Olivier Herrera Marín
Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía
Las tierras y el trabajo, el amor y la vida, la voz de los pueblos de Latinoamérica es hoy, más que nunca, la defensa de Haití, que hoy se estremece y muere, alcanzada y derribada sísmica y sistemáticamente por el inmisericorde zarpazo terrorista económico, social y político de todos los dioses blancos; porque no es la Madre Tierra, ¡NO!! La responsable de que se nos hunda y perezca en el abismo de su infernal pobreza.
Las tierras y el trabajo, el amor y la vida, la voz de los pueblos de Latinoamérica son los pueblos indígenas y los esclavos negros que se levantaron rompiendo las cadenas de la esclavitud; son los mulatos y los criollos con dignidad, sangre y cultura para responder a la llamada de Bolívar y San Martí, de José Gervasio Artigas para vencer a las mesnadas y espadas de fortuna de la España colonialista y oscurantista de Fernando VII, el Borbón-reptil más vil y venenoso de España.
Las tierras y el trabajo, el amor y la vida, la voz de los pueblos de Latinoamérica son el verbo y la sangre más fértil y generosa de: Sandino, Zapata, Mariátegui, Emilio Recabarren, Francisco Morazán, Farabundo Martí, Lázaro Cárdenas, Vicente Lombardo Toledano, Salvador Allende, Gladys Marín, Che Guevara, Camilo Cienfuegos, Fray Bartolomé de las Casas, Leonardo Boff, Jon Sobrino, Camilo Torres, Monseñor Romero, Ignacio Ellacuría y de cuantos han dado y nos dan lo mejor de sí mismos, al darnos los sueños, el amor y la vida en la imparable marcha de todos los pueblos de Latinoamérica hacia su definitiva liberación.
Las tierras y el trabajo, el amor y la vida, la voz de los pueblos de Latinoamérica están en las voces lúcidas y resueltas, firmes y poderosas de: Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Víctor Jara, Nicanor Parra y Violeta Parra, de Alfonsina Storni, Julio Cortázar, Juan Gelman, Facundo Cabral, Atahualpa Yupanqui, Jorge Cafrune y Mercedes Sosa, de Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti y Daniel Viglietti, de Mario de Andrade, César Vallejo, Ciro Alegría y José María Arguedas, de María Mercedes Carranza, Gabriel García Márquez, Andrés Bello y Rómulo Gallegos, de Amado Nervo, Rubén Darío, Ernesto Cardenal y Miguel Ángel Asturias, de Roque Dalton, Alfonso Reyes, Juan Rulfo y José Emilio Pacheco, de Ali Chumacero, José María Heredia, José Martí, Nicolás Guillén y Alejo Carpentier, de Francisco Henriquez y Salomé Ureña, de Julia de Burgos y ANACAONA.
Las tierras y el trabajo, el amor y la vida, la voz de los pueblos de Latinoamérica están en la ancestral y profunda sabiduría de las comunidades indígenas de Oaxaca, Guerrero y Michoacán, de Chiapas, Campeche y Yucatán, en las humanas y más dignas razones de los zapatistas, en la desesperación y justa rebeldía que embarga el alma de los más, en la fiel memoria, el amor y el valor de las abuelas de la plaza de Mayo, en la cultura y la nobleza, el valor y la sencillez de los tehuelches y los mapuches, de la población náhuatl, de los mayas y los guaraníes, de los quechuas y aymarás.
Las tierras y el trabajo, el amor y la vida, la voz de los pueblos de Latinoamérica es la voz profunda y telúrica de los volcanes, de la lluvia y los vientos que defienden la Madre TIERRA; es la luz de sus ancestros Lautaro, Pelantaru, Lientur y Caupolicán, de Túpac Amaru y Micaela Bastidas, de Túpac Katari y Bartolina Sisa, de Manuela Beltrán y José Antonio Galán, de mama Dolores Cacaungo y de otros tantos anónimos en el espíritu Pachakuti de los Pueblos originarios, el nuevo despertar de los hijos de la Pachamama y el Tata Inti.
Por la Tierra, el trabajo, el amor y la vida, la voz de los pueblos de Latinoamérica, los Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía desafiarán la hegemonía del Gran Poder, mientras les quede la conciencia y, con ella, el verbo y las manos. Y lo harán haciendo valer la justicia y la tenencia de la tierra, la paz y la libertad yendo de Río Grande a la Patagonia, enfrentándose a las resistencias y a las locuras de los endriagos inhumanos.
Los hijos de la Tierra ante el PODER se levantan y toman la palabra, ante el débil se humillan y bajan la mirada, ante su Madre se inclinan y se arrodillan para besarla.
Los hijos de la Tierra comen la manzana del árbol de la sabiduría para comprender el por qué de las cosas y huir de la nada.
Los hijos de la Tierra son el relámpago en las noches oscuras y el trueno en los tiempos del silencio que corta las alambradas y derriba los muros de la ignorancia.
Los hijos de la Tierra, más allá de todo y por encima de las distancias y las diferencias vuelan al encuentro los unos de los otros sobre los mares y océanos de los cinco continentes para darse un cálido, fuerte e inmenso abrazo, para SER, al unirse y recorrer juntos, codo a codo, mano a mano, el largo e irrenunciable camino, la histórica, imparable marcha de los Pueblos Originarios por la restitución de todos sus derechos y tierras ancestrales. Y donde ya no sea posible el restituirles su tierra, el gran PODER tendrá que pedir perdón humildemente, en un acto de público desagravio y de compensación económica y moral que les devuelva algo de lo mucho que se les ha robado durante los últimos cinco siglos, con la ayuda de la cruz y la espada, con sus leyes injustas, insolidarias e inhumanas. Perdón tendrán que pedir todos los dioses blancos por el saqueo y los crímenes que han cometido y cometen a diario, expoliando, destruyendo y matando la Tierra a marchas aceleradas con su inmensurable CODICIA.
Y los Poetas de la Tierra le entregarán a los Pueblos Originarios su poesía, el Arma Cargada de Futuro de Celaya que les caracteriza y define como seres humanos.
Ante el PODER / Me levanto / Y tomo la palabra
Ante el débil / Me inclino / Y bajo la mirada
I
LA TIERRA AZUL Y FÉRTIL
DE LA ARAUCANÍA
Hoy, desde Alcossebre-Alcalà
a las orillas del Mediterráneo
vuelan por encima del océano
Atlántico, del Aconcagua
y de la Gran Cordillera,
unos versos apresurados:
De amor, luz y de vida,
de paz y de libertad,
de digna resistencia,
buscando a los hijos
del pueblo Mapuche,
en Ercilla y Temuco.
Vuela el espíritu del poeta
para maldecir a aquellos
que venden el corazón,
venden el alma de Chile,
su Cobre y Pascua Lama…
Por treinta monedas.
¡Y maldigo!!! a quienes escupen
en la tumba de sus padres,
incapaces de SER y respetar;
la Historia de su pueblo,
el nombre y la memoria,
los huesos de sus muertos.
Hoy, desde Alcossebre-Alcalà
a las orillas del Mediterráneo
vuelan por encima del océano
Atlántico, del Aconcagua
y de la Gran Cordillera,
unos versos apresurados:
Para daros las manos
con un abrazo infinito
ce paz y de solidaridad
de respeto y de ternura.
por vuestra justa causa.
Y más digna lucha.
Hoy, en la Región de los Lagos
se eleva por encima del Osorno,
el Canto General de Neruda
y la voz telúrica del VIENTO,
la LUZ de vuestros ancestros
Lautaro, Pelantaru y Caupolicán.
Se eleva de Lientur la voz
de su espíritu indomable
que sigue alumbrando
las sendas y los caminos,
la tierra azul y fértil
de la Araucanía.
“Dexe mis tierras porque tus Españoles
me forzaban mis mujeres,
y me robaban mis comidas,
y por no ver semexantes sinrazones
me retiré a las montañas,
a morir siendo de guerra,
por no morir en mala paz”.
Hoy, por encima del Osorno
en la Región de los Lagos
la LUZ de vuestros Tokis
vuelve a iluminar los pasos
y el camino del irreductible
y noble Pueblo Mapuche
La Luz que arma el valor,
alumbra la generosidad,
ilumina y guía el alma,
la altura de miras
y la grandeza moral
de vuestros corazones.
Hoy, desde Alcossebre-Alcalà
a las orillas del Mediterráneo
vuelan por encima del océano
Atlántico, del Aconcagua
y de la Gran Cordillera,
unos versos apresurados:
Vuela el eco lejano
de los Tokis inmortales,
de la Luz y el VIENTO
que no muere y va más lejos,
que sabe SER y defender
su Tierra, lengua y cultura.
Hoy, sobre el Azul de la Tierra,
Santiago y el Blanco de la Cordillera,
sobre el Verde del Mar Austral,
Roxana Miranda Rupailaf
Leonel Lienlaf y Graciela Huinao
David Aniñir y Elicura Chiuailaf.
Cantan del Pueblo Mapuche,
de su alma limpia e indómita,
sus baladas de Amor y de Vida
que nos enseñan a Amar y a Vivir,
amar y vivir en Paz y en Libertad
con nosotros y con los demás.
El 31 de Julio de 2009
II
SIN TI, SIN VOSOTROS,
Consciente de lo que digo.
¡Soy! Que sé lo que escribo.
Y sé, que serán tan temidos.
Cómo amados mis versos,
en manos de la gente noble
y sencilla de Latinoamérica.
Sé, que en vuestras manos:
mis versos serán al Alba,
las lagrimas de la Media Luna;
sobre los dátiles de la palmera.
Y las espigas de trigo y arroz,
la rosa azul y la flor del maíz.
Consciente soy, cómo lo soy,
de que sin ti, sin vosotros;
sin la LUZ y el VIENTO
de Latinoamérica,
que alumbra y esparce
el eco lejano de mi verbo.
Que le da alas a mis versos;
para que vuelen, y vuelen
más alto, más y más lejos,
para que vuelen y lleguen…
Allí donde moran las almas
de los nobles chamanes.
Allí donde no llega la garra
afilada del buitre, ni se oye,
el graznido del cuervo,
puñales y siervos a sueldo.
De las mitras purpúreas,
de los sapos del Pentágono.
¡LUZ y VIENTO! de mis versos;
¡Haz! que estos vuelen y lleguen…
Allí donde nacen los ríos,
allí donde nacen y crecen,
los sueños de amor y de vida
de todos los niños del Mundo.
Consciente de lo que digo,
¡soy! Que sé lo que escribo,
y responderé de mis versos,
sabiendo qué ¡Soy!, Si soy,
el eco lejano de vuestra voz
cabalgando la furia del viento.
Sabiendo qué ¡Soy! Si soy,
el eco lejano de vuestra voz
cabalgando los relámpagos
en las noches más oscuras,
las ondas y los truenos
en los tiempos de silencio.
Sabiendo qué ¡Soy! Si soy,
el eco lejano de vuestra voz
cabalgando la fuerte lluvia
y las olas del mar bravío.
Qué, el poeta es nadie, nada,
no existe ni tiene nombre.
SIN TI, SIN VOSOTROS,
LA LUZ Y EL VIENTO.
III
Y LA LUZ Y EL VIENTO
Y la Luz y el Viento,
es la voz: de Cuba,
Venezuela y Ecuador,
Bolivia y Costa Rica,
México y Nicaragua,
Es la voz de Honduras.
Y de toda Latinoamérica.
Que estalla y cabalga;
la lluvia y las ondas,
las olas del mar bravío.
Y la Luz y el Viento
es la voz más firme
y autentica del Pueblo;
son los ríos profundos
de magna incandescente
que riegan y vertebran
la columna dorsal
de Latinoamérica
desde Río Grande
a Cabo de Hornos.
Y la Luz y el Viento
de Latinoamérica:
es la voz digna,
leal e indómita,
cálida y serena,
sensual y libre,
de sus tierras vírgenes,
húmedas y sedientas,
exuberantes y áridas,
siempre, bellas y ricas.
Y la Luz y el Viento
de Latinoamérica:
es la voz del Pueblo
y de sus libertadores;
de Simón Bolívar,
San Martín y Zapata,
de un único pueblo
tan noble y sencillo,
sensible y humano,
como culto y diverso.
Y la Luz y el Viento:
es la recia voz de fuego
que brota de la tierra
y alumbra las cumbres
del Llaima y del Rukapillán
del Poás y del Arenal
del Turrialba y del Irazú.
Alumbrando el alma y el cielo
de Chile y de Costa Rica,
del Tucán y de Latinoamérica.
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