Mijaíl Leontiev dedicó su crónica en el canal 1 de la televisión rusa a la teoría de Thomas Barnett. Lo que en 2001 parecía sólo una elucubración de intelectual trasnochado está en aplicación en estos días. Todos tendrán que revisar su visión de las guerras de los 16 últimos años.
Trump pronunció un discurso ante la Asamblea General de la ONU. Como decía Saltikov-Shchedrin [1]: «Cuando gente agradable esperaba de él ríos de sangre y masacres, lo que hizo fue comerse un dulce.»
Video:
«Las naciones fuertes y soberanas permiten que todos se realicen y que conozcan toda la riqueza de la vida que Dios propone. En Estados Unidos no tratamos de imponer a nadie nuestro modo de vida sino que queremos hacerlo brillar para que todos lo vean como un ejemplo.» [2]
¡Hurra! Nos dejó un poco en paz. ¡En el pasado habría aspirado a imponernos una imagen resplandeciente! Pero ahora ha abandonado ese tipo de ambición. Al mismo tiempo, fíjense bien, «borrar de la faz de la Tierra» y «derrocar regímenes» son cosas que siguen de moda. Trump amenaza con destruir Corea del Norte e Irán y con derrocar el régimen venezolano… pero, ¿tratar de imponer un modo de vida? Por supuesto que no.
Video:
«No se seguiría haciendo la guerra contra Estados precisos en función de su situación política sino contra regiones del mundo porque se ha programado la destrucción de esos Estados. Por supuesto, van a comenzar por un Estado en particular, y luego otro, pero seguirán hasta que se extienda la infección y todo se derrumbe, como hoy podemos verlo en el Medio Oriente ampliado. Es una política cuya aplicación comenzó el 11 de septiembre de 2001 y no supimos entender las consecuencias de lo sucedido aquel día. Desde aquel día, no se ha terminado ninguna de las guerras de Estados Unidos», dice el politólogo francés Thierry Meyssan [3].
Y es cierto. ¡Desde hace 16 años, no se ha terminado ninguna de las guerras estadounidenses! Al erudito y especialista en temas del Medio Oriente Thierry Meyssan lo presentan como un «conspiracionista». Y simplemente nos señala que no hemos observado el cambio radical de la estrategia estadounidense desde el 11 de septiembre.
Video:
«El neoimperialismo de Estados Unidos no aporta nada, ni a los “Estados estables”, ni a los del “tanque de recursos naturales”. Los países estables tendrán acceso a los recursos sólo recurriendo al ejército estadounidense, mientras que los del tanque de recursos serán destruidos por completo, sumidos en el caos», prosigue Thierry Meyssan.
Este es el mapa del infierno al que se refiere Meyssan [4]. Este mapa aparece en el libro del profesor Barnett, estratega y divulgador que fue asistente del almirante Cebrowki, el director del Departamento del Pentágono para la Transformación de las Fuerzas Armadas. Prácticamente toda África, Centroamérica y Latinoamérica, exceptuando Brasil y Argentina, quedan en la zona de países «no integrables» condenados al caos. También están, naturalmente, todo el Medio Oriente, con Turquía, el Golfo Pérsico, Irán y Pakistán, todo el sudeste asiático y los Balcanes, menos Grecia. Prudentemente, no incluye a Rusia, la India y China en la «zona de pesadilla».
Video:
«El poder del Leviatán [5] sólo debe desatarse de vez en cuando. Pero esto es lo que ustedes pueden prometer a los estadounidenses, a nuestros conciudadanos y al mundo entero. Si liberamos ese Leviatán, prometemos que os garantizamos, inmediatamente después, la instalación de la gobernanza funcional. No deben ustedes planificar una guerra si no esperan encontrar la paz», afirma el analista político estadounidense Thomas Barnett [6].
¡Y heredarán el Reino!
Para los que son un poco lentos para entender, la «gobernanza funcional» no es más que la administración por fuerzas de ocupación… única y exclusivamente estadounidenses.
Para los conocedores, ¿qué tipo de administración estadounidense se puede ofrecer a los «territorios no integrables»? La respuesta está en la expresión «no integrables». ¡Ya está dicho!
¿Y por qué desearía el planeta un «ejemplo» que viniera de ellos, de quienes piensan vivir de la miseria de los demás?
Permítanme que cite nuevamente a Meyssan:
«Ninguna de las guerras iniciadas después del 11 de septiembre ha terminado aún.»
Comentario