Fuente: Terc3ra
Para Lula, este resultado representa una concientización del pueblo brasileño en relación a los impactos de las reformas.
La huelga general de este viernes (28) ya es considerada por la Central Única de Trabajadores (CUT) como la mayor movilización de la historia de Brasil, y estima que cerca de 35 millones de brasileños dejaron de trabajar. Para el presidente de la CUT, Vagner Freitas, esta es la mayor huelga laboral ya realizada en el país, y la comparó con el movimiento de 1989, cuando 35 millones de trabajadores paralizaron sus trabajos. “Aun no hay una estimación, pero la central cree que va a sobrepasar ese número”, dijo Freitas al portal Congreso en Foco.
Desde las primeras horas de la mañana de este 28 de abril ya era posible sentir el clima en diversas ciudades del país, con calles vacías, metros y trenes parados, fábricas cerradas, buses en los garajes y carreteras bloqueadas. La huelga general tuvo gran adhesión en las más diversas categorías de trabajadores, afectando significativamente la movilidad en São Paulo, Rio de Janeiro, Belo Horizonte, Fortaleza, Curitiba y prácticamente todas las grandes ciudades del país.
No existen números disponibles sobre el total de trabajadores en huelga, pero lideres sindicales festejan el éxito del movimiento y no tienen dudas de que millones de personas dejaron de trabajar hoy en Brasil. Decenas de categorías adhirieron al día nacional de paralización, parando transporte, escuelas, bancos e industria en todo el país. Establecimientos de salud – hospitales, unidades básicas, primeros auxilios –, donde no se puede paralizar 100%, los trabajadores van a hacer turnos semejantes a los de fin de semana, priorizando el atendimiento de emergencias.
Las movilizaciones son para denunciar los recortes de derechos promovidos por las reformas laborales y de las pensiones del gobierno golpista de Michel Temer (PMDB).
En entrevista con la Radio Brasil Actual esta mañana, el ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva consideró la huelga contra el gobierno Temer un “éxito total”. Él resaltó que las calles de São Paulo y de São Bernardo do Campo, en ABC paulista, donde reside, están vacías, una señal de que “las personas resolvieron paralizar en protesta contra el recorte de derechos, contra la reforma laboral, la reforma de las Pensiones, el desempleo y la reducción de salarios.”
Para él, ese resultado representa una concientización del pueblo brasileño en relación a los impactos de las reformas del gobierno federal. “La huelga tuvo adhesión de la ama de casa, de los trabajadores del pequeño comercio. El movimiento sindical y el pueblo brasileño están haciendo historia”, resaltó. “Ni en domingo las ciudades tienen tráfico tan leve como el que vi hoy. El pueblo se quedó en casa. Las personas no necesitan ir a la calle en día de huelga. Esto es una clara demostración de que las personas resolvieron paralizar en protesta contra el recorte de derechos que el gobierno viene haciendo. Es una satisfacción saber que el pueblo brasileño está tomando conciencia”, afirmó.
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