YOSSI GURVITZ
Un palestino es atacado por un conocido colono y la policía detiene al palestino, pero no al colono… porque es Sabbat.
A principios de febrero, “I.”, un residente de Tel Rumeida, estaba sentado en el patio de su casa con unos amigos. Era viernes, el sol se estaba poniendo. “I.” estaba sentado de espaldas a un camino que utilizan los colonos. “B”, un famoso colono con un larga historial de detenciones y condenas, pasaba por allí. “B.” iba acompañado de unos cuantos colonos e “I.” lo vio
Tal y como más tarde contó a la policía, “I.” pensó que “B.” pasaría por su terreno a echar unas cuantas maldiciones, como lo hacía siempre, y “seguiría su camino”. Así es la vida en la ocupada Hebrón (Al Khalil). Pero esta vez no fue como siempre. “B” entró en el patio de “I.” mientras los colonos que le acompañan se quedaban fuera. “I.” le dijo que se fuera y como respuesta recibió un puñetazo en la cara y varios golpes más.
“I.” se abstuvo de responder de la misma forma al atacante: “Aunque sé que por Ley puedo defenderme de un agresor que se introduce en mi jardín”, como dijo más tarde. “No quise enzarzarme en la pelea porque sabía que “B.” lo utilizaría contra mí”. “I.”logró expulsar a “B” de su patio y llamó a gritos al soldado del puesto más cercano.
Como el soldado tardaba en llegar, algunos de los colonos comenzaron a arrojar piedras a “I.” y sus amigos. Por supuesto, sabían, que no había ninguna posibilidad de que fueran acusados por intento de homicidio. Arrojaron piedras contra los palestinos a la vista del soldado conscientes de que este leal servidor de la ley no haría nada. Al fin y al cabo, ellos son judíos. Como el altercado iba in crescendo “I.” llamó a la policía y denunció que les estaban arrojando piedras.
Como pudo ver el soldado, “B” le daba patadas a “I.” mientras decía al soldado: “¿Lo ves? Me está dando patadas”. Naturalmente, “el soldado detuvo a “I.” Mientras “B” y su pandilla se escabullían. Lo detuvo bajo la acusación de arrojar piedras.. Cuando “I.” insistió ante el policía que realizaba el informe del altercado que también deben ser detenidos “B” y los colonos, éste, encogiéndose de hombros, le respondió: “Ya sabes, hoy es Sabbat ’”, “no podemos detener a “B” y a los otros colonos “.
En cualquier caso, este incidente terminó relativamente bien. “I.” fue interrogado bajo sospecha de haber atacado “B”. Éste, hay que recordarlo, no se molestó en presentar cargos pero se paseó por los alrededores, diciendo al investigador que sus amigos grabaron el incidente en vídeo. Al examinar el vídeo, el policía dejó en libertad bajo fianza a “I.” aunque le dijo que no le daría el número de la denuncia.
Lo más grave está en estas palabras: “Ya sabes, hoy es Sabbat, no podemos tener a “B” y a los otros colonos”. Tal y como suena; como una fuerza derrotada que es incapaz de actuar. En Israel, la policía trabaja los sábados. Si un conocido delincuente de Haifa hubiera atacado a un hombre y después hubiera huido, es difícil creer que la policía dijera “bueno, es sábado, no podemos detenerle.” Pero en este caso se trataba de enfrentarse a “B.” en su propio terreno, y la policía sabe que está en territorio hostil, que esa detención puede causarle graves trastornos. Y, ¿quién se va a crear problemas por el bien de un palestino que, a fin de cuentas no fue más que asaltado y apedreado en su propio patio? La policía sabe que son los colonos quienes establecen la ley en Hebrón y Kiryat Arba, y que ellos sólo están allí para hacer el paripé de que el “Estado de Derecho” existe.
La policía lo sabe y la opinión pública israelí prefiere permanecer tranquila ignorándolo.
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