Compañeros y compañeras:
Trabajadores de Honduras en Resistencia.
Respaldo sin reticencias las demandas de los trabajadores y las demandas de los maestros y campesinos para que se respeten sus conquistas y sus derechos.
Apoyo decididamente el Paro Cívico Nacional.
En este día, los que aún dudaban de nuestra capacidad de lucha, considero que hoy están totalmente convencidos, que en nuestra patria los que enarbolan las banderas de dignidad y orgullo, nacional, los que construyen, día a día, la riqueza de nuestra nación, son los trabajadores, los obreros, los maestros y los campesinos en constante demanda por sus derechos .
Hoy también, el pueblo ha quedado totalmente desengañado, que los que se apropian sin derecho y sin moral de la riqueza que nos corresponden a todos los Hondureños son un puñado de individuos sin patria y sin ningún sentido del honor.
Hoy con este paro CÍVICO, se pone de manifiesto una vez más, ¡LA LUCHA DE CONTRARIOS! no los buenos y los malos, como nos quieren hacer creer, Aquí de este lado estamos los que representamos la legitimidad, el derecho y la justicia y del otro lado, en contraste están los que sólo actúan con patrañas, engaños, mentiras, asesinatos, y violaciones.
De este lado, los que creemos en la Democracia, y la equidad, contra los que arbitrariamente defienden la dictadura y la explotación de los pobres. SOMOS, definitivamente, el pueblo Hondureño luchando heroicamente contra los designios cobardes de la una oligarquía sanguinaria.
Llegamos a este punto en un momento difícil de nuestra historia, hoy sabemos que debemos defendernos de unos pocos serviles a los intereses extranjeros, que ya todos conocemos, que ven a Honduras como coto de caza sólo para enriquecerse.
Tratan la nación y al pueblo como si fuera una piñata a la que hay que dar palos y palos. Y sacarle el último centavo. Ahora somos un pueblo que ya despertó y demandamos libertad e igualdad de derechos.
En pleno siglo XXI vivimos horas de profunda oscuridad, en el trágico golpe de Estado, del 28 de junio 2009, que atrasó la república y paralizó el progreso, y que todavía goza de impunidad. Pero entendemos valientemente que nuestra misión es compleja, muy complicada, porque enfrentamos una conspiración que trasciende nuestras fronteras, con la complicidad de la clase dominante más cavernaria de todo el continente americano.
Hoy continúan con su pretensión de aislarnos, derogar o mutilar las conquistas legítimas de los trabajadores hondureños; entregan la soberanía, el pan, la tierra y el agua, para empobrecernos más, hasta que se nos agote el aliento.
Ante esta terrible realidad, compañeros, solo tenemos la alternativa de luchar por la unidad, de la clase trabajadora, dejando de lado todos los temores y despojándonos de toda tipo de competencia y diferencias entre nosotros.
No debemos mal entender la lucha como una forma de “ponernos en contra” de todo lo que hace el sucedáneo de la dictadura; debemos enérgicamente demandar nuestros derechos.
Vale aquí la observación; la frecuencia del canal 8, yo se la asigné al Estado y al pueblo, no a la oligarquía.
El salario mínimo dejé dispuesto que se calcule por el costo de la canasta de vida.
Así también como yo cumplí y respeté exijo que se cumpla el, Estatuto del Docente. La matrícula gratis, el bono tecnológico, la mora agraria, la red solidaria para los más pobres.
Debemos discutir en cada municipio, en cada aldea, cada caserío, cada barrio, cada esquina, todas las demandas y las propuestas de la lucha popular.
Debemos exigir que se retome el proyecto de ley, derogado por la dictadura, de la democracia participativa, demostrando la sabiduría popular y el valor de la expresión del pueblo.
Hoy es nuestro deber unir el universo de las propuestas de los que estamos resistiendo, aprovechar al máximo nuestras fuerzas y capacidades en la lucha popular. Para formular la nueva constitución, la refundación de Honduras y la asamblea nacional constituyente.
La lucha es hoy por una nueva constitución, no debemos obviarla ni rendirla, simplemente debemos demostrar que somos capaces de mantenernos unidos para defenderla.
Compañeros, compañeras, tengan plena certeza de que nunca hemos sido más fuertes que ahora, aunque el régimen sucedáneo de Porfirio Lobo Sosa con los EEUU lo quiera esconder.
De mi parte les reitero mi compromiso inquebrantable con el Frente y los sectores en resistencia de mantenernos unidos, así como mi irrenunciable determinación de reclamar mis derechos para retornar pacíficamente a mi patria.
Por la restauración del orden democrático debemos organizar al pueblo con libertad y justicia, y denunciar lo que hoy nos niega el régimen de Porfirio Lobo Sosa en complicidad con los golpistas y el gobierno de los Estados Unidos.
Patria y socialismo, venceremos.
José Manuel Zelaya Rosales
Presidente de Honduras 2006-2010
Coordinador FNRP.
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