Fuente: Insurgente.org
Siguen las protestas en Panamá después de tres semanas de que iniciaron, promovidas por colectivos sociales y otros movimientos, en rechazo a los fuertes y constantes aumentos de los combustibles y por el aumento de la pobreza en el país con el tercer PIB per cápita de Latinoamérica, con unos US$14.500 en promedio.
Los cierres, incluido el de la Carretera Panamericana, han obligado a la empresa estatal de electricidad a provocar racionamientos en la provincia oriental de Darién, fronteriza con Colombia, debido a que los camiones cisterna que llevan el gas para las plantas de generación no pueden llegar por los cortes de rutas.
Cortes de diversas rutas han interrumpido el ingreso y el tránsito entre ciudades, y empresas distribuidoras de alimentos no están pudiendo llevar productos, con lo que se ha empezado a constatar desabastecimiento y riesgo de seguridad alimentaria en varias provincias.
Pre acuerdo
Luego de las sucesivas jornadas de protestas, la mesa única de negociación, que aglomera a las agrupaciones sociales reclamantes, anunció en la noche de este miércoles que se ha llegado a un acuerdo y que esperan que el gobierno del presidente socialdemócrata Laurentino Cortizo inice las conversaciones sobre un documento con ocho puntos acordados a lo interno.
“Hay que seguir soñando y tener esperanza en todas estas organizaciones que han estado durante estos dos días conversando, dialogando y conversando”, aseguró Fernando Ábrego de la Asociación de Profesores de Panamá (ASOPROF).
La mesa está conformada por los representantes de la Alianza Pueblo Unido por la Vida , la Alianza Nacional de Pueblo Organizado (Anadepo) y dirigentes de los grupos la comarca Ngäbe Buglé y comunidades campesinas, quienes conciliaron los principales puntos que presentar al Ejecutivo.
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