Por: Geraldina Colotti
“El gobierno de Temer y de su partido, el Pmdb, es el de las élites, de las clases dominantes decididas a recuperar sus privilegios.”
Dilma ha sido suspendida. Qué puede suceder ahora?
Es el momento de movilizase contra el golpe de estado. Un golpe sin tanques de guerra en las calles, pero igualmente desestabilizante: similar al actuado contra Fernando Lugo en Paraguay en el 2012. También en ese entonces el vicepresidente Franco fue quien ha promovido el impeachment sin motivo. La presidenta no ha cometido ningún crimen y ha sido apartada del poder ilegalmente. Las organizaciones populares lo tienen claro. La clase obrera lo tiene claro. Los intelectuales, los artistas, la iglesia progresista de base lo tiene claro. Para el MST, para los movimientos reunidos en el Frente Brasil Popular, el gobierno Temer-Cunha no tiene ninguna legitimidad porque nace bajo el signo de la corrupción y del retorno al neoliberalismo. Hemos llevado al presidente del Senado, Renan Calheiros y al presidente del Supremo Tribunal Federal Ricardo Lewandowski el equivalente a tres volúmenes de firmas contra este proceso de impeachment. Mientras tanto, debemos emplear todas las energías posibles porque nos espera un período de muchas luchas y cirisis a todos los niveles: política, social, ambiental.
El gobierno Temer parece la fotocopia del de Macri en Argentina: empresarios, banqueros….
El gobierno de Temer y de su partido, el Pmdb, es el de las élites, de las clases dominantes decididas a recuperar sus privilegios. Temer es efectivamente el equivalente brasileño de Macri. Un vanidoso que quiere concluír la carrera política como presidente, pero sus terminales estan en Washington: desde allí tiran los hilos del bando de la burguesía que le representa. En el gobierno Temer se encuentran el centro conservador, el capital financiero y un basto arco de fuerzas vengativas decididas a someter a los intereses del Estado a aquellos del mercado.
Usted ha enviado una carta a Papa Bergoblio a través del abogado Lavenere, que ha escrito el impeachment a de Mello, en el 1992. Por qué? Qué puede hacer el Papa?
Las palabras de Papa Francisco, la entrevista durante la cual ha escuchado el mensaje de los movimientos populares y del abogado Marcello Lavenere, ex Presidente Nacional de la Orden de los Abogados del Brasil y miembro de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia de los Obispos Brasileños, han sido mensajes importantes. Lavenere ha explicado bien porqué el impeachment contra Dilma no tiene fundamento jurídico-constitucional. La fiscalía ha atribuído a la presidenta la culpa de dos infracciones administrativas no motivadas y que sinembargo no justifican el “crímen de responsabilidad”. Finalmente, los argumentos de las acusaciones son actos administrativos de gobierno y de participacion colectiva y no actos dolosos atribuibles a la presidenta. Es evidente que los partidos políticos de oposición, fuertes desde la poderosa campaña mediática a su favor, han pensado de aprovechar los bajos indices de popularidad del gobierno para liberarse de Dilma con el pretexto de la ética, decididamente fuera de lugar, visto el perfil de quien ha promovido el impeachment. Cada quien tiene sus referencias. Nosotros preferimos luchar por Techo, Tierra y Trabajo, que son los objetivos compartidos por el Papa en el curso de dos encuentros mundiales con los movimientos populares. Y que han sido, aunque con todos los límites y no obstante el error de aliarse con los poderes fuertes, los objetivos del gobierno de Dilma. Las referencias de los partidos que han promovido el impeachment son las élites y los poderes financieros que estan detrás. Las clases medias alzan la bandera de la corrupción y tienen como símbolo el juez Sergio Moro. El problema del Brasil es que somos todavía una de las sociedades más desiguales e injustas. En este contexto, en el cuadro de la crisis general – económica, política, ambiental – que estamos atravezando, la corrupción esta intrínseca en el funcionamiento de una burguesía voraz que se apropia de los recursos públicos para sacar el máximo del beneficio, para sí mismo y para las propias empresas. La corrupción es el síntoma de una crisis de sistema, no la causa. Para resolverla no basta algún proceso, sino la necesidad de una asamblea constituyente que lleve a soluciones todas las anomalías de esta política.
Grupos de diputados de las derechas han ido a Washington antes de las últimas votaciones…
El gobierno Temer arreglará las cosas de modo que los Estados Unidos controlen nuestra economía a través de sus empresas. Ha sucedido ya con la Chevron que presiona a través del senador José Serra, del Partido de la social democracia brasileña para llegar a la privatización de los recursos de las aguas-ultra profundas. El Brasil hace parte de los Brics, y otro de los objetivos es que dè las espaldas a las alianzas sur-sur. La intención es la de acorralar con los mismos sistemas a Venezuela, para poner la palabra fin al socialismo bolivariano. El diseño contra las conquistas realizadas en América Latina es común. También nuestra resistencia debe ser común.
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