1.- Los antecedentes de las Comisiones Internacionales que han visitado Honduras después del golpe de Estado no son alentadores: la Organización de Estados Americanos (OEA) nombró a varios políticos de América – encabezados por el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos y la Secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís- para constituir la Comisión de Verificación de los Acuerdos San José-Guaymuras, a la fecha los argumentos de la OEA son letra muerta. Por otra parte, el régimen de Pepe Lobo Sosa convocó a una “Comisión de la Verdad y Reconciliación” presidida por el político guatemalteco Eduardo Stein y todavía no tienen límite de tiempo para presentar su Informe y el pueblo hondureño no tendrá acceso a conocer las investigaciones hasta dentro de 10 años.
2.- Es inadmisible que en la “Comisión de la Verdad y Reconciliación” participen los mismos golpistas, generando una gran desconfianza y decepción, en el país donde impera la injusticia.
El golpismo incluyó a sus defensores para conformar dicha comisión: Julieta Castellanos, actual rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, ha violentado reiteradamente los derechos humanos de los trabajadores contra quienes mantiene una férrea persecución política, al extremo de llamar a las fuerzas represivas para que controlen el accionar de los sindicalistas y estudiantes. Omar Casco ex rector universitario y político del Partido Nacional, es una pieza clave de los grupos de poder en Honduras. Su rol en la Junta Nominadora para seleccionar la actual Corte Suprema de Justicia fue vital para poner las piezas de la oligarquía en ese poder del Estado. El economista Sergio Membreño, quien camina de la mano con el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, a quien representa en diversos espacios claves.
Hay un estado de indefensión, el pueblo hondureño no tiene respuestas de instituciones que él mismo creó tal es el caso del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y el Ministerio Público, cuyos titulares, Ramón Custodio y Luís Alberto Rubí, son los principales protagonistas en la defensa del golpe de Estado.
3.- La creación de “Comisiones, Comisiones y ministerios” pretende controlar los derechos humanos en Honduras desde el Ejecutivo, acaparar recursos internacionales y fomentar el clientelismo político. Asimismo establecer la percepción ante la comunidad internacional de que en Honduras funciona la trasparencia y de que el actual gobierno cuenta con credibilidad en el exterior.
4.- Los crímenes políticos y las matanzas colectivas como parte de una política criminal del Estado contra el pueblo hondureño que lucha por refundar el país, son la agenda de cada día. Hay violaciones graves a los derechos humanos que se pueden investigar rápidamente, como las represiones masivas contra manifestaciones pacíficas, sobre las cuales no tenemos ningún requerimiento fiscal por parte del Ministerio Público.
5.- La única forma para que una Comisión Internacional contra la Impunidad pueda dar resultados en Honduras sería: suspendiendo las funciones de la Secretaría de Seguridad Pública, de la Corte Suprema de Justicia y del Ministerio Público , comenzado con quitarles la potestad de investigación y la emisión de veredictos amañados con tintes de persecución política. Es urgente una transformación radical de estas instituciones a través de un proceso de depuración donde participe el pueblo hondureño para lograr que las manos peludas de los grupos de poder, salgan de allí, de lo contrario, paradójicamente estaríamos asistiendo a la utilización de recursos internacionales para fomentar la impunidad.
DE LOS HECHOS Y LOS HECHORES
NI OLVIDO NI PERDON
Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras
COFADEH
Tegucigalpa M.D.C. 24 de septiembre de 2010
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