Fuente: Iniciativa Debate
La canciller alemana, Angela Merkel, ha anunciado este domingo que su país ha dado por terminada la venta de armas a Arabia Saudí mientras no se esclarezca lo ocurrido en torno a la tortura y brutal asesinato del periodista Yamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul. Un consulado que casualmente (o causalmente) contaba en ese mismo momento con la presencia del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, el amigo del rey de España, Felipe VI.
“Primero, condenamos este acto en los términos más contundentes. Segundo, hay una necesidad urgente de aclarar lo sucedido y todavía estamos muy lejos de saberlo. En lo que respecta a las exportaciones de armas, éstas no pueden ocurrir en las presentes circunstancias”, ha declarado Merkel durante un mítin de su partido Unión Cristiano Demócrata.
Asimismo, el ministro de Exteriores alemán, el socialdemócrata Heiko Maas, también ha demandado el fin de la venta de armas a Riad, según informa Político. Maas ha afirmado que hay “contradicciones” en la explicación oficial que ha dado la monarquía saudí. “Primero se dijo que el periodista saudí había dejado el consulado, ahora se dice que sí murió”, ha manifestado.
La misma opinión es compartida por el compañero de partido de Merkel, Norbert Röttgen, que asegura que “si no hay consecuencias decisivas, también en términos de poder en el liderazgo de Arabia Saudí en un futuro muy cercano, entonces tiene que haber una cancelación de todas las exportaciones de armas, incluso de aquellas que ya han sido autorizadas”.
Reino Unido, Francia y Alemania han emitido este domingo un comunicado conjunto en el que los tres países tachan de “injustificable” el asesinato de Yamal Khashoggi, que condenan “en los términos más contundentes posibles”.
Los tres países exigen una “aclaración urgente de lo sucedido exactamente” con el reportero. Además, piden a Arabia Saudí que cualquier hipótesis sobre las circunstancias exactas de su muerte que arroje la investigación interna que está llevando a cabo el reino árabe “sea respaldada por hechos”.
Arabia Saudí, en su última versión de los acontecimientos, asegura que Khashoggi murió durante un forcejeo con el personal del consulado saudí en Estambul.
“En último término, emitiremos nuestro juicio en función de la credibilidad de la explicación adicional que recibamos sobre lo que sucedió y nuestra confianza en que un evento tan vergonzoso no podrá repetirse ni nunca lo hará”, según la nota, con la triple firma del ministro de Exteriores británico, Jeremy Hunt, alemán, Heiko Maas y francés, Jean-Yves Le Drian.
Múltiples fuentes aseguran que fue retenido sin causa alguna y sobrepasado por múltiples agresores en lo que se trataría de una ejecución extrajudicial.
Comentario