En el transcurso del 1 de octubre no solo hubo urnas en Catalunya. Portugal se enfrentaba a sus primeras elecciones municipales desde que la coalición de partidos de izquierda tomara el poder. Desde entonces, la marcha económica del país parece mejorar a la misma vez que se huye de las politicas de austeridad. Esa mejora parece haberse traducido en un incremento en el apoyo al Partido Socialista de Portugal (PS). El partido del primer ministro António Costa ha obtenido un 37,7% de los votos, el mejor resultado de la historia del partido. Un 2% más que en las anteriores elecciones municipales de 2013.

El Partido Social Demócrata (PSD) de Pedro Passos Coelho ha sido el primer afectado de este incremento de su rival político. Con un 16% de los votos se queda muy por detrás del PS. Este pésimo resultado, con batacazos en la lucha por las alcaldías de Lisboa y Oporto, pone contra las cuerdas a Coelho al frente de su partido.

La batalla por la capital también fue para el PS. Fernando Medina repetirá como alcalde tras conseguir más del 40% de los votos. La candidata del PSD, Teresa Leal Coelho, quedó tercera en las votaciones con un 11%. En la segunda ciudad en disputa, Oporto, el triunfo fue para el candidato independiente Rui Moreira, que ha obtenido la mayoría absoluta.

Los resultados, tan positivos para el partido de Costa, no lo han sido tanto para sus socios en el tripartito de gobierno. El Partido Comunista (PCP), integrado en la coalición CDU con los verdes, han obtenido un 8,5% de los votos y ha perdido 10 ayuntamientos en comparación a los comicios anteriores, seguido muy de cerca por el partido de centro-derecha Partido Socialdemócrata (PSD). El Bloco d’Esquerda solo ha sacado un 3,3% de los votos y no ha obtenido ninguna alcaldía. La abstención, un año más, fue la gran vencedora de estas elecciones municipales. Un 47% de la población no fue a las urnas este domingo.