Colombia transita con su propia memoria, se instala geográficamente y políticamente en los territorios. En la memoria de los pueblos indígenas y campesinos la tierra, los ríos, los bosques, las lagunas, la fauna, la flora, son sagrados para la vivencia de sus derechos. Aún no se desaparece la presencia de organismos paramilitares en Colombia y seguidamente la reinversión extranjera hace una vez más su presencia en Colombia. Toda una planeación política en los territorios: militarización –ejes políticos e inversión de capital. Bajo estos trazos de dominación y atendiendo la rebelión de los pueblos se representa, la vida, la emancipación y la defensa de los territorios. Eso es justamente lo que pasa en el Quimbo Departamento del Huila, con la multinacional EMGESA.
El 3 de marzo de 2012 campesinos, volqueteros, paleros, apicultores, zorreros, estudiantes y, en general, afectados por la construcción de la hidroeléctrica El Quimbo se desplazaron a las playas del río Magdalena. Foto: NOTIAGEN
La Multinacional EMGESA: un desangre
La multinacional EMGESA se constituye en 1997, bajo un proceso de capitalización con la Empresa de Energía de Bogotá, en consorcio Chile –España. Son compañías filiales CODENSA y ENDESA Internacional que tiene como actividad principal la generación y comercialización de energía eléctrica.
La Fundación ENDESA Colombia es creada el 29 de diciembre de 2005 por iniciativa de sus Fundadores: EMGESA, CODENSA y ENDESA Internacional.
La fundación ENDESA internacional española, genera un proyecto de prioridad en Colombia: la construcción de la hidroeléctrica El Quimbo, para ello su objetivo es la explotación de los recursos hídricos en vía a una comercialización de energía eléctrica. Es la primera presa que va a ser construida en el país por una empresa privada, con capital total de inversión extranjera, comercializando los recursos energéticos por el gran sector capitalista.
En el año 2008, bajo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez formador de grupos paramilitares e irrespetando la soberanía nacional, mediante el Ministerio de Minas y Energía asigna el proyecto de la hidroeléctrica Quimbo. Proyecto que se inicia en el año 2010.
En el año 2011 la Multinacional EMGESA, acorde con los estudios, prevé el desvío del río en cooperación con EDENSA y la firma italiana ENEL. En el mes de julio de 2011, logra en ese año realizar dos excavaciones subterráneas: con el fin de consolidar el túnel del desvío del río Magdalena. Este hecho genera condiciones para terminar la construcción de este túnel y sus obras anexas que implica un impacto en el rio Páez. Esta construcción, permite en su primera fase el desvío del río Magdalena para el mes de marzo del año 2012. Esta instalación y excavación trae graves consecuencias ambientales como proceso de sedimentación en el rio Magdalena, cobrando diverso impactos para la actividad pesquera de los campesinos y el suministro de agua potable como el sustento de los campesinos.
¿Qué se instala con el proyecto hidroeléctrico el Quimbo?
1.El imperialismo económico: En una primera fase, las obras previstas conllevan un grave impacto ambiental hasta el año 2014. Esta explotación del recurso hídrico y del suelo genera progresivamente un deterioro ambiental, cultural y territorial para las comunidades campesinas que allí habitan. Su inversión capitalista, de despojo, saqueo y explotación económica tiene un prospecto de durabilidad hasta el año 2034. Colombia tiene una gran capacidad de recursos no-renovables como carbón, gas y petróleo, siendo uno de los países con mayor atractivo del sector capitalista. En esta primera fase, tanto Álvaro Uribe Vélez, como el actual presidente Juan Manuel Santos consolidan la política Neo liberal. El uno, con su apertura paramilitar en todos los escenarios y el otro, que bajo el espectro capitalista defiende la hegemonía política, intransigente, retardataria del sector oligárquico del país.
2. La Inversión capitalista: la privatización en red Nacional- la construcción de un embalse con una capacidad de 400 megavatios para el sistema interconectado nacional. Es la Segunda generadora de energía en Colombia, después de la central de Betania, obteniendo grandes recursos para la inversión del gran capital extranjero español e italiano.
3. Las transnacionales como EMGESA, invierten más de 832 millones de dólares para la construcción de El Quimbo, pero terminan enviando ganancias de miles de millones de dólares a su casa matriz, en este caso, la española ENDESA
4. La ocupación territorial: El embalse ocupa un área de 8.586 hectáreas en los 6 municipios de: Gigante, Garzón, Altamira, El Agrado, Paicol y Tesalia, en el departamento de Huila. Lo cual implicara graves desplazamientos de la población de las comunidades campesinas, deterioro ambiental e impacto cultural para los territorios del Sur de Colombia en el Departamento del Huila. El territorio se afecta, la construcción del proyecto hidroeléctrico del Quimbo se construye con los recursos de las comunidades: su territorio y sus recursos naturales, causando un detrimento de los derechos colectivos. El derecho común pasa hacer privatizado.
5. Entrega de la soberanía: el actual gobierno de Juan Manuel Santos insiste en consolidar el proyecto económico impuesto. Se desvía una vez más la historia, subordinando y vendiendo los territorios al sector capitalista. El gobierno sujeta la reglamentación nacional a la prestación de los servicios en la inversión extranjera, según el presidente como un “gran avance político y económico” convirtiendo el país en comodín, miseria y colonialismo para satisfacción de los inversionistas extranjeros, el gran capital financiero e intereses del gobierno colombiano.
6. Acuerdos TLC: se afianzan los acuerdos bilaterales de comercio y explotación: el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y el Canadá, como parte de la globalización de la economía.
Resistencia y emancipación: los campesinos en el Quimbo
Ante la situación actual, los campesinos del Quimbo, se agrupan, se resisten a ser desalojados de sus tierras. El grave problema que se avecina es cómo las multinacionales privatizan los territorios y lo que esto conlleva: la reafirmación de organismo de seguridad privada, desplazamientos de población, compras de tierras e impactos ambientales que implican detrimento del patrimonio ambiental y cultural de las altas cuencas y los recursos hídricos del subsuelo. El agua es un derecho público y común, no de inversión privada, el cual debe ser defendido por diversos sectores en Colombia. Se hace necesario que el debate sobre el proyecto hidroeléctrico continúe, mediante el proceso de resistencia que actualmente realizan las comunidades campesinas. El proceso emancipación debe continuar en los temas ambientales, de seguridad alimentaria, sobre los derechos colectivos y la participación política que implica la autonomía de los pueblos a decidir sobre su territorio. La defensa de los territorios es una posibilidad, entre otras, de emanciparse de la dominación extranjera.
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