Por: Fiona Harvey
El informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (sigla en inglés: IPCC) dice que únicamente una acción rápida y drástica permite evitar un daño irreversible al planeta. Las científicas y científicos han presentado un “último aviso” sobre la crisis climática, dado que el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero está llevando al mundo al borde de causar un daño irreversible, que únicamente una acción rápida y drástica permitirá evitar.
El IPCC, formado por lo más granado de la ciencia climatológica del mundo, publicó el lunes la parte final de su descomunal Sexto Informe de Evaluación (aquí). El amplio compendio de conocimientos humanos sobre la crisis climática es obra de cientos de expertas y expertos, que han dedicado ocho años a compilar este informe de miles de páginas y que ahora resumen en un mensaje: o actuamos ahora o será demasiado tarde.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, declaró: “Este informe es un llamamiento alto y claro a acelerar masivamente los esfuerzos climáticos en cada país, en cada sector y en cada marco temporal. Nuestro mundo necesita la acción climática en todos los frentes: con todo, en todas partes y todos a una.”
En un lenguaje sobrio, el IPCC expone la devastación que ya han sufrido algunas zonas del mundo. Fenómenos meteorológicos extremos provocados por la disrupción del clima han causado un mayor número de muertes debido a la intensificación de las olas de calor en todas las regiones, la destrucción de millones de vidas y hogares segadas por sequías e inundaciones, hambrunas que afectan a millones de personas y “crecientes daños irreversibles en ecosistemas vitales”.
El capítulo final, publicado el lunes y titulado Informe de Síntesis, será casi con certeza la última de estas evaluaciones cuando el mundo todavía tiene la posibilidad de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ºC por encima de los niveles preindustriales, el umbral a partir del cual los daños causados al clima se tornarán rápidamente irreversibles.
Kaisa Kosonen, climatóloga experta en Greenpeace International, declaró: “Este informe constituye definitivamente un último aviso con respecto a los 1,5 ºC. Si los gobiernos mantienen sus políticas actuales, la cuota de carbono que queda se habrá agotado antes del siguiente informe del IPCC [previsto para 2030].”
Más de 3.000 millones de personas ya viven en zonas que son “muy vulnerables” a la disrupción climática, ha calculado el IPCC, y la mitad de la población mundial sufre actualmente una grave escasez de agua durante por lo menos una parte del año. En muchas zonas, avisa el informe, ya estamos llegando al límite hasta el que podemos adaptarnos a cambios tan graves, y los fenómenos meteorológicos extremos provocan cada vez más el “desplazamiento” de personas en África, Asia, América del Norte, Central y del Sur, y en el sur del Pacífico.
Todos estos impactos están abocados a aumentar rápidamente, pues no hemos conseguido revertir la tendencia bicentenaria de incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero, a pesar de las advertencias emitidas desde hace más de 30 años por el IPCC, que publicó su primer informe en 1990. El planeta se calienta debido a la acumulación de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera, de manera que cada año en que prosiguen las emisiones se reduce la “cuota de carbono” disponible y supone que en los próximos años habrá que aplicar recortes mucho más drásticos.
No obstante, según el informe todavía quedan esperanzas de no superar el umbral de 1,5 ºC. Hoesung Lee, el presidente del IPCC, declaró: “Este informe de síntesis subraya la urgencia de tomar medidas más ambiciosas y demuestra que si actuamos ya, todavía podemos asegurar un futuro sostenible y vivible en el futuro para todo el mundo.”
Las temperaturas se sitúan actualmente alrededor de 1,1 ºC por encima de los niveles preindustriales, dice el IPCC. Si se consigue frenar el aumento de las emisiones lo antes posible y reducirlas rápidamente en los años siguientes, tal vez sea posible todavía evitar los peores estragos que provocaría un aumento por encima de los 1,5 ºC. Richard Allan, profesor de climatología en la Universidad de Reading, declaró: “Cada pizca de calentamiento que se evite mediante acciones colectivas dentro de la panoplia de opciones cada vez más amplias y efectivas fectivas de que disponemos es una noticia menos mala para las sociedades y los ecosistemas de los que todos y todas dependemos.”
Guterres instó a los gobiernos a emprender acciones drásticas a fin de reducir las emisiones invirtiendo en energía renovable y tecnología hipocarbónica. Dijo que los países ricos deben intentar alcanzar el cero neto de emisiones de gases de invernadero “lo más cerca posible de 2040”, en vez de esperar a la fecha límite de 2050 que la mayoría de ellos se han comprometido a cumplir. Declaró: “La bomba de relojería climática está en marcha. El informe de hoy es una guía práctica para desactivarla. Es una guía de supervivencia para la humanidad, pues demuestra que es posible no superar el límite de 1,5 ºC.”
John Kerry, enviado especial del presidente de EE UU para el clima, declaró: “El mensaje de hoy del IPCC es sumamente claro: estamos progresando, pero no lo suficiente. Tenemos las herramientas para mantener a raya y reducir el riesgo de los peores impactos de la crisis climática, pero hemos de aprovechar este momento para actuar ya.”
El Informe de Síntesis publicado el lunes es la última parte del Sexto Informe de Evaluación (AR6) del IPCC, un organismo creado en 1988 para investigar el clima y proporcionar una base científica para la política internacional en esta materia. Los tres primeros capítulos del AR6, publicado entre agosto de 2021 y abril de 2022, se centran en la ciencia física subyacente a la crisis climática y ya advierte de que es casi imposible evitar que se produzcan daños irreversibles; el capítulo 2 describe los impactos, como el menoscabo de la agricultura, el aumento de los niveles de los océanos y la devastación del mundo natural; y el tercero especifica los medios por los que podemos reducir las emisiones de gases de invernadero, como la energía renovable, el restablecimiento de la naturaleza y el uso de tecnologías de captura y almacenamiento de dióxido de carbono.
El Informe de Síntesis no contiene nuevos datos científicos, sino que recoge los mensajes clave de todos los trabajos anteriores para ofrecer una guía a los gobiernos. El siguiente informe del IPCC no se publicará antes de 2030, lo que convierte a este informe en referencia científica para asesorar a los gobiernos en esta década crucial.
La parte final del AR6 es el “resumen para responsables políticos”, redactado por científicos del IPCC, pero examinado por representantes de gobiernos de todo el mundo, que podían presionar ‒y de hecho lo hicieron‒ para que se introdujeran cambios. Según ha podido saber The Guardian, en las últimas horas de las deliberaciones celebradas en la localidad suiza de Interlaken durante el fin de semana, la nutrida delegación de Arabia Saudí, compuesta por al menos diez representantes, presionó en varios puntos para que se suavizaran los mensajes sobre los combustibles fósiles y se incluyeran referencias a la captura y almacenamiento de carbono, que algunos pregonan como remedio para seguir usando combustibles fósiles, pero cuya eficacia a gran escala aún no está demostrada.
En respuesta al informe, Peter Thorne, director del centro de investigación climática Icarus de la Universidad Maynooth (Irlanda), afirmó que el año que viene la temperatura mundial podría superar el límite de 1,5 ºC, aunque esto no significa que se haya superado el límite a largo plazo. “Alcanzaremos, casi independientemente del nivel de emisiones que se dé, los 1,5 ºC en la primera mitad de la próxima década”, afirmó. “La verdadera cuestión es si nuestras decisiones colectivas significan que nos estabilizaremos en torno a los 1,5 ºC o cruzaremos el umbral de los 1,5 ºC, alcanzaremos los 2 ºC y seguiremos avanzando.”
Texto original: The Guardian
Traducción: viento sur
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