Fuente: RT
Miles de recipientes de combustible venezolano hacen fila para ser vendidos ilegalmente en Colombia, mientras que al otro lado de la frontera denuncian escasez. El proyecto Redfish investiga desde la frontera.
Las fuerzas militares de Colombia recientemente interceptaron en el departamento de La Guajira, colindante con Venezuela, 6.000 galones de gasolina procedente del país vecino, preparados para su venta ilegal. Datos presentados por los Gobiernos de ambos países apuntan a que eso no es más que una gota en el abundante río del contrabando fronterizo.
El proyecto Redfish ha realizado una investigación de cómo afecta este mercado negro a los venezolanos, muchos de los cuales denuncian una falta de productos básicos y combustibles.
¿Quién es el culpable?
El problema se acrecienta cuanto más cerca de la frontera. “Nos parece injusto que siendo Venezuela uno de los países más ricos en petróleo tengamos que pasar por esas necesidades”, expresa una de los manifestantes que se agruparon en el estado venezolano de Táchira, fronterizo con Colombia, denunciando colas de hasta tres días para conseguir gasolina.
Ellos protestan contra el Gobierno venezolano y le culpan por la escasez. Sin embargo, esas colas no existen en la capital, donde el tanque se puede llenar rápidamente por menos de un dólar.
Desde Caracas aseguran que son los contrabandistas quienes dejaron esta zona sin combustible: el país comparte unos 2.200 kilómetros de frontera con Colombia, a lo largo de los cuales los infractores pueden aprovecharse del precio de la gasolina en Venezuela, el más bajo del mundo.
A la caza de los contrabandistas
Son muchos los contrabandistas que la Guardia Nacional Bolivariana captura en su día a día, entre ellos “no menos de un centenar de funcionarios militares y policiales” venezolanos, señala el diputado Jonathan García, de Táchira. El periodista Walter Sierra, por su parte, afirma que este negocio es fomentado por la propia ley colombiana 191, artículo 19, que protege a aquellos que se dedican al contrabando.
“Esas resoluciones le permiten a [la compañía colombiana] Eco Petrol contratar terceros. ¿Qué significa eso? Contratar terceros es comprarles a los contrabandistas el combustible que ellos traen de Venezuela, y Eco Petrol, por vía de esa figura de compra a terceros, legaliza el combustible que entra de contrabando a territorio colombiano”, explicó el comunicador.
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