Fuente: La Terc3ra
La reunión desarrollada en La Habana hace parte de varias jornadas de trabajo entre las comandancias de las guerrillas colombianas, con el objetivo de intercambiar propuestas sobre la paz y la unidad. Si bien se evidencia su compromiso con la solución política, ¿qué más proponen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –FARC- en unidad con el Ejército de Liberación Nacional -ELN-?
Por parte de las FARC el anuncio lo hizo su primer comandante Timoleón Jiménez. Aseguró que “anhelar la paz y trabajar por conseguirla constituyen gestos del más digno aplauso”, en lo que su organización y el ELN coinciden. “Creemos que no solo a nosotros, como insurgencia revolucionaria, nos resulta urgente y necesario que el Ejército de Liberación Nacional se vincule a los diálogos de paz. También al gobierno nacional y al conjunto de la población colombiana. Es lo justo y a la vez es lo más práctico”, sentenció Jiménez.
Por su parte, el ELN manifestó que está en desacuerdo con que la etapa exploratoria de los diálogos se haga de forma secreta. Así mismo lo reafirmó Jiménez: “La decisión de emprender el camino de la solución dialogada es un hecho en el ELN, pero se han topado con dificultades serias. Con el camarada Gabino poníamos de presente cómo el secreto y la confidencialidad fueron reglas absolutas en la fase exploratoria entre las FARC y el gobierno”.
Unidad y nuevo gobierno
El encuentro fue más allá de los diálogos y la situación de la mesa con el ELN. Si bien ambas fuerzas guerrilleras le están apostando lo más importante de su agenda a los procesos de solución política, expusieron otros importantes puntos de unidad, tal como se mencionó en el comunicado del ELN, difundido a través de la cuenta de Twiter de la Radio Nacional Patria Libre –Ranpal- : “Confluimos en la necesidad de construir un gobierno democrático y popular, que ponga en primer lugar los intereses de Colombia y que aporte al desarrollo de un camino propio latinoamericano”.
El encuentro despejó las suspicacias frente a las rivalidades entre ambas fuerzas. Más allá del visto bueno de Santos para el desarrollo del encuentro, se trata de una nueva etapa en la unidad entre FARC y ELN que parece apuntar a la armonización de las propuestas de paz: “Coincidimos las dos organizaciones en que un proceso de paz exitoso sólo será posible mediante un gran ejercicio de participación popular y ciudadana que impulse, desde la organización y la movilización, los cambios necesarios que sustenten la paz en la justicia y la equidad social, tomando distancia de una paz exprés, como proceso de sometimiento de la insurgencia”.
Este encuentro significó un paso importante -en medio de los hechos de guerra, las versiones encontradas, las verdades a medias, las sentencias de “acabar con ratas humanas” y el reinicio de los bombardeos-para las propuestas de las guerrillas para el país.
A propósito de la situación, días antes del encuentro el ELN desmintió las versiones de los medios en las que se acusaba a esta organización de exhibir las extremidades del cabo del Ejército Edwin Ávila luego de caer en una mina instalada en una zona de guerra. Sobre el tema, Timoleón Jiménez comentó: “Las campañas difamatorias de los grandes medios, unidas a las irresponsables y falsas imputaciones que a diario brotan de la extrema derecha delirante y guerrerista, que hoy con cinismo se reclama perseguida política, enrarecen y dificultan el clima de entendimiento”. Por su parte, el Comando Central del ELN propuso un cese al fuego unilateral en la zona para que una comisión verifique los hechos ocurridos en Convención, Norte de Santander.
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