Por: Luís Palencia
A pocas horas de iniciarse el proceso de votación para elegir a los representantes políticos más cercanos-territorialmente- a los electores, Venezuela asiste a una contienda política electoral que preludia una nueva derrota de la oposición derechista. Ante tal acontecimiento, los medios de comunicación audiovisuales privados-Venevisión,Televen y Globovisión-,priman en su parrilla televisiva la banalización comunicacional a través del espectáculo como entretenimiento.
Este hecho junto con las medidas del gobierno contra la especulación por parte de los comerciantes con los precios usuras de los bienes y servicios (entre los que se destacan los televisores,entre otros electrodomésticos..), corroboran la cultura del consumo del venezolano y nos lleva a pensar y repensar su significación desde la mirada de la cultura como consumo.
Por un lado, se presagia la derrota pero por el otro, se reedita el triunfo de la hegemonía cultural neoliberal por medio de la naturalización de unas necesidades reales e infundadas que privilegian los valores de un modelo hegemónico en lo global y mundializado:el consumismo capitalista depredador en lo material y simbólico de la naturaleza humana y la diversidad-biodiversidad natural y cultural de un pueblo. La derecha pierde en lo político pero sigue imponiéndose en lo ideológico. Esto no es un hecho paradójico, sencillamente es una realidad cruda y catastrófica para quienes persiguen otro mundo posible. La modernización es al consumo como la posmodernidad lo es al espectáculo.
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