Fuente: Noticias Aliadas
“Marcha de las antorchas”Empresas fantasmas desfalcaron al Instituto Hondureño de Seguridad Social desde el 2010.
El presidente Juan Orlando Hernández admitió el 3 de junio que su organización política, el Partido Nacional (PN), ha estado involucrada en financiación fraudulenta por US$147,783, monto que tendría que ver con el millonario desfalco al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) durante el gobierno del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), también del PN.
Hernández justificó la recepción de los fondos señalando que “los cheques fueron aportados al PN por ciertos empresarios, los que son responsables de la situación”, pero que no tenían “nada que ver con el caso del Seguro Social” y que fueron recibidos en en la época en que Ricardo Álvarez, actual vicepresidente del país, era presidente del partido.
No obstante, según investigaciones del Ministerio Público, una red dirigida por Mario Zelaya Rojas, director del IHSS durante la gestión de Lobo, desvió de manera fraudulenta alrededor de $200 millones destinados para compra de medicamentos e insumos y pagos de pensiones de vejez e invalidez. Según el Ministerio Público, parte de de ese dinero pasó a manos del partido de gobierno.
Más de 10 personas ya han sido detenidas por este caso, incluyendo a Zelaya y varios exfuncionarios del IHSS. También se han emitido órdenes de captura contra los empresarios involucrados en el desfalco.
El escándalo estalló el 8 de mayo a raíz de la denuncia presentada por el periodista David Romero Ellner, director de la emisora Globo TV, quien reveló que más de $300 millones fueron desviados por altos funcionarios del IHSS, de los cuales $90 millones fueron a parar al PN para financiar la campaña electoral de Hernández en el 2013.
El desfalco fue efectuado a través de empresas fantasmas creadas por parientes de funcionarios del IHSS que firmaban contratos para proveer de servicios, así como para la adquisición de medicinas y equipos médicos. Esas mismas empresas transferían el dinero al PN.
De acuerdo con Romero Ellner, toda la dirigencia del PN conocía el fraude, incluyendo a Lobo, Hernández y Álvarez. Además, el periodista afirmó que las autoridades del Ministerio Público habían ocultado pruebas y archivado investigaciones relacionadas con el desfalco, asegurando la impunidad de los involucrados.
Las protestas no se hicieron esperar. El 5 de junio, por segunda vez en una semana, miles de personas tomaron las calles de Tegucigalpa, la capital, en protesta contra la corrupción y exigiendo la renuncia de Hernández en la denominada “Marcha de las Antorchas”. Mensajes como “No más actos de corrupción”, “Cárcel para los corruptos”, y “Exigimos que Juan Orlando Hernández y su gabinete salgan del poder”, se leían en las pancartas.
Emanuel Cruz, un manifestante de 35 años quien participó en las recientes marchas, dijo que “ya es insoportable no sólo la corrupción, sino el cinismo de los políticos de Honduras y los de este gobierno”.
El analista hondureño Raúl Pineda Alvarado, en declaraciones recogidas por la prensa, afirmó que “la clase política tiene que cambiar”.
“Los políticos tienen que conducirse a buen ritmo de pasos o la sociedad va a barrer y trapear con ellos”, dijo en referencia a que las protestas van a continuar porque la gente quiere un cambio.
El presidente Hernández respondió a las manifestaciones declarando que “la gente tiene derecho a salir a las calles y manifestarse y pedir que se condene a quienes cometieron actos de corrupción”, pero rechazó la posibilidad de renunciar al cargo.
“No me iré”, dijo Hernández, sin descartar la posibilidad de postularse para la reelección presidencial para las elecciones en el 2017.
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