamos del esperanzador escenario regional, con el resurgimiento de líderes progresistas y donde Venezuela, Cuba y Nicaragua vuelven a estar acompañadas con la llegada al poder de los gobiernos de México, Argentina, Bolivia, Perú, y con un panorama regional que se vislumbra alentador en Brasil, Chile y Colombia. Por supuesto, la victoria no es definitiva, pero lo sucedido en la Cumbre de la CELAC es el reflejo más cercano del resurgimiento de la doctrina bolivarianista en la Patria Grande, de la vuelta de una Venezuela fortalecida y del fracaso de Estados Unidos en sus planes de división regional.
Sin duda, la Cumbre de la CELAC y la presencia del Presidente Nicolás Maduro fueron una lección para quienes apostaron por la división y el fracaso regional.
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