Por: Juan Miguel Gortari
Adultos mayores jubilados, adultos y niñez de ayer, Jubilados, adultos y niñez de hoy, niñez, adultos y jubilados de mañana, expresiones etarias de Un proceso de construcción social de la Indefensión actual que nos condena.
Reiteramos frecuentemente que lo que vivimos actualmente como sociedad es producto de un proceso que tiene varias décadas de gestación y que se manifiesta en general en la actual estructura socioeconómica, política e ideológica y en particular, en su estado de indefensión ante tanta agresión organizada y sistematizada por el Estado.
Las imágenes reiteradas de jóvenes de la Policía Federal y demás fuerzas represivas, pegando y gaseando a los jubilados son elocuentes y hablan por sí solas, generan repugnancia y enojo, pero hay algo que no dicen,¿ cómo es posible que esto suceda, que razones explican y o al menos ayudan a explicar este cuadro de situación? Todes esos policías jóvenes, rondando los 30 años, no habían nacido aun o eran niñez cuando los jubilados a los que están reprimiendo hoy eran trabajadores/as activos/as de ayer
¿A qué clase pertenecen las familias donde nacieron eses jóvenes represores?, ¿ a que clase, esto pareciera una obviedad, las familias de los jubilados golpeados ? .¿ A qué clase pertenecen muchos de los jóvenes diputados/as y senadores/as que sin pegar palos ni gasear a nadie, legislan reprimiendo, explotando y condenando los destinos de la sociedad?¿Qué educación recibieron esos jóvenes represores unes y legisladores otres?,¿ cuáles fueron los procesos de formación política ideológica que determinan sus ideas y acciones?,¿ que matriz de principios y valores signaron sus primeros años de vida? ¿Cuántos y que esfuerzos hicimos ayer los jubilados de hoy para contribuir a una formación distinta de los jóvenes de ayer y que hoy hubiese evitado este estado de cosas o al menos reducido significativamente su existencia?
Se podrá argumentar que son una minoría los jóvenes represores y legisladores y gobernantes pero, acaso….¿ su existencia no habla de mayorías acríticas y diversas en materia de edad, clase, sectores de pertenencia?¿ Cómo explicar la presencia de Milei y su entorno en el gobierno, de los negociados asquerosos en el Congreso , de las vergonzosas declaraciones de Pablo Moyano referente de la CGT, atribuyendo su inacción organizacional a la inmovilidad de la sociedad ante estos hechos. Como explicarnos el silencio cómplice y la inacción de la de mayoría de los partidos políticos más preocupados en elaborar formulas electorales, que de dar cuenta de la pobreza, indigencia, desocupación, marginalidad que está sufriendo la mayoría de la sociedad .¿ qué decir de la sarta de malandras devenidos en gobernadores provinciales, que entregan sin más, Rigi mediante, los bienes comunes de nuestro país. Entregan las cuencas del Paraná-La plata, la plataforma submarina, la Patagonia y demás provincias a la voracidad de las megamineras, el agua a través de acuerdos de nación y provincias con la empresa Isaraeli genocida, Mekorot.
A las imágenes de Estos jóvenes que nos cagan a palos hoy las podríamos complementar con la imagen de diputados igual de jóvenes yendo a ver a los genocidas de la dictadura cívico militar y o los también jóvenes diputados encarcelados por pertenecer a redes de pedofilia, o a gobernadores también jóvenes firmando acuerdos que condenan la vida de todos sus gobernados.
podríamos sumar las imágenes imaginarias que nos surgen al pensar todos aquellos/as jóvenes invisibilizados/as por los medios, naturalizada su inexistencia por la mayoría de la sociedad de la que son parte. Jóvenes que miran indiferentes y o directamente no miran ni les importen un carajo estos hechos que seguramente no sientan pertenecer a su realidad de todos los días. Sumemos también la imagen de aquellos millones de jóvenes sumidos en la drogadiccigraión, la prostitución, los bombardeados de información deformante a través de las redes. La mayoría de estos jóvenes, son les niñes de ayer, los que vienen siendo sistemáticamente bastardeados por sistemas educativos y de salud vigentes, consumidos por las drogas y la prostitución y la pobreza y el individualismo a ultranza. Bombardeadas sus conciencias a través de las redes y orientados al consumismo desenfrenado y sin sentido. Jóvenes convertidos en carne de cañón de toda la sarta de no tan jóvenes, adultos mayores y jubilados, que desde sus lugares de privilegio y entrega, observan sin dudar y con total desparpajo, como se sigue destrozando a nuestra niñez,nuestres jóvenes, hipotecando el futuro nuestro pueblo.
Contrariamente a estas maneras solapadas y naturalizadas de violencia, los reiterados hechos represivos a los jubilados venden. Su espectacularidad mediatizada es motivo de discursos, falsos enojos, de muchas horas de tiempo y de tinta dedicadas a su cobertura por un periodismo barato y absolutamente funcional al sistema. Un periodismo cómplice, que no dice nada de fondo y es esponsoreado en gran parte, por las empresas beneficiarias del modelo de país en vigencia.
Mientras todo esto sucede, dirigentes gremiales, políticos y sociales, recorren los pasillos del Vaticano y hacen cola buscando la venia y el consejo del Santo Padre. De un gesto que contribuya a generar las condiciones de gobernabilidad necesaria que garantice la continuidad que necesitan las reestructuraciones que está generando el gobierno de La Libertad Avanza.
Los hechos referidos son fotos de un proceso sociopolítico de décadas con su punto de partida en la dictadura cívica militar y religiosa de 1976. Es necesario ver la película.
¿Acaso no estamos constatando en los hechos, lo que dicen tantos tratados científicos al dar cuenta de las consecuencias de la malnutrición y agregado ahora, del envenenamiento sistemático en los primeros años de vida a través de los alimentos consumidos. Cuando precisan sobre el impacto que tienen en la capacidad cognitiva e intelectual de las personas afectadas y en qué medida condicionan el desarrollo de su vida futura individual y socialmente hablando?, . Si a esto le sumamos el maltrato educativo sistemático (para los que acceden ) sufrido a lo largo de los años a través de programas de estudio oficiales, y en la medida que pasa el tiempo, el maltrato social , laboral, relacional, a que se ven sometidos, que otra cosa distinta a lo sucedido podríamos esperar que ocurran en nuestra sociedad ante los hechos represivos denunciados.
Socioeconómica política e ideológicamente hablando la sociedad argentina somos un producto más del sistema capitalista reproduciéndose y adecuando a nuestro país a los cambios producidos en el contexto internacional y latinoamericano. Somos producto necesario para su reproducción ampliada y tan producto como los millones de toneladas de soja, de litio, de oro, de los explotados y supeexplotados que produce el capitalismo en nuestro territorio nacional. Somos la expresión humana necesaria para el funcionamiento de este Todo. En este tiempo surgieron los profesionales que produjo por generaciones nuestro sistema educativo para garantizar la producción de las normas y la institucionalidad democráticas necesarias para su gobernanza. Para lograr un sistema de educación y de salud ajustados a la ocasión. Para la existencia de las organizaciones de trabajadores formales e informales que naturalizaran el sistemas de explotación y superexplotacion de la fuerza de trabajo día a día más efectivo. Los técnicos y profesionales que garantizan el proceso productivo destructivo de personas y ambiente. De los religiosos que tranquilizan conciencias y cargaran las tintas de la malaria a cuestiones de pecado personal. Algo habrán hecho. Expresamos la división etaria e institucional de esta sociedad construida para la ocasión. Todes integrantes y coprotagonistas de un mismo proceso socioeconómico y político/ ideológico que ya ha insumió décadas de nuestra historia. La diferencia circunstancial es solo de contexto. Los niñez, adultos y los jubilados de hoy, están enmarcados por un estado de indefensión social construido, sobre los escombros de la sociedad destruida por golpe cívico militar de los 70. Los niñez sin poder hacer nada, los jubilados por no haber hecho nada o muy poco antes para evitarlo. Los adultos, transicionales entre estos extremos, no alcanzan a ensayar una salida y se constituyen en la expresión media de la indefensión aludida y la incapacidad de reaccionar que lleva implícita.
Durante muchos años de progresismo, los adultos y jubilados de hoy, vivieron relativamente bien una etapa de bonanza material producto del derrame de riqueza que genero el modelo agroindustrial, agroexportador y extractivista vigente. De la bonanza de la soja. Muchos salieron de la pobreza material, la mayoría se sintió, directa o indirectamente beneficiarios de estas políticas de estado, del derrame de riqueza que los tenían como protagonistas pasivos. La construcción de la indefensión política ideológica que se necesitaría más tarde estaba en marcha y se profundizaba. La mayoría de las organizaciones fueron cooptadas, la ideología dominante se expresó y colonizo hegemónicamente todos los ambientes y a toda la sociedad. Las reacciones operaron armoniosamente con esta colonización de las conciencias. Sindicatos, partidos políticos, organizaciones sociales y religiosas renunciaron a la formación política e ideológica de sus integrantes, aquella que hubiese permitido hacer una lectura de la realidad ajustada a realidad que se estaba construyendo, no a que expresara la voluntad de los detentadores del poder.
Mientras esto sucedía, el modelo agroindustrial extractivista y exportador se consolidaba. Derramaba algunos recursos para acaparar e inmovilizar a la mayoría. Para silenciar conciencias y voluntades. Fue y sigue siendo política de estado. El sistema financiero diseñado por Martínez de Hoz, con los ajustes necesarios, continúa hasta nuestros días. El endeudamiento y los condicionamientos de la deuda son un signo común a todos los gobiernos. Distintos gobiernos se sucedieron en la función de garantizar la gobernabilidad que hiciera posible la reproducción del sistema.
No es que no hubo voces que alertaran las consecuencias del proceso en marcha. Crecían las denuncias de las consecuencias socioambientales y político económicas del modelo que se estaba construyendo. Voces que daban cuenta de la concentración de tierras, del corrimiento de frontera agrícola, de deforestaciones masivas, de la degradación de los suelos, de la concentración y entrega de la cuenca Paraná- La plata. Muchas las voces que denunciaban las consecuencias de los proyectos mineros a cielo abierto, del vaciamiento rural, del Fracking en Vaca Muerta, mas recientemente del triángulo del Litio, de la entrega de la plataforma submarina, de los proyectos de hidrógeno verde, de las enfermedades por agrotoxicos y los niñes afectados, de la pobreza e indigencia en aumento y su impacto en la sociedad, etc…Todas voces que fueron silenciadas y o consideradas como externalidades del sistema, el costo a pagar por el progreso y desarrollo del país. Cuándo no, cuando lograron expresarse como expresiones del sistema aberrante que las motivaba, chocaron contra un muro de oídos sordos a esas denuncias, ojos cerrados a tanta evidencia. En no pocas oportunidades, fueron ridiculizados y o estigmatizados les denunciantes. La indefensión de los más débiles, los niñes y jóvenes de ayer, se fue haciendo día a día un hecho naturalizado, un síntoma más, un dato estadístico.
Los niñes de entonces crecieron y se hicieron adultos, reemplazando a los adultos de entonces devenidos en los jubilados de hoy. Les niñes , los adultos y los jubilados de hoy expresamos ese todo intergeneracional sumido en el estado de infension que nos agobia, que nos hace dependientes, esclavos, predadores de nosotros mismo. Golpeadores y golpeados somos expresión del Todo construido.
El sinfín de los recambios generacionales de indefensos, nos fue trayendo hasta nuestros días. ¿Que podríamos esperar de este proceso, que reacciones distintas a las existentes pensamos que sean posibles?.¿ Que extrañarnos de las golpeaduras recientes a los jubilados y transmitida por todos los medios sin reacción social más que minoritaria?. Casi tan naturalizada como el envenenamiento sistemático de nuestro pueblo, o la destrucción de nuestro ambiente, o el amontonamiento urbano, o la explotación y superexplotacin de la fuerza de trabajo sin otro limite que la enfermedad y o muerte¿ Que otra reacción es dable esperar si el proceso de deformación al que asistimos como pueblo tiene tantas décadas de ejecución y a todos o a la mayoría de la sociedad como sus destinatarios y corresponsables?. Si, todes sin excepción somos cuasi responsables de lo sucedido y lo que sucede. ¿Que podemos decir los jubilados de hoy si cuando fuimos trabajadores activos no dijimos nada o muy poco, no reaccionamos a las denuncias de las voces disonantes que se animaban a criticar “ la bonanza económica “circunstancial que nos tenía como beneficiarios pasivos. ¿ Acaso el silencio ante la agresión de niñes y jóvenes de ayer podría tener otra respuesta que el silencio y o indiferencia ante la agresión que el sistema ejecuta hoy contra los jubilados de hoy ?.¿Porque tendría que ser distinto?, Pensar que otra cosa pudiese suceder lleva implícito recurrir al pensamiento mágico
Estamos a tiempo de parar la rueda y reiniciar el proceso.
Nuestra indefensión es un producto social y políticamente buscado, necesario, para garantizar la reproducción del sistema capitalista en nuestro país y de su adecuación a los cambios internacionales que el mismo demandaba. Por eso una dictadura que generara las condiciones sociopolíticas e ideológicas necesarias para los cambios previstos. Por eso el punto de partida marcado por el terrorismo de estado, la reestructuración proyectada lo hacía necesario. Romper la estructura sociopolítica e ideológica existente era condición necesaria para producir el país de nuestros días. Dejar las herramientas existentes pero en otras manos, con otras direcciones, ajustadas a las necesidades que imponia otro contexto internacional, fue el paso que nos abrió a la “etapa democrática de la restructuración”. Los partidos políticos, los sindicatos, las escuelas y Universidades, el aparato del estado, estaban llamados a ser artífices de la construcción de la indefensión necesaria… Lograron el objetivo.
Los jubilados, y adultos de hoy, podemos comenzar reflexionar sobre nuestra participación y nuestras actitudes en este proceso. Razones seguramente sobren para explicar esto, pero bajo ningún punto de vista pueden oficiar de atenuantes de la cruda realidad de nuestros días.
Es necesario entender lo sucedido. A partir de esto atender y reaccionar contra la agresión de nuestras niñeces. Desde todo punto de vista y desde todos los frentes. No más naturalización de las agresiones de ninguna naturaleza. Tenemos que ponernos a transitar el camino alternativo. Los jubilados podemos aprender a defendernos contra el sistema capitalista, no solamente a sus manifestaciones sintomáticas. Parte de esto es atender a las necesidades de los niñes que vienen detrás de nosotros. Los adultos de hoy, podemos cambiar las actitudes y reaccionar en defensa de nuestros propios intereses, defendiendo a nuestros ancianos y nuestros niñes, será nuestra manera también de defendernos,. Nuestros nieñes pueden insertarse a través de sus adultos y ancianos, en un proceso de formación sostenido en principios y valores de equidad y justicia, sin explotación ni discriminación de ninguna índole que los convierta en los hombres y mujeres fuertes de mañana. La mayoría de la sociedad puede reencontrarse en la construcción de este camino. Otro mundo y otra vida son posibles y necesarios.
Si tenemos tanto por ganar es porque todavía tienen mucho por quitarnos. Construir las condiciones para que esto no suceda sería una manifestación clara y precisa que estamos saliendo del estado de indefensión en que nos han sumido. El proceso vivido y sus consecuencias no es atribuible a tal o cual partido, a tal o cual institución, es una expresión acabada del estado actual del sistema capitalista y la agudización de sus contradicciones a escala mundial. Pretender estar afuera es algo que escapa a nuestra voluntad, pero si podemos decidir comenzar a construir condiciones que nos proyecten a una forma de vivir soberana e independiente. Somos millones, tenemos infinidad de recursos bajo nuestra responsabilidad y sobre los que tenemos capacidad de decisión. Vivimos y expresamos una riquísima biodiversidad, cultural, política, ecosistémica, religiosa. Nuestra historia plurinacional y latinoamericana es rica en antecedentes libertarios e independentistas y una fuente en donde abrevar. Un llamado a la Unidad Latinoamericana esta siempre vigente y espera que se trabaje en ello. Trabajar desde todos los espacios, desde todas las edades, desde todos los frentes, en Una organización alternativa de todas estas variables mencionadas, apelando a nuestra creatividad y necesidad de expresarnos libres y soberanos en pos de nuestra liberación e independencia definitiva, aparece como la mejor forma de defendernos y defender la vida de nuestros continuadores.
Comentario