La muerte es una ciencia cuyo mayores alardes son debidos a la casualidad. En ella, la necedad humana a logrado descubrir cuan pequeño somos.
Se muere Carlos Andrés Pérez, en el azar del entretiempo entre el desayuno y el almuerzo; la prensa del día 27-12-2010 reseña que luego de esto, sus dos mujeres, la legitima en Caracas y la otra Miami y se pelean por definir el lugar de su ultimo domicilio.
Supongo ganará en la insensata puja quién conoce que sus últimas gratificaciones y deseos se cumplieron con apoyo de quienes en los Estados Unidos siempre fueron sus padrinos, directos mandantes y financistas.
Toda este vida del “Policía Pérez”, como se le denominaba en la Revista Reventón, 1971, tiene la estructura de una opereta tropical, mas cercana a Mack de Knife que a Fausto, mirémosla en Movimientos:
Primer Movimiento: Capricho, dubitativo y temible
Tuve la primera experiencia sobre CAP cuando recién comenzaba en 1960 a actuar en política desde la UCV. Él era Ministro del Interior titulo desde donde con implacable eficacia e hizo suya la fráse, atribuida a Rómulo Betancourt, que ya criticó Manuel Caballero en un articulo de 1971, de “disparar primero y averiguar después”, “disparar a quien se encontrase merodeando un cuartel”.
Los resultados de esa bárbara, como injustificable practica, en mi experiencia, fueron la muerte de mis compañeros de aula, Livia Gouverner y Eduardo Montesinos, sin dejar de contar a otros de mi generación, que también rindieron su vida por la mera disidencia política; en ese momento no había manitas blancas para aplaudir rítmicamente ni cámara de televisión que gratificara la banalidades de los niños bien como ahora. En ese oscuro periodo nada había que registrara medíaticamente la violencia desatada. Además los que nos exponíamos sabíamos los riesgos, pues todas las policías estaban armadas y bien armadas para disolver cualquier muestra de oposición dirigida contra lo que se anunciaba como política de compromiso y apoyo a las órdenes y critica de la presencia del Pentágono en Venezuela.
No fueron pocos a los entierros a los cuales asistí en esta época del Ministeriato de CAP, la constante en todos ellos era la pancarta que decía: “Asesinado por la Digepol”, foto-testimonio reseñado por la Serie Asfalto-Infierno del Techo de la Ballena (1962) y todos las pintas de la Serie Muro Activo, que sencillamente llamaban a CAP: “Vendepatria”, actores y testigos de lo que se afirma son: Edmundo Aray, Rafael Cadenas, Gonzalo Castellanos, Don Rodolfo Izaguirre, Ramón Palomares, Jesús Sanoja Hernández, Adriano González León, Helena Feil, Mary Ferrero Miyo Vestrini, quienes mucho resentían y temían de la furia policial de los cuerpos que dirigía CAP; Caupolican Ovalles, tuvo que huir a Colombia por escribir un poema: Duerme Ud. Sr. Presidente igual suerte padeció Pedro Duno por su libro “Los doce apostoles”.
Perez por primera vez utiliza policías cubanos, gusanitos, que se habían escapado a Miami y de allí los trajo y financió para reprimir y torturar: piezas de su zoológico, Luis Posada Carriles, Orlando Bosch y Orlando García, entre otros. Revisar El Techo de la Ballena Antología, Colección 40 Aniversario Edit. Monte Avila 2008. Estos intelectuales sabían del policía Pérez, como el pintor Pedro Rojas a quien le cortaron las manos, al escritor Efraín Labana Cordero lo enterraron vivo y a Víctor Ramón Soto Rojas lo tiraron desde un helicóptero. Además de los muchos que fueron encarcelados o exilados. Ojala que a la oposición actual venezolana nunca le apliquen un régimen tan cruel como ese, como dice Luis Britto García.
El periodo de Betancourt-Pérez reinventó, en “democracia”, una nueva participación activa en nuestra política de esa agencia de la tortura y la muerte que es la CIA, tal y como lo describe Tim Weiner en “Legado de Cenizas”, Pag. 198, momento cuando en 1962, se decidió el asesinato del Presidente Jagan de Guayana, contemplado en el documento de la política de la contrainsurgencia, que sumaba, “mas operaciones encubiertas en Vietnam, Laos, Tailandia, Bolivia, Colombia, Republica Dominicana, Guatemala y Venezuela” . El asesor Mac Cone le dijo al Kennedy al momento de entregarle el Plan: “Es una maravillosa colección o diccionario de sus crímenes”, añadió Bundy con una carcajada.
Con la mismo emoción fue recibida sin lugar a dudas en Venezuela la orden política, de este Diccionario, que junto a la frase de Betancourt “disparar primero y averiguar después”, le daba pasaporte a Carlos Andrés Pérez (CAP) en el santuario del campo santo de la política nacional con reconocimiento publico de planear y ejecutar interminables asesinatos, violencia y allanamientos que tan popular y detestado hicieron a CAP en la época. Es un periodo de triste recordación
Segundo movimiento: Valse, presto vivace
Después de actuar como Ministro del Interior pasa de la policía a la política y llega a ser Jefe de la Fracción Parlamentaria de Acción Democrática en el Congreso, sobre esta actividad es bueno rescatar lo que dice la Revista Reventón del 18 de Mayo de 1971- No. 2. Pag. 15, cuando se oponía a Copey (Rafael Caldera): “La agresividad política de Carlos Andrés Pérez, por lo menos en lo que respecta a COPEI, no pasa de ser paja de la mejor calidad, buen alimento para asnos, pero absolutamente indigerible para seres humanos”, “no pasan de paja y jaquetonería”. Esta noticia recoge cual pudo haber sido su papel como congresista, cuando en sus narices metieron preso a Richard Izarra por un articulo de 1.111 caracteres , y el jefe de la fracción adéca, de la “acción democrática”, no dijo absolutamente nada.
Entonces ¿adonde mira el demócrata ante la irracional detención de un periodista por lo que escribió?. Periodo pajoso de la vida de CAP en el Congreso, salvo que le sirvió para adentrarse en el mundo de tramoya adeca, de la cual esperaba apoyo para su lanzamiento como candidato presidencial.
Veamos este segundo movimiento en la vida de Carlos Andrés Pérez su primera presidencia, es decir en 1974, gana las elecciones con el lema de “Este hombre si camina”.
Para la jugada, en síntesis los publicistas le convierten la imagen, es ahora un “rejuvenecido”, mujeriego, hiperactivo sexual, parrandero de buenos gustos, sin patilla, colmillos amolados, un pícaro hombre con energía. Con ello evitaron que los jóvenes y nuevos votantes les llegase alguna referencia histórica de su criminal pasado como ministro policía, polarizan la campaña entre el “joven adulto” CAP y el anciano puritano Lorenzo Fernández y gana el bribón salta charcos disfrazado de honesto con chaquetitas de colorines.
Inicia el periodo y para “su fortuna” se produce un aumento inusitado de los precios del petróleo. Con este alarde de dólares inicia la “locura de la Venezuela Saudita”.
Negociado y lucro que permite maravillas para los financistas de Pérez. Entre otros, el exiliado de Copey, Diego Arría, quien se atornille a Pérez y la hace conocer el “tout Caracas” y lo empista por la ruta de la blancura y demás aromas motivantes. Doble beneficio, uno, reconoce un confortable nuevo mundo y el otro fortalece su fortuna y negociados futuros, qué, cual buen atenido, aun lo mantienen en la cuerda floja de los bon vivants.
Es tal la magnitud de los ingresos petroleros que decide buscar maneras de canalizar los ingresos adicionales y tomar medidas de urgencia, pidió al Congreso Nacional le otorgaran poderes extraordinarios en una Ley Habilitante en materia económica. Sin tener ningún tipo programa ni menos intereses, animo o ideología que lo impulsara buscarle vías para pensar en la resolución de problemas como la pobreza crítica; todo lo contrario se lanza por otro barranco, el de la frivolidad, buscando y tramposamente ser mirado como líder continental, campaña en la que también fracaso, al equivocarse y regalar el Barco Sierra Nevada a Bolivia, única republica que no tiene costas marítimas. Mayor locura e incompetencia imposible.
El hombre que había dicho que iba a administrar la “riqueza con criterio de escasez” Pérez creó, bajo la Ley Habilitante, el Fondo de Inversiones de Venezuela. Aquí se logra entre el partido de gobierno y la oposición un matrimonio de conveniencia: te doy apoyo y leyes y tu me das contratos y le damos no hit no run a los desamparados de siempre. Este desaguisado financiero produce otro de los latrocinios mas notorios de nuestra vida republicana, amamantar sus “Doce Apóstoles”, truhanes que todavía no han rendido cuenta de los créditos que recibieron y nunca pagaron.
Como Presidente, se apoyo en AD e inicia algunos amagos socializantes. Total “había rial p´a botá” así se destacan los expropiaciones y nacionalización petrolera y de la Siderurgica del Orinoco. Por cierto la respuesta al final discurso de CAP que terminaba con ¡¡ Manos a las Obras¡¡ , el pueblo la muletéo como: “Manos a las sobras”.
Ironía que daba cuenta del oneroso negociado que se hacía con esta aún dudosa operación. Otra cuenta que CAP tiene con la historia en el tema del manejo de los reales.
Por cierto, fue tal el desbarajuste que para la campaña de 1978, que conduciría a Luis Herrera a la presidencia de la República, la frase ¿Dónde están los reales?, permitió preguntar que había sucedido con ese dinero que obtuvo CAP por la Ley Habilitante y se evaporó a las cuentas de los citados Doce. La frustración fue el producto final que los venezolanos saborearon.
Tercer Movimiento: Capricho maestoso, Pérez incoronato
Inicia su segundo período muy mal asesorado. Si en el primer mandato logró éxitos notables con su manejo de imagen, en este caso todo fue fatal. Pareciera no haber entendido el estado de animo de la masa, cansada de gobiernos cuya ineptitud y falta de sensibilidad social estaban esperando algo diferente y aunque fuera, tener una minima participación en las decisiones. E inició su mandato con un acto en el Teresa Carreño que todo el mundo calificó como “La Coronación de CAP”, hasta la marcha triunfal de Aída es escuchó.
Él se negó a abrirse al pueblo y prefirió juntarse con un grupo de yupies y agentes del IESA (Miguelito Rodríguez) y hasta activistas pertenecientes al poco aceptado Grupo Billderberg (Moisés Naim), todos asiduos a la Embajada estadounidense, quienes impusieron su receta Fondo Monetarista a saber: a liberación de las tasas de interés activas y pasivas en todo el sistema financiero hasta un tope temporal fijado en alrededor del 30%; la eliminación de la tasa de cambio preferencial; determinación de la tasa de cambio en el mercado libre de divisas y realización de todas las transacciones con el exterior a la nueva tasa flotante; liberación de los precios de todos los productos a excepción de 18 reglones de la cesta básica; incremento gradual de las tarifas de servicios públicos como teléfono, agua, electricidad y gas doméstico y sinceración general de precios de las empresas públicas; aumento anual en el mercado nacional durante 3 años de los precios de productos derivados del petróleo, con un primer aumento promedio del 100% en el precio de la gasolina; aumento inicial de las tarifas del transporte público en un 30%; aumento de sueldos en la administración pública central entre el 5 y el 30% e incremento del salario mínimo a Bs. 4.000 en el área urbana y a Bs. 2.500 en el área rural.
Como para gritar: “no me echen mas cartas”
Como efecto de la presión a que sometieron al pueblo se produce la sublevación conocida como El Caracazo, que dejó por intervención del ejercito bajo el mando del General Ministro Italo del Valle Alliegro, más de un millar de muertos. Las evidencias de todo están para nuestra angustia en las magníficas fotos de Frasso. Luego, debilitado, Pérez sufrió dos violentas rebeliones cívico-militares, la primera el 4 de febrero de 1992 y la segunda, el 27 de noviembre del mismo año. El alto mando permaneció leal a la democracia y las intentonas golpistas fracasaron. Los sublevados, entre ellos el actual presidente Hugo Chávez, fueron a la cárcel. En la Cuarta cualquier intento o complot se pagaba con la vida o con carcel, las evidencias que guarda Manuel Quijada son datos, pruebas no opiniones o pareceres.
Cuarto Movimiento: allegro grazioso, Juicio terrenal
El ambiente político era propicio, pero el sol que le pegaba a Perez en la espalda, espantaba. Es el momento menguado que espera quien lo acusa y lleva a juicio; el Fiscal General de la Nación Escobar Salom, extraña criatura de la política venezolana, tan habilidoso que fue capaz de ocupar posiciones en todos los gobiernos de la Cuarta República y que en este caso se vengaba de una jugarreta que CAP le había proferido en su anterior gobierno y él guardaba en hiel para soltarlo, cual Macagua, y este fue el momento propicio.
Se inició su juicio y en marzo de 1993 el fiscal general de la República introdujo una acusación en su contra por malversación de 250 millones de bolívares de la partida secreta, por cuyo manejo era responsable. El 20 de mayo siguiente la Corte Suprema de Justicia dictaminó que había méritos suficientes para su juicio, por lo que el Congreso Nacional resolvió destituirlo para que continuara dicho proceso.
Una vez retirado de la Presidencia de la República fue consignado en el Retén Judicial de El Junquito y de allí, que termina como juicio histórico por ser el Primer Magistrado de la República en ser condenado (30.5.1996) por malversación de fondos públicos; la Corte Suprema de Justicia lo condenó por malversación genérica agravada, a dos años y cuatro meses, de arresto domiciliario. Bajo los cargos de corrupción el Congreso procedió a declarar vacante el cargo. Tras ser destituido, Carlos Andrés Pérez, fue consignado en el Retén Judicial de El Junquito, una cárcel preventiva, y de allí pasó a cumplir arresto domiciliario en su casa caraqueña, por tener edad avanzada.
Es ya un personaje decadente que no supo retirarse a tiempo y hasta sus compañeros de partido le dan espalda y abrieron calle a la traición.
Finale: Requiem, piadoso y con poco brío
¿ Por que no muere CAP en Venezuela¿, ¿quien se lo impide¿. Nadie, él mismo decide retirarse, ¿cómo hacer si no cuenta siquiera con el apoyo de los mismos adecos?. Para algunos analistas son los mismos adecos quienes lo condenan. De forma qué, cual podía ser su futuro, sino quedarse en las manos protectoras de quienes sirvió de contrafuerte para evitar el avance de aquello que el neoliberalismo mas detesta: un pueblo actor, activo, mlitante y participativo.
Una vez liberado salió del país como expatriado o jarron chino. Estuvo en República Dominica, Nueva York y por último en Miami, donde acaba de morir. Ojala que sus restos y la contabilidad con la parca le permitan algún descanso.
Invoquemos esta missa piadosa: Ya muerto, ya de pie, ya inmortal, ya fantasma,/ se presentó al infierno que Dios le había marcado, / y a sus órdenes iban, rotas y desangradas, / las ánimas en pena de hombres y de caballos / Jorge Luis Borges
tuliomon@gmail.com
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