Por:Alberto Pinzón Sánchez
Un análisis de tan extensa y compleja pieza oratoria presidencial, demandaría varios artículos de fondo que rebasaría una breve acotación periodística general de contenido político que intento resumir en lo siguiente:
1- Son meritorias las menciones que hace el presidente de los conceptos liberales, tanto de la Libertad ( así se apoye en el nombre de Hegel y su dialéctica de la libertad y la necesidad) como de la Historia colombiana, un tanto “acomodada” de momento, a la necesidad presidencial de enfrentarse al espurio liderazgo o jefatura liberal y neoliberal del ex presidente Cesar OEA Gaviria, con el fin de presentarse como el sucesor de caudillos liberales como el general Melo, López Pumarejo, o Jorge Eliecer Gaitán y en su forma de apoyar sobre las masas populares sus reformas sociales “ordenadas”; en especial la de López Pumarejo en marcha, concluida con el magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948 y el espantoso baño de sangre y desposesión al que dio origen hasta hoy.
2- Es de resaltar, la mención del liderazgo del Libertador Simón Bolívar con lucha anticolonial, aunque no tenga nada que ver con el partido Liberal, así como el uso frecuente en la pieza oratoria de las categorías Gramsciana de Pueblo Trabajador y clase obrera consciente.
3- Debe tenerse muy en cuenta el análisis presidencial hecho de las contradicciones que subyacen en los proyectos de reformas: de la tierra, de la salud, de los fondos privados de pensiones, de la reforma laboral y, de la explicación “paradojal” de que si no se realizan tales reformas, las EPS y los fondos de pensiones irán a la quiebra irremediablemente. ¿Acaso son estas reformas una tabla de salvación financiera a los “banqueros” que unos minutos antes había criticado por su avaricia? .
4- La mención al sindicalismo cooptado y alienado o “alpargatocracia” como la llamaba, despectivamente, aquel otro jefe liberal alfil del renombrado presidente López Pumarejo, luego ex presidente colombiano y director de la OEA Lleras Camargo. Esto debe ser algo a considerar a la hora de los balances. También los llamados presidenciales a la toma de conciencia y organización sociales; al Poder Popular que se supone sea totalmente otro, muy diferente al engendro partidista del expresidente liberal Samper Pizano). Se debe destacar la consecuencia de decir que se irá “hasta donde el pueblo diga”.
5- En cambio, puede interpretarse como una presión amedrentadora sobre los legisladores remisos a aprobar el paquetazo reformista y sobre los empresarios y banqueros que pusieron en el parlamento a sus legisladores, la afirmación de que “el intento de coartar las reformas puede llevar a una revolución”, que muestra una visión idealista de un “proceso revolucionario”. Un proceso revolucionario no se da de la noche a la mañana causado por una jugarreta parlamentaria.
6- Por último, causa extrañeza que temas tan sensibles en la lucha política actual como el asunto de la paz total, o la relación histórica entre los pueblos hermanos (en Bolívar) de Colombia y Venezuela, no se hubieran tocado, o se hubieran pasado por alto.
Punto este que merece más de una aclaración, en especial el de la contradicción esencial entre Táctica y Estrategia en el proceso de la paz total adelantado por el gobierno, y que al día siguiente del discurso en comento, pusieron en público tanto el presidente desde Madrid España, como el comisionado de paz Danilo Rueda en el diario antioqueño El Colombiano, cuando en una entrevista cedida afirma lo contraria:
…”Periodistas: Otra duda, y grande, es que al escuchar el video que le manda Iván Mordisco al presidente Petro, electo todavía y por los primeros días de agosto, ahí dice que quieren a todo el campesinado, hombres y mujeres, participando de las decisiones: eso suena a una constituyente…
D.R: Es posible que eso digan, pero para este Gobierno es imposible llegar a una constituyente con la paz total. Desde este Gobierno, lo ha señalado claramente el Presidente,está la invitación al gran pacto nacional, que no necesariamente pasa por una asamblea constituyente, por un referéndum o por un plebiscito.
P: ¿La paz total no termina en una nueva Constitución?
DR: No, si vemos las condiciones objetivas, las constitucionales, las reales, no pasaría por ahí” (https://www.elcolombiano.com/colombia/danilo-rueda-de-petro-como-comisionado-de-paz-habla-de-paz-total-en-medellin-y-colombia-con-eln-farc-y-clan-del-golfo-AF21240716)
Tema corroborado por el presidente desde Madrid España, al afirmar ante la prensa internacional que “ante las dudas crecientes sobre un pedido de constituyente para tramitar las reformas, el presidente lo descartó. Señaló que considera la Constitución favorable a su proyecto por lo que no entiende los temores de que busque cambiarla. Expresó que sus reformas son solo de índole legal, por lo que de ninguna manera tiene pensado una asamblea que modifique la carta magna” https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/gustavo-petro-el-presidente-habla-desde-espana-764386
El 28 de abril pasado el reconocido analista político de izquierda crítica Horacio Duque Giraldo, escribió en el portal Rebelión.org, un artículo muy comentado y reproducido en otros portales titulado; “paz total con diálogo popular vinculante y constituyente”, donde explica entre otras cosas lo siguiente:
..”La Paz total tiene una esencia constituyente, un potencial constituyente que puede fluir directamente de su dinámica y sus lógicas esenciales.
La Paz total como «paz constituyente», a mi juicio, debe articular y conectar los procesos de resistencia agraria, la desobediencia civil, la deserción y el sabotaje de la guerra con las luchas obreras, campesinas, afros, indígenas, urbanas, feministas, LGTBI, anticoloniales, antifascistas, ecologistas, por la salud, por la reforma agraria democrática, por la vivienda, por la educación, por la disolución del Esmad, la depuración de la policía, el ataque a la corrupción y la destrucción de las castas regionales oligárquicas en su expresión político partidista y electoral.
Paz constituyente es un movimiento múltiple y convergente de transformación revolucionaria que debe contar con el apoyo y concurso de los actores involucrados en el proceso de diálogos, acuerdos y ejecución de estos.
La paz constituyente debe ella misma animar, facilitar y construir nuevas formas de poder popular. En este caso, estamos hablando de una paz que proyecte una democracia emancipadora y antifascista de la lucha contra los amarres entre guerra, austeridad neoliberal, concentración de la riqueza y autoritarismo; como una lucha por un Estado y una república regionalizada, federalizada y con plena autonomía territorial.
En esos términos es que es posible ir más allá de las famosas «líneas rojas» de la paz neoliberal Santista a la que se acogió un sector de las Farc (Timochenko y su rosca contrarrevolucionaria) en evidente plan transformista por la vía de un reformismo grotesco y un parlamentarismo de alcantarilla que destapó su degradación ética y su naturaleza oportunista https://rebelion.org/paz-total-con-dialogo-popular-vinculante-y-constituyente/
El analista Duque, con una excelente iniciativa y mejor buena voluntad, si no lo interpreto mal, une o asocia la paz total que pretende el gobierno Petro con un proceso constituyente y la denomina “paz constituyente”. Es decir, el proceso constituyente que, de por sí, es un largo proceso social fundacional de una nueva realidad sociopolítica y económica en una sociedad históricamente determinada como la colombiana, e implica un objetivo estratégico; ha sido llevado a una meta de corto plazo circunstancial o coyuntural, como es la intención de paz del actual gobierno que está por realizar. De ahí, la reacción tajante del presidente y su vocero autorizado, el intelectual javeriano, el comisionado de paz.
Ante todo esto me permito decir que Colombia, está sumida en un largo proceso constituyente desde 1964, tal y como lo caracterizaron los fundadores de la resistencia agraria que después se convirtió en guerrilla revolucionaria. Un proceso de resistencia revolucionaria múltiple y diverso explicado por el analista Duque, por devolverle al constituyente primario el Pueblo Trabajador (tan mencionado por el presidente Petro en el discurso en mención), devolverle su carácter y papel constituyente democrático y progresista dentro del equilibrio de clases del Estado colombiano, frente a la opresión de las clases explotadoras y dominantes unidas en una alianza o Bloque de Poder dominante que, en el mismo proceso de la lucha de clases se transformó en un bloque de clases Contrainsurgente. (V. L. Franco.2008).
Este proceso constituyente, así concebido, es una meta estratégica. Tal Vez, demasiado estratégica en Colombia por lo que contiene, y sus banderas y logros tácticos ya no podrán arriarse por más que se quiera o se intente negar o ignorar, o incluso tergiversar, cómo hacen de mala leche los periodistas del diario El Colombiano al confundir en su pregunta al señor Rueda, proceso con el acto de una simple asamblea constituyente. El proceso constituyente es y será una piedra dura y grande con la que siempre se tropezará al hablar en Colombia de una verdadera paz con justicia social, democracia avanzada y soberanía patria.
Las declaraciones globales del presidente Petro desde España, así lo verifican de un lado, y enfrente, las declaraciones y videos de los dirigentes de la resistencia revolucionaria múltiple y diversa actualmente existente en Colombia. Quienes en mi generación levantaron o tremolaron esta bandera, al ir desapareciendo de la escena política, ya pueden ir saliendo, confiados de que esa banderas siguen (seguirán) ondeando en manos vigorosas y jóvenes hasta que se logre el objetivo estratégico de su lucha. Sigo creyendo firmemente, la práctica histórica lo confirma, que el proceso constituyente colombiano, popular, democrático, progresista y patriótico, está en la base de la Solución Política del llamado conflicto colombiano.
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