Fuente: Terc3ra
Organizaciones panameñas de derechos humanos acusaron hoy de co-responsable al gobierno de Honduras por falta de protección a la luchadora campesina de ese país Berta Cáceres, asesinada el pasado jueves.
En una carta abierta al presidente del país centroamericano Juan Orlando Hernández, publicado en la edición digital del periódico Bayano, 18 grupos de la sociedad civil istmeña recordaron que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dictó “medidas cautelares para proteger la vida de Berta, que el Estado hondureño debía acatar”.
Los firmantes demandan al gobierno “en nombre de los instrumentos internacionales que protegen los derechos humanos y que ustedes han suscrito, que se investigue de forma independiente hasta las últimas consecuencias este crimen atroz y se castigue a los culpables materiales e intelectuales”.
Además, la carta exige “el respeto a la vida e integridad física de todas las mujeres y hombres que son activistas de los derechos humanos en Honduras”, como única forma de “acreditar que su país vive en democracia”.
Con igual indignación reaccionó la organización Polo Ciudadano que condenó de inmediato el asesinato de Cáceres, de quien recordó que se distinguió “por la lucha en favor de las comunidades campesinas por el derecho a la tierra y en defensa del ambiente, así como de los derechos democráticos en Honduras”.
Aseveró la organización en un comunicado que por esa lucha fue víctima de “la persecución de los terratenientes y del gobierno antidemocrático de la derecha instaurado después del golpe de Estado propiciado por Estados Unidos contra el presidente Manuel Zelaya, en 2009”.
Polo Ciudadano recordó estadísticas de Global Witness, según las cuales entre 2002 y 2014 se produjeron en Honduras 111 asesinatos de activistas ambientales, la mayoría de ellos en la zona campesina de Bajo Aguán, en el trienio pasado.
Advierte la organización de que sería inadmisible enmascarar este crimen político de Cáceres, bajo el manto de “un delito común”, como adelantó la Policía de ese país, según la madre de la luchadora asesinada.
También reaccionaron grupos indígenas panameños que de inmediato se movilizaron como parte del clamor continental por el asesinato de Cáceres, y recordaron cómo en su país igualmente fueron asesinados líderes opuestos a las transnacionales de la minería e hidroeléctricas.
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