el mes de mayo de 1984. En ese entonces con toda solemnidad
fue presentado por el director del centro Luis Yañez
Barnuevo, como uno de los más connotados escritores de la lengua
hispana. Vargas Llosa iba vestido de punta en blanco, mancuernas de
oro, corbata a la moda y zapatitos de cafiche italiano. El público
desde tempranas horas abarrotaba el recinto ansioso por escuchar
las palabras de uno de los profetas del boom latinoamericano.
Mario hablaba de manera pausada con ese acento de pituco
limeño tan característico, un tonito de formalidad y seriedad que
revelaba un carácter a prueba de balas. Con maestría fue
diseccionando una a una sus novelas: la Tía Julia y el escribidor,
la Casa Verde, los Cachorros, Conversaciones en la Catedral,
la Guerra del Fin del Mundo, la Ciudad y los Perros, Pantaleón y
las visitadoras, sin duda alguna libros brillantes en los que
demuestra sus grandes dotes de narrador. Al acabar las conferencias
su fanaticada se le lanzaba encima presa de un ataque de histeria.
Las becarias, las primeras ¡Mario, Mario, queremos un hijo
tuyo! y él con ínfulas de divo inflaba el pecho cual pavo real
firmando autógrafos a diestra y siniestra. Mario el seductor,
el donjuán al que las musas jamás abandonan.
El mismo día que se cerraba el ciclo de conferencias aconteció un
hecho inaudito. Tras agradecer su presencia y pronunciar unas
palabras de despedida el presidente del ICI abrió el turno de
preguntas. De repente, como tocado por un rayo, se puso en pie un
personaje tosco de pelos enmarañados quien señalándolo con el dedo
índice le espetó: «eres un lameculos de los norteamericanos» ¡oh
Dios mío qué insolencia! En el salón de actos se hizo un
silencio sepulcral. Pero, ¿quién es este energúmeno que osa
mancillar la reputación de un escritor tan laureado? A
quemarropa el francotirador seguía disparando sus
acusaciones, lo llamó, si la memoria no me falla, de
«bastardo», «sátrapa» y «fariseo». La audiencia
murmuraba indignada, incluso algunos quisieron silenciarlo, pero no
hicieron más que enfurecer la fiera. Este tipo no era otro que el
polemista y escritor chileno León Canales, quien más tarde
se convertiría en uno de mis mejores amigos. D
esde luego que hay que tener agallas para plantarle cara a un
ser tan arrogante y pretencioso.
Sabotear un acto de tantos quilates no tenía precedentes. A Mario
le dio el patatús. Un mequetrefe lo insultaba en público, lo retaba
a duelo a él toda una eminencia extratosférica ¡qué humillación!
con soberbia y altanería se alisó el pelo e intentó mantener el
tipo pero ya no le dio tiempo a reaccionar. Mientras tanto don Luis
Yáñez Barnuevo le hacía señas a los bedeles para que cortaran el
micrófono. Se armó tal alboroto que tuvo que suspenderse el
acto de clausura. Vargas Llosa arropado por su corte de aduladores
se retiró por la puerta falsa, al tiempo que León Canales no paraba
de fustigarlo escupiendo epítetos de grueso calibre.
Qué gran lección recibí ese día: ¿por qué quedarnos callados cual
mansas ovejitas ante el ídolo intocable? Nuestro diosecillo cayó
del pedestal y se hizo trizas contra el suelo. En todo caso
los revolucionarios tenemos el deber y el derecho de reventar estos
actos que no son más que meros escaparates de vanidad y
egocentrismo. No hay que dejar títere con cabeza, no podemos
tolerar que estos impostores se apoderen del espacio público y
monopolicen los foros culturales. Que escarmienten y si quieren
organizar sus mascaradas que lo hagan en clubes privados bajo la
atenta vigilancia de policías y guardias de seguridad.
Hace unos días León Canales, quien se encuentra retirado en
Peguerinos, un pueblecito de la sierra de Ávila, me llamó por
teléfono -¿cachai? a ese concha de su madre del Vargas Llosa
le han dado el premio Nobel de literatura. ¡Qué repugnante! Habráse
visto tal desfachatez premiar a un individuo de tan baja calaña.
Desde luego que la academia sueca debe estár infiltrada por
miembros de la ultraderecha y la mafia de las editoriales.
Años después y por azares del destino vine a coincidir nuevamente
con Vargas Llosa en Puno, a orillas del lago Titicaca.
Resulta que el susodicho se encontraba allí de gira política
ya que se postulaba a la presidencia de la república por el
Fredemo (un partido afin a la ideología de Ronald Reagan y
Margareth Tatchert ) Justo ese día se celebraba en Puno la fiesta
de la Virgen de la Candelaria y Mario junto a su séquito quisieron
aprovechar la ocasión para repartir propaganda electoral ¡El
gran cambio! Vargas Llosa presidente 1990-1995. Ellos creían
que iban a ser recibidos en olor a multitudes, pero
calcularon mal la jugada y el tiro les salió por la culata. Los
indígenas y campesinos en el momento en que lo identificaron
arrebatados comenzaron a lanzarles toda clase de objetos: piedras,
palos, botellas, mazorcas de maíz, hasta el punto que Mario cayó de
bruces víctima del despiadado bombardeo. La muchedumbre le gritaban
de todo: waqrasapa(cornudo), ro
squete, allqo(perro) qanra (sucio) y el célebre escritor no
tuvo más remedio que escapar con el rabo entre las piernas
escoltado por la policía. Claro, esos bárbaros no comprendieron su
noble propósito de trasformar el país en la Suiza suramericana.
Mario el Tarzan de la selva que guía a la indiada por el camino de
la salvación.
Vargas Llosa para muchos es un referente indiscutible en el mundo
de la literatura, algo que no vamos a refutar. Lo que le
reprochamos son sus declaraciones oficiales y extraoficiales que
dejan mucho que desear. Mario no hace más que caer
contradicciones y ambiguedades, pues lo escrito con la mano lo
borra con el codo. A priori hay que distinguir entre el autor y su
obra, y el autor, en este caso, es un farsante, un soberano
hipócrita que sin compasión le clava una puñalada trapera a su
pueblo al mejor estilo de Judas o Bruto.
Este individuo perteneciente a la pequeña burguesía peruana,
cuya máxima virtud es imitar los patrones importados
de Europa o Estados Unidos, bien hubiera podido ser un
banquero, un obispo o un eminente doctor, pero por caprichos
del destino se inclinó por la vocación literaria.Algo que no
contó con el beneplácito de su familia pues una profesión de ese
tipo no le garantizaba un futuro acorde a sus expectativas.
Pero, ¿cuál es el secreto del éxito y la singularidad de sus
escritos se preguntarán ustedes? Mario construyó el eje de su
obra gracias a los filones creativos que se esconden en el Perú
profundo. Conjugó la magia indígena, las tradiciones y
costumbres mestizas, la viveza criolla y la irreverencia africana
para hilvanar la trama de sus novelas. Gracias al hábil uso de
técnicas narrativas y su incansable espítitu investigador rompió
con los moldes establecidos imprimiéndole un nuevo aire a la
literatura contemporánea. Mario realmente es un guaquero que se ha
apropiado de un incalculable tesoro: los modismos y la
picaresca de la jerga andina, costeña o selvática.
Hasta aquí todo es lícito y correcto porque de alguna u otra manera
todos participamos de la herencia de ese patrimonio intangible, un
arquetipo colectivo que por añadidura nos pertenece. Lo criticable
en Vargas Llosa es que agravie y desprecie de una manera tan
mezquina a su pueblo y por otro lado incline paciente la cerviz
ante los poderosos.
Si analizamos con atención los protagonistas de sus novelas nos
daremos cuenta que la mayoría son cholos, mestizos, sambos,
mulatos, indios aguarunas, quechuas, machiguengas, prostitutas,
maricones, delincuentes o soldaditos, es decir, los marginados,
personajes que tienen algo que contar y que reflejan con todo
el realismo la idiosincracia peruana.
Mal que le pese Mario es un mestizo que sufre un tremendo complejo
de inferioridad, ese estigma lo martiriza y por eso
reniega de tan noble origen. No acepta una parte de su ser, él es
un híbrido, un bastardo fruto de la unión de un conquistador
español con alguna concubina indígena. En sus genes lleva escrita
la sentencia: tiene rasgos andinos que lo delatan ¡qué
desgracia! a él le hubiera gustado ser químicamente puro pero
la cigüeña se equivocó de cuna. Una verdadera maldición que
inútilmente intenta exorcizar.
Para Vargas Llosa la historia de América comienza en 1492. Hágase
la luz y la luz fue hecha. Los españoles nos han legado su
cultura, su lengua, su religión y aunque hayan cometido algunos
desmanes, tenemos que sentirnos orgullosos de tamaña herencia. El
imperio inca,en minúscula, se dedico a sojuzgar pueblos, a
esclavizarlos sin piedad. La cultura indígena no dejó más que
algunas piedras, ceramios, guacos, momias y telas apolilladas. En
la historia del Perú no representa más que período
cavernario de nula productividad. Sus avances técnicos son
irrelevantes y ni siquiera desarrollaron la escritura o
descubrieron la rueda. Esa «utopía arcaica» como bien la definió en
uno de sus ensayos, donde impunemente escupió la memoria del amauta
José María Arguedas, está condenada al fracaso, es un obstáculo que
nos impide integrarnos de pleno derecho en la civilización
occidental. Esos salvajes analfabetas todavía no ha superado ese
estadio primitivo que lo r
elega a un papel meramente folklórico o artesanal. Algo
completamente incompatible con al idea de modernidad.
Nadie se explica como un autor que ha recorrido el Perú de
palmo a palmo, que lo ha novelado de manera ejemplar, sienta
ese odio fratricida ¡qué paradoja! En un análisis
psicológico diríamos que Mario sufre un síndrome de ambivalencia, o
sea, un estado en el que coexisten simultáneamente tendencias y
actitudes opuestas, como, por ejemplo, los sentimientos de
amor y de odio. En el campo intelectual el individuo enuncia
al mismo tiempo una proposición y su contraria. Él sostiene
que la escritura y la lectura nacen de un sentimiento de
inconformidad, «toda buena literatura es un cuestionamiento radical
del mundo en que vivimos» y por otro lado pregona la sumisión y la
mansedumbre. « por encima de todo deben primar los
valores democráticos reñidos con cualquier amago
revolucionario»
La metamorfosis de este «cipayo» es muy curiosa pues en su época
estudiantil se declaró abiertamente marxista- leninista, un rebelde
comprometido con la causa de los más pobres y oprimidos.
-Anticlerical, antimilitarista y antisocial- así lo
describieron algunos críticos literarios. Y al final vean ustedes
en lo que se trasformó el engendro: un burguesito amante de los
lujos y la buena vida. Mario el oligarca, el patrón, el
gamonal que se codea de tú a tú con la crema y
nata del poder establecido.
Mario sostiene que novelar es una forma de mentir.
Mentir,claro, eso es lo que es un mentiroso compulsivo, un
hipócrita, o sea, que todo lo que ha escrito es una mentira,
que todos los personajes que ha creado son caricaturas grotescas
capricho de sus masturbaciones mentales. Como un ventrilucuo
que le pone la voz a sus muñecos utilizádolos en una burda comedia.
No es más que un estafador cuyas palabras carecen de autenticidad.
«quien sabe mentir puede llegar a ser un gran autor» En efecto, él
es consciente de este juego maquiavélico de ficciones y
espejismos con el que ha triunfado.
Ese Perú mestizo donde se amalgama la cultura popular, el Perú,
indígena, criollo, negro, zambo,chino, japones, gringo, como
lo definiera magistralmente el poeta Nicomédes Santacruz:
«indio-blanqui-negro/blanqui-negrindios.Y negrindoblancos» un
crisol de razas con infinidad de matices, mezclas, músicas, bailes,
trajes regionales, platos gastronómicos: el cebiche, la chicha de
jora, la chicha morada, el cau cau , la papa a la huancaina, el ají
de gallina,el rocoto, la pachamanca y mil y un platillos que nos
cansaríamos de enumerar, el Perú dotado de un folklore
majestuoso: el huayno, el yaraví, el vals criollo, el landó, el
sikuri,la marinera, el Perú de infinita diversidad con sus 43
lenguas y dialectos, un país dotado de una naturaleza
prodigiosa, que va desde los desiertos costeros a las cumbres
andinas pasando por las selvas tropicales, a ese Perú
es al que esta sangüijuela con toda su concha basurea y
desprecia.
Nuestro adalid de los derechos humanos, el demócrata consumado no
es más que un vil impostor que cambia de máscara según la
conveniencia. Su postura no admite medias tintas: aprueba la
explotación y el expolio de nuestros países, defiende el
neoliberalismo y sus políticas privatizadoras, defiende
los intereses de los empresarios y especuladores. Las grandes
mayorías deben someterse a las leyes del sistema capitalista,
único camino posible para salir de la pobreza y el
atraso inmemorial.
Mario estaba predestinado a triunfar y por tal motivo se
marchó a París para levantar los cimientos del mito. A Europa
se fue a buscar el reconocimiento pues en ese paisito tan guachafo
y mediocre se sentía un incomprendido, Ese Peru provinciano no era
digno de una inteligencia superior pues un intelectual de su talla
merecía tocar el cielo con las manos.
Este caballero de fina estampa que reluce la acera al andar
andar, es un racista y xenófobo de primera categoría, este
mestizo apitucado ni siquiera se ruboriza al confesar tan sórdidos
pensamientos, un Llosa de los Llosas de Arequipa, el gamonal al que
le rinden pleitesía sus vasallos. « Porque sólo se
puede hablar de sociedades integradas en aquellos países en los que
la población nativa es escasa o inexistente, en donde los
aborígenes fueron prácticamente exterminados » Aunque parezca
mentira son tesis sustentadas por el nuevo premio Nobel de
literatura 2010, don Mario Vargas Llosa.
Mario es partidario de la eugenesia, el magistral escritor tan
preocupado por los derechos humanos es uno de los más firmes
defensores de la limpieza étnica y el apartheid. Algo que no
nos sorprende pues ya desde finales del siglo XIX los gobiernos
criollos estaban muy preocupados por incentivar la emigración
europea y repoblar el país con una nueva raza de
pioneros.
La eugenesia es una filosofía que defiende la pureza racial
Existe una raza superior, evidentemente blanca,
católica y apostólica, a la que Dios otorgó el privilegio de
dominar la tierra. La eugenesia pretende mejorar los rasgos
hereditarios humanos mediante la exclusión y la progresiva
desaparicion de las razas inferiores. Porque nuestro rancio
abolengo hay que conservarlo intacto y libre de asperezas. En otras
palabras, si el Perú quiere salir del atraso atávico no le queda
otra alternativa que blanquear la sociedad.
Algunos simpatizantes de dicha filosofía califican al
indio como un raza autóctona emparentada con los cuyes y
guanacos, el chino una raza importada que en la demografia
del país no puede ser más activa y peligrosa, los negros
semi-humanoides vagos y perezosos y la raza blanca, más
o menos acriollada, no hace valer su superioridad étnica y se
ve impotente para vertebrar la nación.
Existen métodos eficaces para exterminar las «razas inferiores» y
reemplazarlas por emigrantes europeos, a ser posible arios, sanos,
bellos e inteligentes. La eugenesia aconseja la esterilización de
las personas defectuosas o especímenes indeseables que representan
una onerosa carga social. Sin ninguna consideración se debe aplicar
el aborto selectivo pues los altos índices de fertilidad de
los nativos son contraproducentes. Lo fundamental es que esta plaga
no se reproduzca pues son portadores de taras genéticas como el
enanismo, el cretinismo y su coeficiente intelectual es casi
nulo. Los indígenas son una raza degenerada por el alcoholismo y la
adicción a la coca e incompatibles con la idea de prosperidad y
desarrollo. El hombre nuevo debe ceñirse al canon
europeo o americano: 1.80 metros de estatura, rubios, de ojos
azules y piel blanca más blanca que la leche, ¡carajo! Como
comprenderán este es un proceso doloroso pero, que a largo plazo,
dará sus fr
utos.
Históricamente la costa peruana ha tenido un desarrollo superior
gracias al protagonismo de la raza criolla,
mientras que la sierra poblada por indígenas se ha
visto relegada a la miseria absoluta. Cuando los
«cholos» comenzaron a emigrar a la capital no hicieron más
que ensuciarla, invadieron los terrrenos baldíos levantando sus
tugurios de cartón y esterilla donde fundaron sus antros de
prostitución y la delincuencia. Los serranos son unos resentidos
sociales que necesitan recuperar su estima.
Y en el colmo del cinismo la academia sueca anuncia que le
otorga el premio Nobel 2010 a Mario Vargas Llosa por « la
cartografia de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de
la resistencia individual, la revuelta y la derrota del individuo»
¡a este mercenario lo catalogan como un escritor
comprometido!
Me imagino a Mario el prestigioso profesor de universidades como
Queen Mary College, Kings College of London, Cambridge,Washignton
State, University of Columbia, Smitshionan institution,
Siracusa, Princenton, Georgetown, Destuche Akademischer,
adoctrinando a sus cachorros, dictando cátedra a sus anchas y
exponiendo sus geniales teorías . Quién va a dudar de la
palabra de un genio renacentista que domina las artes y las
ciencias, la historia, la literatura, la poesía, los derechos
humanos, la ecología, la filosofía, la política, quién va a
dudar de una lumbrera que habla 7 idiomas y que ostenta un
deslumbrante curriculum.
En el año 1983 Mario fue designado por el gobierno y el
estado mayor del ejército como jefe de la comisión investigadora
para esclarecer el crímen de los 8 periodistas en Uchuraccay.
(un suceso que conmocionó a la sociedad de la época) Este es otro
ejemplo más de su ineptitud pues Mario se limitó a suscribir
el informe redactado por las fuerzas armadas que exculpaba a
los ronderos o paramilitares, instruidos por ellos mismos,
de la masacre. En conclusión los únicos responsables de
tan horroroso crimen fueron los miembros de la comunidad
quechua parlante -indígenas sanguinarios que dieron rienda
suelta a sus más bajos instintos ensañándose con las víctimas –
«Todos los peruanos somos culpables de la tragedía pues no
supimos civilizarlos» Años después utilizó los archivos del
proceso para escribir su novela «Lituma en los Andes»,
ganadora, por encargo de la mafia editorial, del premio
planeta 1993.
Mario goza de un extenso prontuario plagado inmoralidades y
plagios, (la fiesta del Chivo, La guerra del fin del Mundo, El
paraíso en la otra esquina) evasión de impuestos y lavado de
dinero. Perseguido por el gobierno de Fujimori, quien lo acusó de
traición a la patria, se autoexilió en España. De inmediato, la
monarquía y el gobierno socialista encabezado por Felipe González
le otorgaron la nacionalidad española. Por las venas de Mario corre
la sangre azul de un viejo hidalgo Pero nuestro viejo hidalgo
no hace más que sorprendernos pues está implicado en la trama
de corrupción del Partido Popular, mejor conocida como « el
caso Gurtel » donde tuvo una estrecha relación con el
exalcalde de Boadilla del Monte, el señor Arturo González Panero
acusado por el juez Garzón como uno de los cabecillas de la
mafia inmobiliaria. (ver foto adjunta)
Vargas Llosa no es cualquier guevón y se ha rodeado amigos, de
«patas», de «yuntas» de reconocido prestigio entre los que caben
destacar el expresidente del Salvador Francisco Flores, miembro del
derechista ARENA, al expresidente checo Václav Havel que
entregó su país a las a las multinacionales y está acusado de
corrupción, del expresidente español Jose María Aznar, criminal de
guerra y fiel de lacayode George Bush, al derechista Sebastián
Piñera, heredero del pinochetismo, de Uribe Vélez, el genocida
colombiano, del Rey de España y la reina doña Sofía, a quien
las malas lenguas señalan como su amiguito secreto, miembro
de la fundación ultraderechista Faes donde desempeña el cargo de
consejero, padre putativo de la fundación hispano -cubana,
compadre de Carlos Alberto Montaner y Mas Canosa,
patrono de honor del partido ultraderechista Unión Progreso y
Democracia de Rosa Díez y una extensa lista de personalidades
e instituciones. Mario el poeta
cortesano, el tenterillo palaciego que le hace las gracias a
los banqueros, a los reyes, a los oligarcas.
Por otro lado nuestro paladín se ha convertido en un crítico
acérrimo de la revolución cubana, la revolución nicaraguense o
cualquier forma de resistencia que amenace el orden establecido.
Incansable detractor de los gobiernos izquierdistas
latinoamericanos a los que califica de «despóticos y autoritarios»
el presidente venezolano Hugo Chávez, es un «abobinable
dictadorzuelo» Evo Morales,el presidente de Bolivia, « un
pobre pastor de llamas», a Correa, del Ecuador, «demagogo
populista», a Fidel Castro «el satán caribeño» «Toda
esta banda de forajidos hunden a sus pueblos en el fango de
la miseria». «La ideología izquierdista es muy
perniciosa para la juventud pues siembra en sus corazones al
semilla del odio y la violencia. La utopía no existe,
la revolución es un mito, y gusteles o no les guste tras la caída
del muro de Berlín y el fin de la guerra fría la única potencia
hegemónica es los EE.UU. Y Menos mal porque ellos garantizan
la
paz, la libertad y la pervivencia del sistema democrático»
Aunque todo se derrumbe, vive feliz, no luches, el destino ya
está escrito; mira la televisión, carga tu teléfono celular y
conéctate a internet.
Vargas Llosa nació para ser un triunfador, su fama le precede;
dinero, viajes, damas de honor, reconocimiento público, cenas
en los mejores restaurantes, mansiones en Londres, Madrid,
París, New York, San Juan, Lima y un multimillonario patrimonio que
se reparte entre los negocios inmobiliarios y cuentas secretas en
paraísos fiscales. ¡A la orden de vuecencia! al peruanito se le ha
puesto cara de momio y ya pronuncia correctamente las c y las z.
Todo un aristócrata de la Moraleja que le tira las orejas a los
inmigrantes: « portaos bien que la madre patria os brinda
cobijo ¡hostia! » Con el pasaporte español en la mano, el
pasaporte europeo, el pasaporte diplomático que le regaló el rey de
España. «la ley de extranjería debería aplicarse con mayor
rigor porque España con tantos intrusos corre el riesgo de
perder su esencia. Aunque a regañadientes tenemos que aceptarlos
pues sino quién limpiará nuestras casas, quién cocinará,
quién cortará la yer
ba del jardín, quien sacará nuestro perros a
pasear»
La derecha española lo esgrime como su glorioso timonel, todo un
premio Nobel en sus filas ¡qué distinción! un serrano
arequipeño o «characato» se ha convertido por arte de magia en el
sumo pontífice del nacionalismo español, superado incluso a Jose
Antonio Primo de Rivera. ¡ver para creer! Un converso enfundado en
la armadura de Pizarro que con ardor guerrero grita ¡arriba
España! «Los nacionalismos han inundado el mundo de sangre. Los
separatismos vasco, catalán o gallego son perniciosos e
incompartibles con la idea de la España una grande y libre.
Nuestra patria está en peligro. Elegid entre el orden o el
caos» Este agente a sueldo del imperialismo norteamericano y
del sionismo internacional no se muerde la lengua y condena a
todo aquel que ame su tierra. El amor por el terruño es un
delito, quien hable una lengua distinta y con coraje defienda
sus señas de identidad es un terrorista en
potencia.
Los sabios doctores reunidos en Estocolmo han elegido a
Vargas Llosa como el caudillo de las letras universales,
su nombre pasará a la posteridad grabado en letras de
oro junto al de Cervantes, Shakespeare o Dante. Mario
Vargas Llosa en mayúsculas, ¡loado seas, mi señor! la verdad
de las mentiras ha triunfado, el super -ventas, el best- seller con
millones de libros publicados y traducidos a más de 50 idiomas,
ganador del premio Príncipe de Asturias de las letras 1986,
del premio Cervantes 1994, con birretes de doctor honoris causa por
ni se sabe cuantas universidades, condecorado con todas las
medallas habidas y por haber; el sol del Perú, la cruz de
diamantes, el tisón de oro, la legión de honor de Francia,
miembro numerario de la Real Academia Española de la Lengua.
¡Qué más quieren panda de envidiosos!
Pero quizás su obra cumbre sea el haber procreado a su hijo
Alvarito, el heredero al trono. Alvarito Vargas Llosa el clon
perfecto, la ovejita Dolly, un niñito neoliberal y
anticomunista como papí, el young global leader y actual
presidente del Center on global Prosperity in
Washington DC (to bring together the intellectual, moral,and
practical analyses necessary to shed ligth on the viability of
market) De tal palo tal astilla.
En su discurso de aceptación del Nobel se vestirá con su disfraz
favorito, pondrá cara de mojigato y pronunciará, con el mismo
acentico pituco de la conferencia en el ICI hace ventitantos años,
un sermón plagado de metáforas poéticas, un canto a la
libertad, la justicia, la democracia y todas esas
pendejadas. Versos floridos que hieden, tanta verborrea nos produce
náuseas. El profeta de la utopía capitalista donará su premio a los
niños pobres y desnutridos. Seguro se le caerán las
lágrimas cuando en el Konserthuset de Estocolmo, el rey Carlos
Gustavo de Suecia ciña sus sienes con la corona de laurel.
Entonces, se desatarán los aplausos y las ovaciones por un traidor,
por una ruin cucaracha que renegó de su origen y vilmente
humilló a su pueblo.
Carlos de Urabá 2010
Investigador de Colombia
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