Por: Cristian González Farfán
La mayoría de las organizaciones apoyan a Boric, aunque varias afirman que permanecerán «vigilantes» de su eventual gobierno. Con Kast, prevén, en cambio, una regresión autoritaria en todos los planos.
Los resultados de la primera vuelta presidencial en Chile agitaron las aguas del movimiento social, que se expresó con fuerza en las calles durante la revuelta popular y los años que la antecedieron. El triunfo parcial de la alternativa de ultraderecha, liderada por José Antonio Kast, obligó a las organizaciones de base que pugnan por los derechos sociales a autoconvocarse y tomar posición para el histórico balotaje de este domingo: el grueso de ellas llamó a votar por el candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric.
«Esto refleja la madurez política que ha adquirido el movimiento social, es algo que no se veía desde hace muchos años. Nosotras sostenemos las críticas al pacto Apruebo Dignidad, pero eso no está en contradicción con llamar a votar por aquella alternativa que nos permite seguir en la recuperación y construcción de nuestros derechos. Nuestra decisión es de una coherencia política que trasciende a la figura de Boric. Todas las formas de lucha son válidas y salir a votar este domingo es salir a luchar», dice Pamela Valenzuela, vocera de la Coordinadora Feminista 8M.
Similar huella sigue el Colegio de Profesores, organización que también anunció su respaldo a Boric, «ante la amenaza que representa la extrema derecha en Chile», asegura Carlos Díaz, presidente nacional de dicha organización gremial. Díaz tampoco ve un contrasentido en la preferencia por el candidato de Apruebo Dignidad, ya que «representa los anhelos de un mundo mejor y, en particular, las demandas de las y los profesores de Chile: se hace cargo de la deuda histórica, se compromete a fortalecer la educación pública, a hacer una evaluación docente formativa y no punitiva, terminando con el agobio laboral».
Dentro de las comunidades educativas, y tras una asamblea ampliada, también la Confederación de Estudiantes de Chile, que nuclea a las principales federaciones estudiantiles universitarias del ámbito nacional, anunció su adhesión a la candidatura de Boric. No lo hizo así, sin embargo, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, que en su último comunicado dijo tener «diferencias irreconciliables con el proyecto de Apruebo Dignidad», ya que sus «posiciones tibias u omisiones» no han ayudado «en la lucha contra la ultraderecha», aunque sí llamó a movilizarse y a frenar por todos los medios un eventual triunfo de Kast.
Otra de las demandas más sentidas del pueblo chileno alude a las pensiones. En ese sentido, la Coordinadora Nacional No Más AFP se cuadró con Boric, en atención a que el programa de ese candidato recoge buena parte de las «demandas por mejores pensiones, además de terminar con las AFP [Administradoras de Fondos de Pensiones] y generar las condiciones de diálogo necesarias», comenta Sandra Marín, vocera nacional de la coordinadora. Frente a la alternativa de Kast, agrega la dirigenta, «estaríamos, incluso, ante un peor escenario que con Sebastián Piñera, ya que no habrá ninguna posibilidad de diálogo y estamos expuestos a la persecución en tanto dirigentes sociales».
También la Central Unitaria de Trabajadores llamó a votar por el candidato de Apruebo Dignidad. Este jueves, dirigentes de la organización hicieron un banderazo por Boric frente al Palacio de La Moneda, donde su presidenta, Silvia Silva, afirmó a la prensa: «No da lo mismo quién gobierne. Nos quedan pocas horas. Y llamamos, con fuerza y convicción, a que este domingo los trabajadores y trabajadoras de Chile concurran masivamente a las urnas a votar por el candidato Boric».
Atentos y vigilantes
Si bien desde los movimientos sociales cerraron filas en su respaldo, eso no significa que serán meros espectadores ante un eventual gobierno del candidato de Apruebo Dignidad. Las organizaciones, desde sus respectivas autonomías, anuncian que adoptarán una posición «atenta y vigilante», de manera que el dirigente oriundo de Punta Arenas, en el extremo sur de Chile, cumpla las promesas de su programa.
«Ante el discurso de Kast, que instala una doctrina del odio y exacerba el capitalismo patriarcal y el neoliberalismo, nuestro llamado a votar por Boric nos permite continuar ensanchando el camino a través de la movilización y desde una posición de autonomía e independencia: perseguir nuestros derechos sociales y reproductivos, una educación no sexista, el aborto libre. Con Kast, nuestra movilización será solo desde una posición de resistencia y de lucha por la vida. Con Boric, en cambio, es una oportunidad para seguir corriendo el cerco», añade Valenzuela.
Desde el Colegio de Profesores, Díaz cree que el llamado a votar por Boric «no significa un cheque en blanco ni una incondicionalidad» ante su eventual llegada al Palacio de La Moneda. «Apoyaremos los procesos de cambio, pero no perderemos de vista que como organización gremial nos debemos a las y los profesores de Chile, que nuestras reivindicaciones educativas siguen vigentes. Si bien sabemos que Gabriel es lo que Chile necesita, al mismo tiempo estaremos muy atentos y vigilantes a que él cumpla su programa de gobierno en torno a la educación», agrega.
Desde la Coordinadora Nacional No Más AFP, en tanto, revelan cierta preocupación respecto del último debate entre ambos candidatos, en el que Boric adoptó un discurso más vacilante en su intención de eliminar las AFP. No obstante, Marín confía en que la capacidad de diálogo de un gobierno de Apruebo Dignidad permitirá acercar posturas y plantear un nuevo sistema de pensiones con tres principios: tripartito, universal y solidario, distinto al formulado por Boric. «Siempre nos hemos declarado, como organizaciones, vigilantes a los procesos, y esta es una lucha contra el sistema y a favor de recuperar valores como la solidaridad», explica.
Sin perjuicio de lo anterior, las y los representantes de los movimientos sociales aducen que el apoyo a Boric responde, antes que nada, a que su potencial asunción a la primera magistratura garantiza la continuidad del proceso constituyente, mientras que la opción de Kast representa el camino contrario. «Para nosotros, este punto fue clave en la asamblea abierta que tuvimos luego de la primera vuelta presidencial. Gran parte de la decisión de apoyar a Boric fue defender el proceso constituyente. Y no solo eso: también disputar los contenidos de la nueva Constitución, que sea una Constitución feminista, paritaria, en la que estén involucrados los movimientos sociales y la revuelta», afirma Valenzuela.
Para Díaz y Marín, la posible llegada de Kast al poder encarna una amenaza real al trabajo de la Convención Constitucional. «Uno de los temas relevantes de la decisión tomada es el cuidado y la protección del proceso constituyente. Ese proceso representa al Chile que despertó, al Chile que todos y todas soñamos, y que da garantías de cambios estructurales. Queremos que llegue a su fin sin ningún tipo de alteración y Kast es una amenaza muy grande», dice el vocero del sindicato docente.
En la Coordinadora Nacional No Más AFP van, incluso, algunos pasos más allá. Junto con sostener que Boric es la única candidatura que asegura la prosperidad del proceso constituyente, en el seno de la organización levantaron una iniciativa popular referida a las pensiones, sujeta a patrocinios de diferentes regiones del país, que podría ingresar a discusión en el pleno de la Convención. «En ese proceso tenemos la esperanza, ahí están todas las fichas puestas para que la nueva Constitución garantice derechos», asegura Marín.
En el fondo, plantea Valenzuela, la opción de Boric permitiría «recuperar la agencia política de los pueblos y reconocernos en todas las identidades que nos configuran». Por el contrario, la vocera feminista cree que la alternativa de Kast «es un cierre autoritario a un proceso que quiere transformarlo todo y que busca sacar al neoliberalismo del país. Es una opción que no conoce el ciclo de las aguas, niega el cambio climático, promete más forestales y salmoneras, rechaza las disidencias, no valora nuestros bienes comunes, emplaza a los migrantes como un enemigo y está dispuesto hasta a construir zanjas para impedir el derecho a migrar».
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