Fuente: Terc3ra
Durante su programa “José Vicente Hoy” el periodista comentó: “Dentro de la MUD aumentan las tensiones entre dos dirigentes calificados de alianza. Por un lado Henry Ramos Allup y por otro lado Julio Borges (…) a medida que avanza el tiempo y los acontecimientos en el país, se hacen más diferentes las divergencias”.
Por otra parte, Rangel denunció: “Las organizaciones políticas que integran la MUD son partidarias de ir a fondo para lograr la salida de Nicolás Maduro de la Presidencia de la República”.
En su discurso, resaltó: “Tan solo el partido Primero Justicia considera equivocada esa política porque pudiera complicar aún más la situación del país” mientras que en el partido Un Nuevo Tiempo “hay criterios variados, aun cuando priva la tendencia favorable de usar el revocatorio”.
Por último, el periodista manifestó: “Henry Ramos Allup aparece como líder de la tendencia que urge la salida de Presidente de la República (…) lo anunció en su discurso de instalación de Asamblea Nacional”, sin embargo, en declaraciones recientes, Allúp declaró: “nadie duda de que seis meses es mucho tiempo para un cambio constitucional”.
El ex vicepresidente venezolano explico que en primer lugar aparece una oposición que se resiste a aceptar que el país experimentó un cambio importante institucional, social y culturalmente.
Mientras la derecha siga creyendo que el proyecto iniciado en 1999, con la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia de la República, es reversible, la estabilidad estará amenazada, aseveró.
De acuerdo con el periodista, también conspiran contra el proceso bolivariano desde el exterior los prófugos de la justicia venezolana -banqueros y empresarios radicados en países como España, Colombia y Estados Unidos- que llevan a cabo una campaña mediática feroz contra la democracia nacional.
Rangel señaló que, igualmente, aparecen en el panorama grupos económicos extranjeros que con sus acciones, tanto en el plano político como el comunicacional, pretenden provocar un golpe de Estado como el del 11 de abril, o una situación similar a la vivida durante el paro petrolero de ese mismo año.
Las instituciones estatales, los movimientos comunales, las organizaciones sindicales y demás entidades sociales deben permanecer alerta y comprender la gravedad de la conjura, pues el propósito no es otro que mantener al país en permanente crisis, tenso y confundido, reiteró el politólogo.
Esta es la actual realidad, una oposición que rehúye del diálogo con el Gobierno Nacional porque no concibe otra salida a la situación que no sea la ruptura del orden constitucional, mediante planes concebidos y alimentados desde el exterior, subrayó.
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