Fuente: Periodico Digital
Una delegación parlamentaria venezolana ha buscado enfrentar la campaña que presenta al líder opositor venezolano Leopoldo López como un nuevo “Mandela”.
Hace pocos días, la fachada de la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol amaneció con dos cartelones pidiendo “#LibertadYa” para el líder opositor venezolano Leopoldo López. Era el anuncio de un evento inusual: la presentación de un libro de “reflexiones” escrito por López. El acto contó con la presencia de notorios defensores del neoliberalismo, entre los que destacaban el escritor y activista de derechas Mario Vargas Llosa y el exlíder del PSOE Felipe González, quien viene jugando un papel protagonista en la campaña por la “libertad” de López bajo los auspicios de la agencia NED estadounidense.
El 17 de marzo, dos representantes del grupo parlamentario del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) cumplieron en Madrid una apretada agenda con sectores políticos y sociales, incluyendo un encuentro con representantes del movimiento popular vallecano que tuvo lugar el 17 de marzo en la Parroquia San Carlos Borromeo de Entrevías. La visita ha formado parte de una gira por Europa cuyo objetivo es presentar una versión de los hechos que llevaron al encarcelamiento del venezolano que está en abierta contradicción con la versión que la mayoría de medios y agencias de prensa presentan a su audiencia.
Ambos destacan que Leopoldo López cumple una condena de 13 años por su responsabilidad penal en el deceso de decenas de venezolanos y venezolanas –tanto chavistas como opositores– que murieron a consecuencia de la operación de violencia callejera promovida por él y el partido que lidera bajo el nombre de “La Salida” y cuyo propósito explícito era derrocar al gobierno democrático liderado por Nicolás Maduro. “No hay ningún delito de pensamiento”, afirmó al comienzo de su exposición el parlamentario Edwin Rojas; “son crímenes de sangre de quienes siempre han adversado violentamente una revolución pacífica y democrática”.
Al igual que muchas de las víctimas y familiares de víctimas de aquellos hechos, ambos parlamentarios consideran que los decesos derivados de la acción opositora son homicidios intencionados, y que la pretensión de que su máximo responsable no sea castigado está reñida con la justicia y con el derecho internacional de derechos humanos. También denuncian que además de buscar la impunidad de estos delitos, la Ley de Amnistía que la mayoría parlamentaria opositora pretende aprobar condona delitos de financiación de terrorismo, tráfico de drogas, sabotaje de infraestructuras, contrabando e ilícitos fiscales, entre otros.
Una campaña orquestada
Durante el acto de presentación del libro de Leopoldo López, Vargas Llosa comparó al opositor venezolano con Gandhi y Mandela. “¿Se imaginan a Gandhi llamando a sus seguidores a “descargar toda su arrechera (rabia)” contra los ingleses? Si fueradirectamente responsable de la muerte de decenas de personas, ¿sería considerado el padre de la resistencia pacífica?”, reflexionó el diputado Edwin Rojas. “No, sería considerado lo que es: un terrorista instigando a la violencia, encarcelado por su responsabilidad penal”, añadió Rojas, antes de concluir: “Si Leopoldo López fuera español, sería considerado terrorista”.
Además, destacó, “se da la paradoja que tanto la Sudáfrica del Apartheid como la India bajo dominio británico son el tipo de sociedad por la que apuestan López y los suyos, mientras que la Venezuela bolivariana, democrática y soberana contra la que impulsan sus violencias se acerca al ideal de las luchas que tanto Mandela como Gandhi pelearon”.
Por su parte, la parlamentaria Aloha Núñez subrayó la paradoja de que las autoridades de un país que “ha sufrido el terrorismo, ahora apoyen abiertamente a un terrorista a quien presentan como si fuera un libertador encarcelado por sus ideas”. “Lo único que falta es que le pinten la cara de negro como si fuera Mandela”, agregó Rojas, “cuando en realidad es un racista que nunca aceptó que un descendiente de esclavos presidiera el país y que no acepta tampoco que lo presida un obrero como Maduro”. Rojas señaló lo que considera otra distorsión de los medios de comunicación masiva del ámbito europeo: “Lopez no puede considerarse como el líder de la oposición, él no goza del consenso de los sectores más moderados”.
Solidaridad desde Vallecas
El acto contó con la presencia del embajador de Venezuela, Mario Isea, y con las palabras de apertura de Víctor Jiménez, líder comunitario de Vallecas y miembro del SAT, quien señaló que en su barrio “lo tenemos claro: en Venezuela, una revolución que defiende a los desheredados y apuesta a construir un mundo nuevo es combatida por el imperio y sus aliados bajo una doble moral”. Jiménez afirmó que “mientras los partidos del bipartidismo exigen la libertad de un preso responsable penal de decenas de muertes, aquí centenares de jóvenes son llevados ante los tribunales por defender pacíficamente los derechos que nos están quitando”. A juicio de Sánchez, “quienes luchamos contra las consecuencias del capitalismo enfrentamos una campaña de represión sin precedentes, es aquí donde hay presos políticos y no en Venezuela”.
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