Por: Patricio Montesinos
… que han luchado a lo largo de la historia por la ansiada independencia y la definitiva integración de la Patria Grande.
Un paso importante representará esa cita de 33 Jefes de Estado y de Gobierno en aras de materializar lo que escribiera Martí: “¡los arboles han de ponerse en fila, para que no pase el gigante de la siete leguas¡”, en clara alusión a las posturas inseparables que deberían adoptar todos los países de nuestra América frente a Estados Unidos, al que denominó también el “norte brutal y revuelto que nos desprecia”.
El Apóstol de la nación caribeña subrayó además que “es la hora del recuento y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes”.
El pensamiento martiano está hoy más vigente que nunca, en momentos en que Latinoamérica transita en busca de su unidad y cooperación de igual a igual en todas las esferas, a través de la CELAC y otras organizaciones integracionistas regionales, aunque sin obviar que el camino por andar hacia ambos propósitos todavía será abrupto dado los obstáculos seguirá colocando Washington.
Son bien conocidas las conspiraciones de los sucesivos regímenes norteamericanos para hacer fracasar cualquier intento de materialización de la Patria Grande, en contubernio con viejas y frustradas derechas a su servicio, herederas de los anexionistas de los tiempos de Martí y Bolívar.
Washington trata con todo su poder y sus medios que los árboles, a los que se refirió el Héroe Nacionalcubano, no se pongan en fila para detener el vuelo rasante del águila imperial que acecha sin tregua alguna a nuestra región.
El gigante de las siete leguas está herido, precisamente por los procesos revolucionarios y de integración que se escenifican actualmente en América Latina, y que teme se consoliden en todo el territorio del Bravo a la Patagonia.
Es una realidad que la correlación de fuerzas ha variado en favor de materializar el anhelo histórico de la Patria Grande, pero igual es cierto que Estados Unidos tratará de que no andemos en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.
La Cumbre de la CELAC de La Habana, en correspondencia con las ideas de Martí, del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y del desparecido expresidente venezolano Hugo Chávez, abogará con certeza absoluta por la marcha unida de todos, respetando y minimizando divergencias menores que pretendan exacerbar quienes siempre han apostado por mantener dividida nuestra América para sojuzgarla.
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