Otros votaron por terror, otros porque les daba lo mismo. Algunos de los que se presentaron se tragaron el sapo que elegirían un presidente que habría de representarlos.
Mientras se realizaban las votaciones muchos controlaban que las motosierras despedazadoras funcionen como corresponde para que la muerte y el horror mantengan su sitial casi sagrado.
Habrá mucha tarea por delante, ya fue anunciado durante la campaña de este nuevo casi presidente, Juan M. Santos, aliado incondicional de la obra comenzada por un genocida impulsado por otros genocidas con asiento en el norte.
En el día de hoy el mundo supo del nuevo golpe asestado al pueblo colombiano, una leve pero reivindicación al fin, de la represión, el genocidio, la tortura, los falsos positivos, los desplazamientos, las desapariciones y la persecución por mencionar algunos de los males que padece ese pueblo al norte del sur.
Y hablar de este nuevo casi presidente de Colombia, es mencionar al que proclamó en su campaña “porque apoyar a Chávez es indigno, vote Santos”; a quien se vio involucrado en un escándalo por escuchas ilegales. Quien se desempeñara como ministro de Defensa cuando salió a luz la locura de los Falsos Positivos, de las fosas comunes con cuerpos de desaparecidos previamente reportados como bajas en combates.
El que fuera miembro de la SIP y el que hoy saludó al pueblo colombiano sintiéndose ya ganador de la segunda vuelta que será el 20 de junio, prometiendo combatir la corrupción y la injusticia, omitiendo que se trata de la ejercida por el gobierno del cual forma parte y al que no dejó de agradecerle “todo lo que hizo por el país”.
Juan M. Santos basó su campaña en la continuidad de la política de seguridad democrática y ostenta orgullo por haber ordenado la violación de Ecuador, el 1º de marzo de 2008, luego de atacar con bombas inteligentes apoyado por los EEUU en la llamada Operación Fénix, en Sucumbíos, causando la muerte de Raúl Reyes y otros guerrilleros, así como de estudiantes universitarios mexicanos y ecuatorianos.
Santos, miembro de la narco-para-política colombiana está a un paso de conducir los destinos de Colombia. ¡Qué destino patria hermana!
La “democracia” a la colombiana está en marcha, la U de ultraje, U de Uribe que se ufana de uniformar la teoría del crimen mientras aceita la maquinaria del terror para continuar su tarea. Es indudable que resulta de altísima peligrosidad si en la segunda vuelta de esta farsa electorera la vergüenza se queda en su sitio como hoy estuvo.
El partido de la U, continuará siendo la úlcera más triste ungida en las entrañas de un país donde la vida no goza de respeto. Es de esperar que el mundo por fin se de cuenta que hay un aparato del terror que refuerza su atropello sobre un pueblo hermano y que resulta imperiosa la solidaridad internacional para detener tanto genocidio y el avance que llegará hacia pueblos hermanos.
No debemos olvidar que ese aparato representa un peligro para todo el continente, ya que las 7 bases gringas instaladas afilan sus garras contra los gobiernos de Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales y vendrán por más.
Unámonos a los reclamos y denuncias en favor de ese pueblo que históricamente luchó solo, que no se prestó a la farsa que implica la reedición del aparato macabro en funcionamiento y fortalecido por esos monstruos que cruzan en sus pechos bandas presidenciales con los colores patrios, como reafirmación de las bandas paramilitares legitimadas desde ese Estado Terrorista.
Ingrid Storgen
Mayo 30 de 2010
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