Resulta indignante ver a representantes de las derechas católicas reaccionarias, pertenecientes a una fuerte tradición antisemita, esos que hasta ayer apoyaron a la dictadura argentina y su saña contra los militantes judíos, o los que acompañaron la famosa “conspiración judeo masónica” de Franco y desconocen todo del gran pueblo judío, pretender ahora que son ellos, justamente ellos, los que aman a Israel. Este cinismo básico es repetido por todas las ultraderechas del mundo.