Por: Hernán Cano
Pese a no estar en Europa, Colombia está asociada a la OTAN desde 2017. La estrategia expansionista de la alianza militar, principal causa de su enfrentamiento con Rusia, podría fortalecerse en América Latina luego de que el presidente de EEUU anunciara la designación del vecino de Venezuela como «importante aliado» extrarregional de la OTAN.
El pasado 10 de marzo, el presidente de EEUU, Joe Biden, anunció que designaría a Colombia como un importante aliado extra-OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Lo dijo en la Oficina Oval ante el presidente colombiano, Iván Duque, de visita en la Casa Blanca. La decisión oficial del Gobierno norteamericano se conocerá una vez que sea notificada al Congreso de EEUU, que por ley debe realizarse 30 días antes de tomar la decisión formal.El anuncio fue rechazado de inmediato por la administración de Nicolás Maduro. Desde Turquía, donde representó a Venezuela en el II Foro de la Diplomacia de Antalya, el canciller bolivariano rechazó las pretensiones de expansión de la alianza militar en América Latina.El jefe de las Relaciones Exteriores de Venezuela, Félix Plasencia, lamentó que «el Gobierno de Iván Duque se haga parte de un foro como el de la OTAN», y que se intente convertir a Colombia «en un espacio útil para la amenaza».Con esta designación, Colombia se convertiría en el tercer país latinoamericano en alcanzar el estatus extrarregional de la alianza atlántica, luego de la Argentina durante el Gobierno de Carlos Menem (1998) y de Brasil en pleno mandato de Jair Bolsonaro (2019).
Colombia, principal aliado de la OTAN en la región
Desde su fundación en 1949, la OTAN se ha ampliado en seis ocasiones, y pasó de 12 a 30 miembros plenos. Actualmente son 17 los países que poseen el estatus de aliado extra-OTAN, entre ellos Australia, Israel y Japón.En América Latina y el Caribe, distintos estudios calculan que existen hoy alrededor de 80 bases militares de EEUU-OTAN, e investigadores denuncian la existencia de más bases encubiertas en la región.»Esta decisión de Estados Unidos, se da en momentos en que el enfrentamiento de la OTAN contra Rusia trastoca la geopolítica mundial, y Estados Unidos trabaja para resguardar sus tanques de la OTAN en Europa del Este pero también en esta región del mundo”, explica en diálogo con Sputnik Juan Carlos Tanus, director de la Asociación de Colombianos en Venezuela.“Los aliados extra-OTAN no tienen garantía específica de seguridad como sí la tienen sus miembros plenos, pero se les asigna préstamos y materiales para la guerra, y a cambio el país facilita la presencia de militares estadounidenses y su infraestructura, más de lo que ya lo ha hecho Colombia», agrega.Venezuela comparte una frontera de 2.200 kilómetros con Colombia, y es considerada una «amenaza inusual y extraordinaria» para la seguridad nacional de EEUU, como señala la orden ejecutiva emitida en 2015 durante la presidencia de Barack Obama (2009-2017).
Juan Carlos Tanus, director de la Asociación de Colombianos en Venezuela© Sputnik / Hernán CanoPara Tanus, el anuncio hecho por Biden cuando faltan solo cinco meses para la salida del actual presidente Iván Duque del Gobierno, es más un mensaje para Venezuela que para Colombia, en momentos de fuertes reacomodos geopolíticos y de crisis en el sector energético producto del conflicto con la OTAN alrededor de Ucrania.»Estamos en una fase de guerra cognitiva, y EEUU busca crear un temor al Gobierno venezolano en la frontera con Colombia. Porque pese a los acercamientos recientes, EEUU no está pensando en que llegará a un acuerdo con Venezuela en buenos términos», agregó. En esta jugada de designar a Colombia como aliado principal extra-OTAN, hay un «mecanismo de presión».
¿Plan extra-OTAN contra Venezuela?
Apenas finalizada la reunión Biden-Duque en Washington, los senadores estadounidenses Robert Menéndez y Tim Kaine celebraron la designación de Colombia como aliado extrarregional de la OTAN.Un día antes, ambos presentaron un proyecto de Ley para la Alianza Estratégica entre Estados Unidos y Colombia de 2022, iniciativa legislativa que actuaría como base para la designación de Colombia.
Allí se mencionan una serie de objetivos para garantizar la «defensa y seguridad internacional» y destacan, bajo el título Informes clasificados sobre actividades de ciertos grupos terroristas y criminales, «la vinculación de estos grupos con otros países, incluido el régimen de Nicolás Maduro».La reseña que hace la página web del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense sobre la reunión entre estos dos senadores demócratas y el presidente Duque no deja lugar a dudas:»En la reunión de los senadores Menéndez y Kaine con el Presidente Iván Duque se discutieron los esfuerzos de los demócratas del Senado para fortalecer las relaciones entre Estados Unidos y Colombia, la importancia de mejorar la asociación entre países y la necesidad de expandir cooperación para hacer frente al régimen de Maduro en Venezuela«.»Colombia es a Venezuela lo que Ucrania es a Rusia. En ese sentido, hoy Colombia es parte esencial del dispositivo militar de Estados Unidos. Y la designación de Colombia, primero como socio global de la OTAN, y ahora como socio mayor extra-OTAN da cuenta de la importancia que tiene el Estado colombiano en la estrategia de dominación que desarrolla la Casa Blanca en la región», afirma en entrevista con Sputnik el filósofo y abogado Fernando Rivero.
Fernando Rivero, filósofo y especialista en temas militares© Foto : Gentileza Fernando RiveroEste analista en temas militares agrega que Colombia viene asumiendo desde 2016 la Doctrina Damasco, una suerte de reconversión de sus fuerzas armadas para adecuarlas a la doctrina militar de la alianza atlántica, que incluye un fuerte equipamiento para la guerra.»Esto quiere decir que Colombia hoy se prepara para una guerra regular, y su hipótesis de conflicto, según lo establecen sus documentos doctrinarios, es con Venezuela. Además, Colombia viene adquiriendo aviones caza de última generación, unidades de vehículos blindados y carros de combate para adelantar una estrategia de equipamiento militar que tiene por objeto el desarrollo de una guerra regular», enfatiza Rivero.El entrevistado menciona, además, algunos aspectos publicados en la Guía estratégica provisional de seguridad nacional de Estados Unidos aprobada por el Gobierno de Joe Biden en 2021, que coloca a Venezuela, Rusia, China e Irán como el centro de las preocupaciones en la estrategia de dominación global de Washington.»Hoy contra Venezuela se implementa un despliegue militar que está relacionado con el concepto estratégico que maneja la OTAN. En 2022 hubo una reunión de la OTAN en Madrid y allí se refuerza la idea de que la OTAN tenga un enfoque más global. Por eso el rango que hoy tiene Colombia con relación a esa organización militar y por eso también su expansión en diferentes latitudes del mundo», dice.Además, no hay que olvidar «las amenazas recurrentes que viene enfrentando Venezuela, como la Operación Gedeón, en la que personal de los servicios de inteligencia de Estados Unidos participó en complicidad con algunos Gobiernos de la región, y por supuesto con el Gobierno de Colombia, de donde partieron las embarcaciones para atacar a Venezuela», agregó Rivero.
Subordinación y cambio en América latina
Amílcar Figueroa, historiador y analista político© Sputnik / Hernán CanoEl historiador y analista político Amílcar Figueroa recuerda que la política de subordinación del Estado colombiano a los intereses geopolíticos de Estados Unidos no es nueva ni secreta.En conversación con Sputnik, Figueroa marca como un antecedente importante el Plan Colombia, puesto en marcha hace más de dos décadas y cuya pretensión era ejercer el dominio de Colombia por parte de Estados Unidos para controlar las cuencas del Orinoco y de la Amazonía.
«Ese propósito, que se ha encubierto con la lucha antinarcóticos o la lucha contrainsurgente en Colombia, buscaba fortalecerla militarmente y que sirviera para ejercer la dominación sobre toda la región», enfatiza.Para el historiador Figueroa, quien dirige la editorial Trinchera, proyecto dedicado a la publicación de trabajos políticos desde una perspectiva latinoamericana, la presencia de la OTAN en Colombia es «una amenaza para la paz de la región», pero pese a la disposición pronorteamericana del presidente Duque y al interés de Estados Unidos de extender sus tentáculos militares en América, «el proyecto va a encontrar resistencias ya que las circunstancias políticas no son las mismas que hace 20 años».»Los cambios en América Latina son muy acelerados, y esta pretensión va a ser rechazada por el resto de los países, salvo algunas excepciones. Pero en su conjunto, América Latina debe avanzar hacia ese espacio que ha sido denominado como ‘territorio de paz’. Por supuesto, Estados Unidos tendría mucho interés en ello, pero ahí se encuentra el tropiezo mayor para que este plan se haga efectivo», opinó Figueroa.Este veterano analista no ve factible que Colombia se convierta en la Ucrania de América Latina, entre otras cosas por la propia correlación de fuerzas internas que surge de las elecciones legislativas colombianas del pasado 13 de marzo en las cuales la fuerza más votada fue el Pacto Histórico de Gustavo Petro.
«Ni siquiera en la propia derecha colombiana hay unidad de criterios sobre que Colombia pase a ser un miembro efectivo de la OTAN», afirma Amílcar Figueroa.En esto coincide también Juan Carlos Tanus, para quien esa «distinción» hecha por Estados Unidos a Colombia debería causar molestias entre los militares colombianos.»Colombia está en crisis, tiene más de dos años de fuertes movilizaciones de calle, no ha terminado el conflicto armado, tiene una fuerte crisis política que un nuevo escenario de guerra lo que haría es agravarla aún más», puntualizó.Más aún, viniendo de Estados Unidos, «que tiene décadas financiando el conflicto militar y no ha conseguido detener la guerra. Los militares colombianos deberían sentirse agraviados, porque estas iniciativas debilitan el aparato militar colombiano, y lo ponen al servicio de los intereses de Estados Unidos», precisó.
«La OTAN debe ser desmontada»
Imagen de la campaña impulsada desde Venezuela en rechazo al accionar de la OTAN© Foto : NoMoreOTANEn las últimas horas, ha circulado un comunicado respaldado por importantes referentes intelectuales y políticos de toda América Latina, en rechazo a la política expansionista de la alianza atlántica, a la proliferación de bases militares en el mundo y en defensa de una salida pacífica al conflicto entre la OTAN y Rusia.En uno de sus enunciados, se lee que «la OTAN, convertida en el brazo militar del capitalismo neoliberal, se expande con sus armas de destrucción masiva por Europa y por los territorios de otros continentes, cuestión que genera una amenaza a la vida, la soberanía de los pueblos y a la paz mundial».
El filósofo Fernando Rivero es uno de los impulsores de esta iniciativa que busca generar conciencia sobre los peligros, incluso en materia nuclear, que enfrenta la humanidad con la propia existencia de la OTAN.»La OTAN debe ser desmontada, y hay que empezar por generar un poderoso movimiento de opinión pública para evitar la proliferación de sus bases militares, sus arsenales nucleares y, por supuesto, su expansión en todo el mundo, especialmente en América Latina y el Caribe”, opinó el especialista en temas militares.«Hace falta más fuerza popular, de los partidos políticos, de gobiernos para exigir que la ONU responda a este clamor, porque muchas veces esa organización ha servido con su silencio cómplice para refrendar la política agresiva de las principales potencias occidentales», concluyó.
Fuente: https://mundo.sputniknews.com/20220318/colombia-una-amenaza-extra-otan-para-venezuela-1123272917.html
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