Fuente: Oriental Review
La aparición en YouTube de una conversación interceptada entre la responsable del Departamento de Estado para asuntos europeos Victoria Nuland y el embajador de Estados Unidos en Ucrania ha provocado un conflicto entre Washington y la Unión Europea. Pero eso no es lo fundamental. La conversación demuestra que a Estados Unidos no le importan las consignas de los manifestantes de la plaza Maidan sobre la inclusión de Ucrania en la Unión Europea. Lo que quiere Estados Unidos es un cambio de régimen, poner a su propio peón en el poder y seguir extiendo los desórdenes.
- Victoria Nuland y el embajador de Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey R. Pyatt, llegan a la plaza Maidan para expresar el respaldo de Washington a los manifestantes antigubernamentales.
La Red Voltaire ofrece a sus lectores la traducción íntegra de una conversación telefónica entre Victoria Nuland, responsable de asuntos europeos en el Departamento de Estado, y el embajador de Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey R. Pyatt.
La conversación, que parece haber sido interceptada entre el 22 y el 25 de enero de 2014, apareció misteriosamente en YouTube suscitando primeramente un desmentido del Departamento de Estado. Al cobrar importancia el escándalo, a raíz de un artículo publicado en el Kyiv Post, Victoria Nuland presentó sus excusas a la Unión Europea, sugiriendo a la vez que la intercepción podría ser cosa de los servicios secretos rusos, a los que acusó de haber violado una conversación privada –acusación sorprendente viniendo de una representante del país que espía casi todas las comunicaciones a nivel mundial.
Victoria Nuland es una diplomática neoconservadora. Su esposo es el historiador Robert Kagan. Bajo la administración de George W. Bush, la señora Nuland fue la principal consejera en política exterior del vicepresidente Dick Cheney, hasta que Bush Jr. la nombró embajadora ante la OTAN. Durante el primer mandato presidencial de Barack Obama, Hillary Clinton la nombró portavoz del Departamento de Estado. En 2013, el actual secretario de Estado John Kerry la puso a cargo de los asuntos europeos y actualmente dirige las operaciones de desestabilización contra Ucrania.
En esta conversación, la señora Nuland imparte, con un lenguaje bastante grosero, una serie de instrucciones sobre la respuesta a la proposición del presidente ucraniano Viktor Yanukovich de permitir que la oposición formara un nuevo gobierno. Según la señora Nuland, hay que poner en el poder al opositor Arseny Yatseniuk, mantener fuera del juego al ex boxeador Vitali Klichko y apartar al líder nazi Oleg Tiagnibok, quien está convirtiéndose en un personaje muy incómodo.
Nos enteramos de paso de que el ex diplomático estadounidense Jeffrey Feltman, actual secretario general adjunto de la ONU, es quien reparte a su antojo los puestos en el seno de la organización internacional y de que está utilizando las Naciones Unidas para dar un barniz legal a las acciones secretas de Estados Unidos. En el caso de Ucrania, lo hace nombrando como representante de la ONU al neerlandés Robert Serry, ex responsable de «operaciones» de la OTAN.
En definitiva, las cosas no funcionaron como se había previsto y la oposición ucraniana no llegó a formar gobierno.
Victoria Nuland: ¿Qué piensa usted?
Geoffrey R. Pyatt: Pienso que estamos en la jugada. El peón Klichko es evidentemente el electrón complicado en esto, en particular el hecho que lo hayan anunciado como viceprimer ministro. Usted vio mis notas sobre los problemas del matrimonio en este momento, así que estamos tratando de obtener una lectura muy rápida para ver si está en el equipo. Pero pienso que el razonamiento de usted sobre él, lo que usted tendrá que decirle –creo que es el próximo contacto telefónico que usted quiere organizar– es exactamente lo que usted hizo con Yats[apodo de Yatseniuk]. Me alegra que usted lo haya puesto donde debe estar (…) Él encaja en el escenario y me alegra mucho que haya dicho lo que dijo.
Victoria Nuland: Bien. Yo no creo que Klitsch [apodo por Klichko] deba estar en el gobierno. No creo que sea necesario. No creo que sea buena idea.
Geoffrey R. Pyatt: Sí. Quiero decir… supongo… En cuanto a no ponerlo en el gobierno, yo lo dejaría fuera para que haga su trabajo político. Lo único que hago es reflexionar en cómo decantar las opciones que permitan avanzar. Tenemos que mantener juntos a los demócratas moderados. El problema va a ser con Tiagnibok y sus muchachos. Y, usted sabe, estoy seguro de que eso entra en los cálculos de Yanukovich.
Victoria Nuland: Yo creo que Yats es el hombre. Tiene experiencia en la economía y tiene experiencia en gobernar. Él es el hombre. ¿Sabe?, lo que él necesita es a Klitsch y Tiagnibok fuera del juego, va a tener que hablar con ellos 4 veces por semana. Usted sabe, lo que yo creo es que si entra Klichko, va a estar a ese nivel, trabajando para Yats… eso no va a funcionar…
Geoffrey R. Pyatt: Sí… sí… creo que es cierto. Ok, está bien. ¿Usted quiere que organicemos una llamada con él como próximo paso?
Victoria Nuland: Mi idea sobre la llamada que usted me dice es que los tres grandes hagan su propia reunión y que Yats les proponga en ese contexto, ya usted sabe, una conversación «3+1» o «3+2», si usted participa. ¿Es eso lo que usted tiene en mente?
Geoffrey R. Pyatt: No. Creo que eso es lo que él propuso pero, conociendo la dinámica interna del grupo cuando Klichko era el perro fuerte, él va a aparecerse en cualquier reunión y seguramente que ya está hablando con sus muchachos en este momento. Así que yo pienso que si usted se dirige a él directamente, eso ayudaría al manejo de personalidades entre los tres. Eso también le daría a usted la posibilidad de actuar rápidamente en todo esto y nos permitirá estar detrás antes de que se sienten y de que él explique por qué no está de acuerdo.
Victoria Nuland: Ok. Bueno. Eso me gusta. ¿Por qué no se pone usted en contacto con él para ver de qué quiere hablar antes o después?
Geoffrey R. Pyatt: Ok, lo haré. Gracias.
Victoria Nuland: Oh… No recuerdo si se lo dije a usted o si sólo le dije esto a Washington. Cuando hablé con Jeff Feltman esta mañana, él tenía un nuevo nombre para el tipo de la ONU: Robert Serry. Ya le escribí a usted sobre esto esta mañana.
Geoffrey R. Pyatt: Sí, eso vi.
Victoria Nuland: Ok. Él logró hoy, a la vez de Serry y de Ban Ki-moon, que Serry venga el lunes o el martes.
Geoffrey R. Pyatt: Ok…
Victoria Nuland: Eso sería formidable. Creo que eso ayudaría a hacer cuajar el proyecto y a obtener la ayuda de la ONU para hacerlo cuajar y, ¿sabe usted? ¡que le den por el culo a la Unión Europea!
Geoffrey R. Pyatt: No… exactamente. Y creo que tenemos que hacer algo para mantenerlo de nuestro lado, porque puede estar usted segura de que si empieza a tomar altura los rusos van a trabajar entre bastidores para tratar de torpedearlo. Y, repito, el hecho que esté allá afuera en este momento… todavía sigo tratando de entender por qué Yanukovich (…) eso. Por lo pronto, se está desarrollando una reunión de una corriente del Partido de las Regiones y estoy seguro de que hay una discusión muy animada sobre ese tema en el seno de ese grupo en este momento. Pero de todas maneras podemos lograr que la tortilla caiga del lado correcto si actuamos rápidamente. Así que déjeme trabajar a Klichko y si usted puede por lo menos mantener… Creo que sólo tendríamos que tratar de encontrar alguien con una personalidad internacional que venga y ayude a concretar nuestro proyecto. El otro problema es cómo acercarse a Yanukovich pero mañana hablaremos de eso a medida que veamos cómo van saliendo las cosas.
Victoria Nuland: En cuanto a eso, cuando escribí la nota, Sullivan [Jacob Sullivan, quien fue consejero del vicepresidente Joe Biden, es uno de los negociadores del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. NdR.] me respondió de manera muy formal diciéndome que para eso necesito a Biden y yo dije que probablemente mañana, para empujar y para ultimar detalles. Así que Biden está dispuesto.
Geoffrey R. Pyatt: Ok. Perfecto. Gracias
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