Por: Iniciativa Debate
La activista brasileña y directora del Instituto de Estudios Socioeconómicos (INESC) sostiene que las consecuencias del ‘impeachment’ a Dilma Roussef las pagarán los pobres.
La activista brasileña Iara Pietricovsky está recorriendo Europa participando en conferencias anticorrupción. Pietricovsky dirige el Instituto de Estudios Socioeconómicos (INESC) que se encarga, entre otras funciones, de monitorizar el gasto del dinero público brasileño. Tras el impeachment a Dilma Roussef, la activista explica a La Marea su temor a las consecuencias que va a tener en la población las medidas austericidas impulsadas por el presidente interino, Michel Temer.
Usted no reconoce al Gobierno actual de su país, un ejecutivo en el que no hay presencia femenina, ¿qué le parece?
Es un gobierno viejo, en el sentido que no responde a lo vivido en el siglo XXI. No hay mujeres, no hay negros. Solo hay hombres blancos, cristianos y ricos, y sin haber sido elegidos democráticamente.
¿Por qué se ha impulsado el impeachment en este momento?
Principalmente porque el Partido de los Trabajadores (PT) lleva en el poder 13 años, los últimos resultados electorales fueron muy disputados y temían la vuelta de Lula en 2018. La estrategia ha consistido en combinar el capital internacional y el apoyo de los grupos más conservadores de la sociedad para impedir que nuevamente el PT pudiese tener éxito en las elecciones. Esta disputa política ha afectado a las políticas sociales, el presidente actual no se va a enfrentar con el capital.
Menciona capital internacional, ¿de dónde proviene? y ¿a qué países beneficia esta decisión?
Proviene de la gran industria armamentística, del agronegocio y las religiones, viene mucho dinero de Estados Unidos, en especial de las religiones evangélica, conservador y pentecostal.
¿Cómo se ha enfrentado Dilma Roussef a estas religiones?
Se ha enfrentado a todas y por eso ha recibido respuestas misóginas parecidas a las que se escucharon durante la votación del impeachment. El Gobierno actual está formado por blancos, cristianos y la mayoría son evangélicos porque hasta la Iglesia católica les ha criticado. Los nuevos representantes están vinculados a la industria sanitaria, al agronegocio y a la exención fiscal. Son grandes fortunas, tienen canales de televisión y periódicos que se dedican a deconstruir la idea de un estado de derecho. Están en contra de la ideología de género, en contra de los derechos reproductivos de las mujeres, contra el matrimonio de personas del mismo sexo. Así están elaborando su propio proyecto de país. Es como volver al siglo XIX.
La organización que usted dirige intenta construir puentes entre los movimientos sociales y el Parlamento, ¿cómo ha sido su labor durante los años del Gobierno de Dilma Roussef? ¿qué valoración hacen de su gestión?
Es cierto que en el Gobierno de Dilma había problemas con la corrupción, pero estaban haciéndole frente. Al final, lo han combatido tanto que se han creado dos conflictos con grupos que sacan beneficio de la corrupción, entre ellos el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha. Tiene dinero en paraísos fiscales y está siendo investigado por procesos de corrupción en la Corte Suprema brasileña. Por su parte, a Dilma, que no tiene nada, nunca han conseguido demostrar implicaciones con corrupción, ha sufrido este impeachment motivado por el grupo de Acunha. Es un juego político muy duro en el que han colaborado miembros del sector judicial, medios y el apoyo del sector conservador del Parlamento. Es un golpe de estado porque, a pesar de las críticas recibidas por Dilma, fue elegida por 54 millones de brasileños y brasileñas de forma legítima.
¿Las próximas líneas de actuación del Ejecutivo de Temer solo van a afectar a las políticas sociales?
Sí, son los pobres los que van a sufrir los recortes y los que van a pagar las consecuencias. Además hay que tener en cuenta que tenemos un sistema regresivo de impuestos, así que ellos son los que más pagan por eso y por los impuestos indirectos.
¿Cómo está viviendo la sociedad brasileña esta decisión?
La sociedad está todo el día en la calle, incluso muchos de los que apoyaban el impeachment están impactados, no se esperaban las decisiones que se han tomado después. Por ejemplo, tras el cierre del Ministerio de Cultura los artistas que protestaron contra Dilma han tomado conciencia de las prioridades de los nuevos gestores.
Su organización combate la presencia de empresas brasileñas en paraísos fiscales, asegura que la evasión fiscal en su país tiene una presencia importante ya que el dinero no tributado en territorio nacional llega a suponer más del 10% del PIB…
En Brasil, la clase media y la burguesía tienen mucho dinero en paraísos fiscales, por esta causa en nuestro país se evaden 30 mil millones de dólares. Esta cantidad se podría dedicar a políticas de salud, educación, a la bolsa de ayuda a la pobreza… Las políticas públicas para todos los brasileños y brasileñas se están acabando. Queremos terminar con esos paraísos pero no es fácil porque las corporaciones privadas no quieren.
Ha acudido a la conferencia organizada por David Cameron en Londres, días después de que el nombre del primer ministro apareciese vinculado a los Papeles de Panamá. Una situación que parece paradigmática. ¿Qué conclusiones se han obtenido en esta cumbre?
Como conclusión puedo decir que a pesar de que se planteó la lucha contra la corrupción como un tema fundamental, se avanzó muy poco. Consistió en una charla y no se abordaron medidas concretas para acabar con los paraísos fiscales y los procesos de corrupción que dañan a todos los países.
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