Fuente: Terc3ra
EE.UU estaba al tanto del contrabando de petróleo de los terroristas pero se mantuvo en silencio por considerar a Ankara como su amiga, dice un exagente de la CIA.
“(Estados Unidos) sabía que los turcos se dedican a la compraventa de petróleo del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y obtienen grandes ganancias, por eso no bombardeaba sus columnas de camiones cisterna”, asegura Philip Giraldi, exagente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) de EE.UU., informó el jueves la cadena rusa de noticias RT.
Giraldi destaca que aunque los aviones de combate estadounidenses han atacado recientemente algunos camiones cisterna que transportaban crudo a las refinerías bajo control de Daesh, antes no lo hacían, porque Washington sabía queesos vehículos “estaban bajo la protección de Turquía, que acoge bases aéreas de EE.UU.: esto es un factor importante”.
A su juicio, el hecho de que EE.UU. no critique los vínculos del Gobierno turco con los terroristas de EIIL se debe a la voluntad de Washington de mantener a Turquía entre sus amigos, razón por la cual “desde la Casa Blanca se muestran muy cautelosos en sus declaraciones” y nadie acusa a Ankara.
Por otra parte, el exagente recuerda que fueron los pilotos de la Fuerza Aérea estadounidense quienes alertaron en noviembre a los terroristas de Daesh antes de bombardear camiones cisterna suyos empleados en transportar oro negro al territorio turco.
En el primer ataque aéreo contra los camiones petroleros, realizado el pasado 18 de noviembre, “sobrevolamos los vehículos a baja altura para realizar una demostración de fuerza previa y, 45 minutos antes de la ofensiva, arrojamos unos papeles con la advertencia: Destruiremos los camiones desde el aire. Abandonen los vehículos de inmediato. No arriesguen sus vidas”, declaró entonces el coronel Steve Warren, portavoz de las operaciones en Irak de la llamada coalición anti-EIIL liderada por Washington.
Después de que un bombardeo ruso fuera derribado por la aviación turca, los medios de comunicación se hicieron eco de las acusaciones de las autoridades de Rusia al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, según las cuales este último y su familia se están beneficiando del contrabando de petróleo con Daesh.
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