En una amplia conversación, Helen Thompson, académica especializada en política global, energía e historia de la Universidad de Cambridge, habló con Jacobin sobre la política de las grandes potencias dentro de Oriente Medio tras la caída del régimen de Bashar al-Assad. En una mirada de largo plazo, está claro que el poder estadounidense en la región está disminuyendo, pero es probable que el colapso de Hezbolá, la voluntad de Turquía de proyectar poder en toda la región y el hecho de que Israel perciba la debilidad de Irán vayan a aumentar, en lugar de reducir, las tensiones en toda la región en este 2025.

SM

¿Cómo crees que influyó la política material en la caída de Assad en Siria? El colapso trae a la mente la cita de [Vladimir] Lenin, ¿no es así? «Hay décadas en las que no pasa nada, y hay semanas en las que pasan décadas». Ahora hay una aceleración repentina de fuerzas históricas en poco tiempo. ¿Existen tendencias políticas, económicas y energéticas de larga duración subyacentes a la rápida caída de Assad, que llevan mucho más tiempo produciéndose?

HT

Aquí en el Reino Unido aún estamos intentando comprender lo que sucedió, aunque desde afuera es bastante difícil. No creo que haya nada en el frente energético que sea decisivo para explicar lo ocurrido. En su lugar, tenemos que pensar en el impacto de un régimen iraní económicamente debilitado desde hace algún tiempo en su capacidad para apoyar a un régimen aliado en Siria. No creo que, en el periodo de la administración de [Joe] Biden, el debilitamiento iraní haya sido decisivo, porque las sanciones estadounidenses no se aplicaron con tanta dureza.

Sin embargo, no creo que haya ninguna duda de que, si se mira a Irán a lo largo del tiempo, volviendo a 2018, cuando se volvieron a aplicar las sanciones después de que Trump pusiera fin al acuerdo nuclear, Irán no quedó en una buena posición económica. Fue bastante difícil para Rusia o China actuar como apoyo económico externo para Irán. Las sanciones a Siria desde 2020 [la Ley César se aprobó en 2019] sí perjudicaron al régimen de Assad, dificultando el pago de salarios en el ejército. Eso también tuvo algún efecto.

Siria no es un exportador de petróleo significativo. Y lo que el país tiene de relevancia en términos energéticos tiene su base en la región kurda, en el enclave kurdo, más que en cualquier parte de Siria que Assad controlara hasta hace poco. Creo que hay una historia de larga duración, si se quiere, en cuanto a la sobrecarga del régimen iraní y el efecto que tuvo el debilitamiento de su capacidad para obtener ingresos de las exportaciones de petróleo. Pero no es el quid de la cuestión. Tenemos que pensar en el debilitamiento de Irán por parte de Israel, sobre todo desde el pasado mes de abril, acelerado desde el atentado con beepers [dirigido contra militantes operativos de Hezbolá] y también en regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Todo esto incentivó al presidente turco Recep Tayyip Erdoğan a aumentar la influencia turca en Siria.

SM

¿Qué opinas de la implicación turca en la actual situación en Siria? Obviamente, hay rebeldes apoyados directamente por Turquía en el norte de Siria, especialmente utilizados como punta de lanza para contrarrestar las actividades del PKK [Partido de los Trabajadores del Kurdistán] en Rojava. Pero el vínculo entre Turquía y lo que solía llamarse el Frente Al-Nusra, y ahora HTS [Hayat Tahrir al-Sham] en la zona alrededor de Idlib, siempre fue menos directo.

Turquía es una especie de actor extraño en la región, en el sentido de que formalmente es parte de la OTAN pero tiene una agenda islamista moderada y una especie de agenda expansionista neo-otomana. También colabora, de vez en cuando, con Rusia e Irán, no ideológicamente sino de forma pragmática. Algunos consideran que Turquía es el rey de la región. ¿Qué papel desempeñará en la nueva Siria?

HT

No creo que se pueda entender lo que ha sucedido en las últimas semanas sin situar a Turquía en el centro. Creo que es cierto que las acciones de Israel contra Irán, y contra Hezbolá en particular, crearon una oportunidad estratégica para Turquía. Turquía es el estado exterior que fue el actor decisivo para animar a Abu Mohammad al-Julani a actuar. No necesariamente, creo, para derrocar al régimen de Assad: No estoy seguro de que el 27 de noviembre, cuando empezaron las cosas, Erdoğan estuviera pensando en esos términos. Pero, ¿qué fue lo que aumentó la presión sobre el régimen de Assad?

No se pueden separar las acciones de Julani o, de hecho, las acciones posteriores del Ejército Nacional Sirio contra los kurdos sin considerar a Turquía. Después de todo, las acciones contra el enclave kurdo fueron respaldadas por las fuerzas aéreas turcas entre el 6 y el 11 de diciembre, cuando efectivamente los estadounidenses impusieron un alto el fuego. Y, en ese sentido, podría decirse que la competición de larga duración en torno a Siria durante la última década fue entre Turquía e Irán. Y ahora Turquía está en ascenso.

SM

¿Aceptas la narrativa de los años 2010 que plantea que la guerra civil siria no es solo un conflicto por delegación entre Turquía e Irán, sino también una guerra religiosa, o semirreligiosa, entre sunitas y chiitas (y alauitas)? Porque siempre me pareció más complejo que eso.

HT

Creo que es más complicado que eso. Y no creo que se pueda pensar en la rivalidad turco-iraní y reducirla simplemente a una cuestión de sunitas contra chiitas. Creo que eso es demasiado simple. Ese es un elemento de la rivalidad turco-iraní. Si se piensa en ello, históricamente, en términos de continuidad del poder territorial en la región (durante períodos muy largos), se trata de una disputa entre Egipto, Turquía e Irán.

SM

Hay «esferas de influencia», delineadas de forma similar, que se remontan al Imperio Otomano, a los safávidas y los sasánidas, las cuales cambiaron un poco con el tiempo pero que también mantienen un cierto grado de continuidad, ¿no es así?

HT

Podría decirse que lo interesante, en cierto modo, si partimos de esa premisa, es que hubo un periodo tras el final de la Guerra Fría en el que Assad mantuvo relaciones bastante buenas tanto con Irán como con Turquía. Las relaciones entre Assad y Turquía mejoraron significativamente en los años previos a la guerra civil siria. Luego se rompieron muy rápidamente. El régimen de Assad tenía muchos problemas en 2012. Irán entra en escena y pasa de ser un estado que proporciona efectivamente una estructura de apoyo externo a Siria a un una relación en la que, se podría decir, Siria pasa a ser un estado cliente, respaldado por la Guardia Revolucionaria iraní y Hezbolá.

SM

Hay una tercera organización que era como un frente de Irán en Irak y Siria [las Fuerzas de Movilización Popular]. Cruzar la frontera durante los primeros años del conflicto del ISIS también fue muy importante.

HT

Hay milicias iraquíes que vienen a luchar, así como la Guardia Revolucionaria iraní y Hezbolá, en nombre de Assad.

SM

Me resulta interesante que te refieras primero a Irán como la principal potencia que respaldaba a Assad. Obviamente, en la prensa liberal angloamericana dominante, como el New York Times, la narrativa era claramente que Assad era una figura subordinada a [Vladimir] Putin. Entiendo que tu interpretación es que Irán es el actor clave en este escenario.

HT

Lo cierto es que Irán fue absolutamente fundamental en 2012. El régimen de Assad podría haberse derrumbado en 2012 sin la intervención iraní. Obviamente, el régimen de Assad había perdido el control de una parte nada despreciable del territorio en el noreste de Siria. No es que los iraníes pudieran garantizarle a Assad la integridad territorial de Siria en ese periodo de la década de 2010. En 2014 las cosas se veían bastante difíciles para Assad, incluso con la ayuda iraní, debido al ascenso de ISIS y del califato. ISIS cambió el contexto en el que se eligieron los patrocinadores externos de Assad. En ese momento, las tropas terrestres iraníes y de Hezbolá no iban a ser suficientes ya que para enfrentarse a ISIS iba a ser necesario poder aéreo.

De ahí la intervención rusa de septiembre de 2015. Lo interesante de ese momento de la década es que hay un período de tiempo, durante los primeros nueve meses de 2016, en el que se está avanzando hacia, efectivamente, la cooperación ruso-estadounidense contra ISIS. Entre el período del intento de golpe de Estado turco y finales de septiembre de 2016, los rusos y los estadounidenses están planeando coordinar una acción militar conjunta contra ISIS. Entonces un avión es derribado y todo queda descartado. Incluso desde una perspectiva liberal, si se quiere, antes de que Trump asumiera el cargo en 2016, los rusos ni siquiera eran directamente los «malos».

SM

En círculos de política exterior que se enfocan en Siria hay una visión mucho más pragmática de las alianzas que se pueden forjar. Incluso el patrocinio estadounidense a Rojava es un ejemplo de alianza «realista», o al menos pragmática. Rojava es abiertamente antiimperialista y anticapitalista, por lo que representa una alianza muy extraña con los financistas de la CIA. En el crisol de esos años centrales de la década de 2010, especialmente con la amenaza de ISIS, parece haber una voluntad de forjar alianzas inusuales, ¿no?

HT

En la segunda mitad de la presidencia de Trump, las contradicciones de la política estadounidense pasan a primer plano, porque, por un lado, tienes a los estadounidenses usando el poder aéreo contra ISIS y necesitando las bases aéreas turcas para hacerlo. Pero cuando se trata de luchar sobre el terreno en el noreste de Siria, quieren que las YPG kurdas [Unidades de Protección del Pueblo] lo hagan. Ese es un gran problema para los turcos. Así se llega a finales de 2019, cuando parece que ISIS está siendo derrotado en Siria y Trump quiere retirarse de cualquier compromiso estadounidense, lo que implica el corolario de darle vía libre a Erdoğan para atacar a los kurdos.

Al mismo tiempo, eso horroriza a otras personas en Washington, porque piensan que Rojava es el único baluarte contra el resurgimiento del ISIS. Hay cierto paralelismo entre la situación rusa y la iraní. Los rusos proporcionaron el poder aéreo, y los iraníes y Hezbolá aportaron los soldados sobre el terreno. Estados Unidos aportó el poder aéreo y los kurdos los soldados sobre el terreno. En lo que respecta a la crisis de 2024, para el régimen de Assad, no parece que los rusos estuvieran dispuestos a hacer mucho más allá de una demostración de poder aéreo en los primeros días, tratando de defender Alepo. Después de eso no hubo ningún otro aporte [de los rusos para Assad].

SM

En términos de un análisis de causalidad. Hay un movimiento de protesta que surge de la Primavera Árabe a principios de la década de 2010 que se abre camino en el Ejército Nacional Sirio, que luego se escinde, produciendo una rebelión dirigida por militares y élites. Siria acaba en una guerra de desgaste: combinando cinco o seis bandos diferentes. Esto se mantiene desde que yo era adolescente: mucho tiempo para los conflictos del siglo XXI. De repente, la inmovilidad se disuelve y HTS consigue capturar la mayoría de las principales ciudades de Siria. Me pregunto cuál crees que es el mayor punto de causalidad. En tu análisis, ¿cuál es el factor principal?

HT

Tiene que ser el debilitamiento de la posición de Irán por Israel, en particular, la decapitación de Hezbolá. Cuando HTS controlaba Idlib, había combatientes de Hezbolá que se vieron afectados por el alto el fuego entre Hezbolá y el gobierno israelí. De alguna manera, necesitamos una explicación causal que considere la derrota, o la relativa derrota, de Hezbolá como un cambio masivo en la política de la región en general. No en vano, el declive de Hezbolá liberó a Israel de algunas de las restricciones que se le impusieron desde su retirada del Líbano en 2000.

Sin embargo, el desencadenante inmediato de los acontecimientos se está produciendo en el noroeste del país y tiene, como mínimo, luz verde turca para moverse. Entonces se necesita una explicación de cómo Erdoğan, en este momento, quería aprovechar el cambio estratégico en Siria. Se podría explicar Siria sólo en términos de rivalidad turco-iraní. Pero uno probablemente necesite de algo que tenga en cuenta la forma en que Erdoğan está pensando en el regreso de Trump a la Casa Blanca. Eso vuelve a poner sobre la mesa, por así decirlo, la crisis que se desarrolló en otoño de 2019 [entre Estados Unidos, Turquía y los kurdos]. Erdoğan pudo hacer lo que quiso en una medida considerable tras la retirada de Trump de la región pero recibió sanciones bastante duras cuando fue más allá de lo que Trump quería.

SM

¿Qué pasa por la cabeza de Erdoğan? Trump hizo campaña con una política semi-aislacionista. Y, sin embargo, en lo que respecta a los nombramientos para los principales puestos de política exterior y de defensa, parece estar apostando por neoconservadores a la antigua usanza, personas que son bastante belicistas en todos los ámbitos. Si yo fuera Erdoğan, estaría luchando por entender cómo será el contexto de la política exterior en su parte del mundo, especialmente en el norte de Siria, bajo una administración Trump.

HT

Creo que Trump fue bastante duro con Irán. Eso fue cierto en términos de poner fin al acuerdo nuclear [de Barack Obama] con Irán, de volver a imponerle sanciones y de las críticas que planteó sobre la política exterior de la administración Biden hacia Oriente Medio y las naciones del norte de África, tanto cuando Biden aún era candidato como cuando lo reemplazó [Kamala] Harris. Ese fue el periodo en el que la administración Biden estaba intentando por todos los medios frenar el segundo gran ataque de Israel contra Irán, tratando de que no atacaran instalaciones petrolíferas ni nucleares. Trump fue muy crítico con esa medida de los demócratas.

Creo que la administración Trump endurecerá las sanciones contra Irán, o las hará cumplir más estrictamente. No creo que eso tenga el mismo efecto económico en Irán que en 2018, cuando el país exportaba petróleo a muchos países diferentes, incluidas naciones europeas. Ahora, más del 90 por ciento de las exportaciones de petróleo iraní van a China. Va a ser mucho más difícil aplicar sanciones que perjudiquen a China que aplicar sanciones que perjudiquen a los países europeos.

SM

¿Qué crees que dice la caída de Assad sobre los recientes modelos desarrollistas y de creación de instituciones en Oriente Medio? Ciertos segmentos de la élite de la política exterior occidental consideraban a algunas zonas de Oriente Medio y Asia Central como una tabula rasa.

Si se comparan los recientes experimentos occidentales de construcción del Estado liderados por Estados Unidos en Afganistán e Irak con el anterior experimento de construcción de instituciones de estilo nacionalista árabe y baazista de los años cincuenta y sesenta, ¿qué resulta? La República Islámica de Afganistán [2004-2021] fue muy frágil y no funcionó como práctica de construcción de instituciones. En el caso iraquí, el jurado aún está deliberando. Hubo un periodo en la década de 2010 en el que parecía que el Estado iraquí construido por Estados Unidos iba a derrumbarse, pero se mantuvo desde el levantamiento suní de principios de la década de 2000 hasta ahora, lo que es bastante sorprendente en retrospectiva. Luego están los Estados más longevos, como la Siria baasista, de la que, hace uno o dos años, algunos habrían dicho: «Estos son los proyectos de creación de instituciones que tienen una capacidad para durar en el largo plazo». Porque, de alguna forma, existían desde la década de 1950.

Sin embargo, hemos visto el colapso final de las instituciones construidas por el baasismo en el espacio de un par de semanas. Me pregunto qué dice esto sobre cómo se construyen las instituciones, ya sea desde arriba, por parte de potencias hegemónicas como Estados Unidos, o de forma orgánica e in situ.

HT

Hay varias cosas interesantes al respecto. Por un lado, se puede contar la historia de la forma que acabas de sugerir, con una continuidad del Estado baasista en Siria desde 1970 hasta 2024.

SM

¿La Siria baasista no se remonta a la década de 1960?

HT

Digamos 1963. Estaba pensando en Siria, en ese momento, en términos de la Siria asadista. Se podría argumentar que la base del baasismo se origina cuando se produce un golpe de Estado que saca a Siria de la unión Egipto-Siria, que no es una unión en términos de igualdad. Esa unión subsumió a Siria efectivamente a Egipto. Eso terminó en 1961. Se podría argumentar que hay una estructura estatal que es continua desde ese punto. Si se piensa en esos términos, lo sorprendente es que, más allá de todas las coyunturas geopolíticas de Oriente Próximo a partir de ese periodo, el régimen baasista de Siria sobreviviera a todas ellas.

Quizá lo más sorprendente, en cierto modo, es que la Siria baasista sobreviva al final de la Guerra Fría: dado que contaba con una garantía de seguridad soviética desde la década de 1980. También sobrevivió a la caída del Irak de Sadam Husein en 2003, como el otro Estado baasista existente. En este contexto, parece extraño que Assad y el baazismo puedan caer en quince días, a menos que se aplique a Siria ese principio leninista. Aunque Siria se desmoronó de una manera bastante significativa; en retrospectiva dejó de existir, en cierto sentido, a partir de 2012 (cuando dejó de tener integridad territorial). Desde entonces viene siendo desmembrada en el noreste y luego en el noroeste. A través de ese período, desde 2013 hasta 2019, ISIS efectivamente trató de establecer un califato en una parte de Siria para unirse a Irak.

SM

Quiero decir que todo el acuerdo Sykes-Picot [establecido en secreto en 1916 por el Reino Unido y Francia para repartirse lo que quedaba del Imperio Otomano] casi se rompe. Recuerdo a soldados del ISIS cruzando la línea entre Siria e Irak en el desierto y declarando que las delimitaciones Sykes-Picot habían terminado.

HT

Absolutamente. En cierto sentido, no es que este régimen se haya desmoronado en dos semanas. Más bien, lo que hemos estado presenciando durante más de una década es la desintegración territorial del Estado sirio, a lo largo de algunas familiares líneas de falla. Si observas el colapso desde una perspectiva histórica de muy largo plazo, y miras el mapa en el que los franceses dividieron el mandato sirio después de obtenerlo en 1920, verás que no gobernaron Siria como un estado unificado, incluyendo la separación de Líbano. Ese territorio nunca regresó a Siria.

Se podría decir que sólo en un periodo relativamente corto, si se considera un largo periodo histórico, hubo algo que pudiera llamarse un Estado sirio unificado. Creo que incluso se podría argumentar que el Estado baasista unificado siempre dependió de un garante externo: la Unión Soviética en el periodo de la Guerra Fría y luego Irán en el periodo posterior. Porque Siria todavía tenía alguna utilidad para los rusos: Rusia estaba allí, hasta hace unas semanas, para actuar como respaldo del apoyo iraní.

SM

Hay una explicación a la que mucha gente llegó inmediatamente: «Oh, Rusia está desbordada. Concentró sus recursos en el conflicto ucraniano, está en una fase de extralimitación imperial y, por lo tanto, su capacidad para respaldar a Siria se vio afectada; por eso la Siria de Assad cayó tan repentinamente». ¿Supongo que crees que eso es una sobredeterminación?

HT

En cierto sentido, no es que sea algo insignificante. Si eres Putin y ves la perspectiva de que caiga el régimen de Assad, se te ocurre que podrías pensar en enviar algunas tropas rusas allí. Pero, en realidad, no vas a hacer eso cuando estás librando una guerra en Ucrania.

No obstante, creo que es razonable decir que el principal medio de intervención militar ruso en Siria desde 2015 fue el poder aéreo. Y en esta situación que se desarrolló con bastante rapidez después del 27 de noviembre de 2024, creo que estaba claro que el poder aéreo [ruso] por sí solo no iba a salvar a Assad. Alguien iba a tener que llevar adelante la lucha y no iba a ser el ejército sirio de Assad, desmoralizado y apenas pagado, o Hezbolá, significativamente debilitado.

¿Estaba Irán en condiciones de decir, en ese momento, que quería redoblar la presencia de la Guardia Revolucionaria iraní en Siria? No lo creo. Sin nada parecido a un ejército gubernamental sirio eficaz, o la capacidad de los iraníes para hacer tanto en esas circunstancias, es muy difícil imaginar que Putin dijera: «Bien, lo que voy a hacer es enviar tropas». Independientemente de lo que estaba pasando en Ucrania, Putin quería utilizar el poder aéreo en Siria desde el principio, y no tropas terrestres.

SM

Existe una teoría que se superpone a estos fenómenos políticos y que lleva tiempo circulando. La idea se encuentra en [el filósofo árabe del siglo XIV] Ibn Jaldún y su Muqaddimah, donde plantea que los nómadas periféricos o caudillos aprovechan un péndulo inverso de fuerzas históricas, en el que el estado central se vuelve «decadente y débil», ya sea a través del capitalismo o de antiguas ideas de corrupción.

La gente se aficionó a esta teoría con la caída de la República de Afganistán, fijándose en los talibanes. Independientemente de lo que se piense de su política, o de lo reaccionarios que sean, entre principios de la década de 2000 y la de 2020 fueron competentes constructores del Estado, en microcosmos, a través de milicias. Además, la construcción del Estado que perseguía Estados Unidos se logró, en parte, por delegación, por medio de ONGs, grupos de reflexión, BlackRock y mercenarios privados como Blackwater.

En Afganistán, bajo la hegemonía estadounidense, no existía una visión centralizada de lo que debía ser el estado, solo fuerzas subcontratadas en competencia. En contraste, los talibanes demostraron ser expertos en los fundamentos de la construcción estatal, aprendiendo desde los márgenes.

Me pregunto si eso se aplicará a HTS. Hemos tenido toda esta retórica sobre Julani leyendo Por qué fracasan los países. ¿Es sólo un meme? ¿Hasta qué punto alimenta la realidad? Es una forma larga de preguntar: ¿Ves a HTS como una organización restringida al estatus de señor de la guerra y/o microestado, como lo fueron en torno a Idlib? ¿Serán capaces de gestionar con éxito la diversidad de Siria en términos de etnia, religión, intereses políticos y económicos? ¿Serán capaces de aprovechar el impulso con éxito?

HT

Creo que va a ser muy difícil. Sobre todo, si se tiene en cuenta que, incluso dejando de lado la zona kurda, hay partes importantes de Siria que no controlan en este momento. Puedes ver por qué Julani quiere presentarse a sí mismo y a estos rebeldes como casi semi-tecnocráticos: creo que eso no tiene sentido. Pero hay una cierta presentación en curso: destacar la desvinculación con ISIS, enfatizar que no representan una amenaza para Israel, que no tienen interés en la frontera entre Israel y Siria, ni tampoco, de forma significativa, en apoyar a los palestinos. No hay forma de que Julani pueda presentar a HTS de otra manera. Si existe el más mínimo indicio de conexión con ISIS en HTS, será muy difícil lograr el reconocimiento externo de ellos como un gobierno en Damasco.

Erdoğan tampoco querrá que las cosas se presenten como demasiado radicales. Lo último que Erdoğan quiere es una fuerte percepción de amenaza respecto del regreso de ISIS. Porque eso significaría que va a tener dificultades para tratar de recuperar territorio del Estado kurdo. La justificación del enclave kurdo, a ojos de Estados Unidos, es luchar contra ISIS. Y la amenaza de regreso de ISIS le dificultaría a Turquía lidiar con su «problema kurdo».

SM

¿Crees que vale la pena establecer un paralelismo entre HTS y el batallón Azov en Ucrania? Azov pasa de ser muy explícitamente neonazi y de extrema derecha (descrito abiertamente como tal en la prensa occidental durante el proceso de Euromaidan) pero luego se llega a 2022 y a la guerra de Ucrania y, de repente, Azov cambia de marca. Y algunos expertos están muy dispuestos a describirla como una unidad militar de élite mucho más amistosa, nacionalista y semitecnocrática.

Me pregunto si se va a llevar a cabo un proceso similar de olvido en relación con HTS y sus vínculos y crecimiento desde Al-Nusra y, más allá, Al-Qaeda. Si algo sabemos de la política exterior estadounidense es que, en realidad, puede ser increíblemente pragmática y también tener poca memoria. Véase, por ejemplo, la transformación del apoyo estadounidense a los muyahidines en Afganistán. Diez o veinte años después, Estados Unidos está luchando contra los talibanes, que son una consecuencia de ese movimiento anterior, en una dinámica geopolítica muy diferente. ¿Es contextual la buena voluntad hacia HTS?

HT

Creo que es cierto. Creo que en el liderazgo republicano del Congreso se puede ver a algunas personas que, en el pasado, fueron pragmáticas sobre estas cuestiones, como Lindsey Graham, y que no parecen tan pragmáticas esta vez. Aquí es donde la situación difiere de los inicios de la guerra civil siria, cuando, quizá, no había una discriminación tan rigurosa en Washington respecto de los rebeldes a los que terminaron apoyando de facto. Aunque, como sabemos, hubo un momento en que los rebeldes respaldados por la CIA y los respaldados por el Pentágono llegaron a enfrentarse directamente. Creo que todo ocurrido desde entonces hará que el establecimiento de política exterior de Estados Unidos sea un poco más cauteloso sobre cuáles rebeldes considera que pueden transformarse «nuestro tipo de rebeldes».

SM

Estados Unidos apoyó a los kurdos y a parte de la oposición sunita siria, pero no se siente como el rey de la situación. En comparación con Irán, Turquía o incluso Israel, Estados Unidos se siente periférico en la situación actual. ¿Es eso cierto? ¿O dirías que siguen desempeñando un papel importante en Siria?

HT

No, creo que eso es cierto. Creo que esto se remonta a la dificultad que tuvieron las sucesivas administraciones estadounidenses para encontrar una política coherente hacia Siria. Eso fue cierto bajo la administración Obama y fue cierto bajo Trump. Solo quizás no lo fue bajo Biden, hasta cierto punto, porque, desde aproximadamente la caída de ISIS en 2020, hubo un estancamiento territorial. Eso congeló las cosas durante cuatro años, lo que coincide en gran medida con la presidencia de Biden, que se ahorró los dilemas en los que tanto Obama como Trump se enzarzaron. Trump tiene ahora Siria como principal quebradero de cabeza. Sobre todo, si se tiene en cuenta que en su reacción inicial decía que los estadounidenses no deberían tener nada que ver con lo que suceda en Siria.

Sobre el entrevistador

[1] Samuel McIlhagga es un periodista y crítico literario británico especializado en asuntos exteriores, cultura y teoría política.