Por: Ricardo Mendoza
¿Y la izquierda donde esta?, si atendemos a lo que se nos dice en los medios masivos de comunicación la izquierda mexicana se divide actualmente en dos, de un lado los rijosos, en donde normalmente no distinguen entre los seguidores de López Obrador que agrupados en MORENA apuestan por un nuevo partido político, y las agrupaciones sociales como el magisterio disidente, satanizado ad nauseam, especialmente luego de las protestas en Guerrero; del otro lado aparece, según los gurús del nuevo liberalismo la izquierda moderna, al fin comprometida con el estado de derecho y las sacrosantas e inmaculadas instituciones, vamos, la izquierda que el país necesita.
El PRD dominado por la corriente denominada Nueva Izquierda, “Los Chuchos”, sigue al pie de la letra la escuela de su mentor político, Rafael Aguilar Talamantes, es en la practica un nuevo partido satélite del PRI y en su papel de nuevos paleros esperan que a cambio de signar el Pacto por México y asumir su complicidad en la venta de los últimos recursos que le quedan al país, les sean recompensados sus servicios en forma de puestos públicos, diputaciones locales y federales, senadurías, alcaldías y gubernaturas, y por qué no, quizá a futuro poder repetir el papel Panista y convertirse en opción presidencial, tales son las ilusiones de estos profesionales de la política.
En este nuevo rol Perredista, por supuesto, encontramos todo tipo de justificaciones, se firma y apoya el Pacto por México para no ser marginados, sin que esto signifique sumisión, se asume este nuevo rol pues ha quedado más que demostrado que el enfrentamiento no conduce a nada, se nos dice por un lado; pero por otro puede dilucidarse el verdadero rostro de estos claudicantes opositores en los elementos más rastreros, como Graco Ramírez gobernador “izquierdista” de Morelos que lo mismo clama sin pudor por la intervención del Gobierno Federal para poner en orden al magisterio Guerrerense, infiltrado por la narcoguerrilla, dice, al tiempo que repite las tradicionales practicas corporativas regalando automóviles al SNTE.
Aunque eso si, en esa telaraña de ilusiones futuristas Los Chuchos no están solos, pues las corrientes agrupadas en torno al ex salinista, Manuel Camacho Solís, y su por segunda vez suspirante presidencial Marcelo Ebrard también tienen buena escuela en la materia, contando además con la ventaja de conocer al dinosaurio desde dentro, solo como ejemplo basta recordar que en el D.F. Mancera acaba de revivir la táctica Priista del aumento en vísperas de vacaciones para impedir cualquier protesta.
El Partido de la Revolución Democrática es hoy la reedición de los viejos partidos satélites, de la llamada “izquierda leal” que una vez más juega el papel de comparsa, y que en su supuesta versión renovada asume el papel de una izquierda que al fin deja atrás todo vestigio “revolucionario”, que adecuada ya a la nueva realidad solo aspira en un futuro, a administrar el estado sin emprender transformación radical alguna, permitiendo así ofrecer al electorado una opción responsable que al mismo tiempo impida el paso a cualquier opción radical.
En general este nuevo Perredismo aunque pretenda presentarse innovador es en realidad una arcaica reedición de la Socialdemocracia, Tercera Vía, moderna o nueva izquierda, el planteamiento fundamental es la claudicación, la traición y la complicidad a cambio de poder vivir del presupuesto; si bien es cierto que el PRD jamás fue un partido socialista por mucho que sus estatutos sigan considerando este como objetivo, también es cierto que en un momento determinado jugo un papel de oposición, principalmente durante el Salinato, que costo poco más de 600 militantes muertos, ¿Qué dirían los caídos si vieran hoy al partido que ayudaron a fundar aplaudiendo y apoyando el exitoso retorno Priista a Los Pinos?.
Mientras, los supuestos radicales Lopezobradoristas en realidad siguen demostrando a cada paso que de radicales no tienen nada, la mayor de la veces ya ni en el discurso, tal y como lo demuestra la necedad de seguir dentro del marco institucional reemprendiendo el camino electoral que una y otra vez a demostrado estar cerrado, incluso para esta muy moderada opción de centro izquierda que si bien es cierto resulta incómoda para el resto de la clase política, no puede considerarse una real oposición pues perpetua practicas ya de todos conocidas, caducas y que incluso parecen más destinadas a ejercer de dique que contenga la protesta social.
El Lopezobradorismo acabo por demostrar que es incapaz de poner miras más allá del campo electoral y la decisión de convertirse en un nuevo partido político confirma que jamás será una opción de cambio, ha sido para la lucha social del país un distractor que desgasta en las urnas la energía que debió enfocarse en la construcción de un poderoso movimiento social, que en las calles fuese capaz de frenar las políticas lesivas que Acción Nacional intento imponer y que finalmente los Priistas han impuesto en su retorno al poder, que tuviese la fuerza solidaria para impedir las continuas acciones represivas que a lo largo y ancho de la República llevó a cabo el gobierno federal panista los últimos seis años, a cambio tendremos un nuevo partido dispuesto a disputar su trozo del presupuesto, la pregunta es cuantos mexicanos se dejaran engañar de nuevo, apostando por una victoria electoral que nunca llegara.
¿Dónde está la izquierda?, bueno, si partimos del hecho de que en su origen la izquierda no es más que una opción política burguesa, tal y como se definía en la época de La Revolución Francesa, cuando la burguesía irrumpía en el escenario de la historia, tendríamos toda la razón de confirmar la broma de que actualmente se encuentra al fondo a la derecha, pero el término a lo largo de los siguientes años fue adoptado no solo por las más oportunistas corrientes pequeñoburguesas, sino también por la corriente socialista y sus derivados, agrupa en si a diversas corrientes políticas, organizadas de manera diversa a lo largo y ancho del planeta, que pese a caídas de muros y de sistemas no cejan dar la lucha en contra del sistema capitalista, y es por eso que en México podemos responder a la pregunta, ¿dónde está la izquierda?, de la siguiente manera:
Pues en las calles, luchando, anarquistas, campesinos, comunistas, desempleados, estudiantes, maestros, obreros, zapatistas, etc; pese a los intentos por criminalizar la protesta social, quienes no han doblado la rodilla siguen ahí, en las calles.
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