Fuente: Insurgente.org
Santiago Contoricón, líder de la comunidad originaria asháninka en la región de Junín (sur), fue asesinado con cinco disparos por paramilitares. Considerado un sobreviviente de las masacres del Ejército en la lucha contra Sendero Luminoso, el activista y político se había vuelto un referente del combate a la tala ilegal y el narcotráfico en la zona del Vraem.
El líder de la comunidad asháninka —pueblo originario de la amazonía peruana— fue asesinado en la madrugada del sábado 8 de abril en su vivienda de la localidad de Puerto Ocopa, en la región de Junín (sur). De acuerdo a la investigación policial, el líder indígena recibió cinco disparos.
Sobre la figura de Contoricón recaen relatos de resistencia a la irrupción del Ejército y la conformación de Comités de Autodefensa de Puerto Ocopa, una zona relacionada a la producción y tráfico de cocaína controlada por grupos narcotraficantes apoyados por policía y gobiernos locales en la zona conocida como Vraem, la conjunción de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro.
Contoricón fue considerado un sobreviviente de las más de 400 víctimas del pueblo asháninka reconocidas por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), tras las diversas masacres perpetradas por el Ejército en su guerra contra cualquiera que sospecharan de pertenencia a Sendero Luminoso en la región de Junín.
Además de su actividad comunitaria, Contoricón también supo participar en política. Fue alcalde del distrito de Río Tambo (2003-2006), primer regidor en la Municipalidad Provincial de Satipo (2007-2010) y consejero regional por la provincia de Satipo en el Consejo Regional de Junín (2015-2018).
En la actualidad, se desempeñaba como un referente en la lucha contra la tala ilegal de bosque nativo y contra el narcotráfico en la región, en la cual fueron asesinados 59 líderes indígenas y defensores medioambientales entre 2012 y 2022.
Las autoridades indígenas de la zona destacan que el dirigente indígena y comunitario no contaba con un esquema de seguridad reforzada a pesar de su preponderante rol en la lucha contra agrupaciones clandestinas de tráfico de drogas que dominan la zona, dirigidas por empresarios y políticos. Según el diario La República, sobre esos grupos se ciernen las mayores sospechas, dado que ya habían amenazado al dirigente con mandarle a los paramilitares.
La Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP) exigió justicia por el asesinato del líder asháninka.»Condenamos este acto cruel y exigimos a los poderes del Estado que se investiguen las causas, se identifique a los autores materiales e intelectuales del asesinato del hermano asháninka y que no se quede en comisiones o palabras, sino que se haga justicia con celeridad», señalaron.
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