Convocados por la Conaie, los aborígenes mantenían caminos bloqueados con neumáticos en llamas y barricadas levantadas con tierra, piedras y árboles en al menos siete de las 24 provincias ecuatorianas, incluida la andina Pichincha cuya capital es Quito, de acuerdo con el servicio estatal de seguridad. “Es nuestra manifestación contundente hasta que el gobierno escuche. Hemos visto que las políticas de Guillermo Lasso una vez más nos han afectado“, declaró Manuel Cocha, de la organización de indígenas y campesinos de la población andina de Poaló, al sur de la capital ecuatoriana.

                                                                                                 

En otro de los bloqueos ubicado en El Chasqui, en la provincia de Cotopaxi, apareció el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, para rechazar la apertura al diálogo ofrecida por el gobierno y criticar las declaraciones del ministro del Interior, Patricio Carrillo, quien el sábado había anticipado “una semana de carreteras y pozos petroleros bloqueados, saqueos, secuestros de policías y militares”.

Iza recordó que este paro indefinido fue convocado tras cumplirse el primer año de Lasso al mando de Ecuador y sin que dieran frutos los distintos momentos en los que el gobierno y la Conaie se han sentado en una mesa a conversar. El líder indígena reiteró el carácter pacífico de la movilización al asegurar: “Aquí nadie ha salido a hacer vandalismo, aquí se ha salido a luchar sobre la violencia y el vandalismo económico que ustedes han impuesto”.

Lasso, quien asumió la presidencia hace un año, advirtió el domingo que no permitirá el bloqueo de rutas ni la toma de pozos petroleros, ubicados en la selva amazónica y donde también se registran manifestaciones, para evitar afectar la reactivación de la economía, golpeada por la pandemia de covid-19. El lunes, el mandatario señaló en su cuenta de Twitter: “El trabajo reactiva la economía y nosotros no podemos parar. Juntos sacamos al Ecuador adelante. No vamos a permitir que se paralice el país”.

Entre los principales reclamos de la Conaie está la suba del costo de vida, especialmente de los precios de los combustibles, justo en una semana donde el precio referencia de la nafta súper de 92 octanos está en los 4,80 dólares. También reclaman rebajas en los precios del diesel y de la gasolina extra de 85 octanos, congelados en 1,90 y 2,55 dólares por galón, respectivamente.

A su vez, la Conaie exige moratorias de deudas, precios justos en los productos del campo como arroz, banana y leche, una moratoria que frene “la ampliación de la frontera extractiva minera y petrolera” y una “auditoría y reparación ambiental por los impactos socioambientales”. Junto a ello, demandan que se respeten derechos colectivos como los de educación intercultural bilingüe, justicia indígena, consulta libre, previa e informada, y que no se privaticen sectores estratégicos.