Por: Jorge Cuenca
Ha sido un factor determinante la posición del rector del UMSA Waldo Albarracin y parte de los universitarios en la subersión para eliminar al presidente indígena Evo Morales.
Para éste cometido, el rector Albarracin usufructuo CONADE, organización creada en la COB a principios del 1980 ante la inminencia de un golpe militar que al final se produjo en julio de ese año.
Hasta hace unas décadas atrás el (la) joven universitario (a) era claro en su formación ideológica de luchar por un nuevo Estado democrático y antiimperialista, muchas acciones reflejan claramente esa posición de lucha contra las derechas tanto en gobiernos civiles como militares de facto. Hoy la UMSA sufre una transformación ideologica profunda cuando se une a los grupos de extrema derecha de los Comités Civicos con grupos paramilitares
como la Union Juvenil cruceñista, que tienen un marcado fundamentalismo religioso de conspirar con la biblia en la mano.
Consuma el golpe de Estado Jeaninei Yañez autoproclamada presidenta provisional con fuerte carga de racismo expresada por ella contra los indígenas en su twitter. Se comienza la masacre del pueblo y ella y sus ministros dictan el DS 4078 ”deslidando responsabilidades a los militares” de actos penales, estimulando así la represión violenta a los manifestantes en las protestas contra el golpe de Estado denunciado por países como Uruguay, Mexico, Argentina, y personalidades como Noam Chomsky, Robert de Niro y muchos otros.
La CIDH denuncia ésta medida por ”desconocer los estándares internacionales de DDHH. El actual ministro del interior Hugo Murillo, amenaza la persecusión sin cuartel de la gente contraria a éste régimen impuesto, al igual que su correligionario Cnl. Arce Gomez en la dictadura de Garcia Mesa en 1980. La Ministra de Comunicación advierte a periodistas
nacionales y extranjeros que se tomaran medidas contra sus actos de sedición. De hecho ya fueron expulsados del país periodistas argentinos.
La CIDH hoy 14 de noviembre de 2019 denuncia oficialmente 23 muertos y 715 heridos por la acción militar contra gente que usa el derecho de la demostración y protesta como medio de expresión. El Rector de la UMSA no dice nada sobre estos asesinatos. Se expulsan a cientos de médicos cubanos que brindaron su apoyo en salud a la población de las áreas más desprotegidas del país.
Debo expresar mi indignación ante estos hechos y dirigirla al rector de la UMSA Sr. Waldo Albarracin por su participación en este complot de la extrema derecha el país. El brillo de su trabajo anterior en DDHH se ha convertido en una nube negra. Por principio fundamental, no debo estar callado, el silencio es complice ante ésta arremetida facista.
Roberto Jorge Cuenca
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