…..amenazas al interior del penal contra su vida, así como seguimientos y amenazas a su familia, amigos y abogados, sale libre el académico, sociólogo e historiador, Miguel Ángel Beltrán, quién fuera secuestrado en México y entregado a Colombia dónde lo esperaban 2 años de un proceso kafkiano. Dos años de lucha contra la judicialización del pensamiento crítico: porque pensar es perseguido como si constituyera un delito en Colombia. Así lo expresa Miguel Ángel Beltrán:“Considero que la actitud de que a todo aquel que investiga la realidad social con un lente crítico se le tilda de guerrillero proviene de un Estado que persigue y criminaliza a quienes pensamos diferente. Precisamente esto es lo que ha sucedido conmigo, y por eso mismo, mis escritos académicos han sido tomados como prueba para acusarme del delito de rebelión, lo que constituye una clara persecución al pensamiento crítico. El propósito del régimen al mantenerme privado de la libertad, pese a que hace mucho tiempo se ha puesto al descubierto la ilegalidad de las pruebas, es enviar un claro mensaje a los académicos críticos y a la universidad pública en general: ‘cuídense de estudiar el conflicto social y armado con una perspectiva diferente a la oficial, porque miren lo que les puede suceder. Cuídense de pensar críticamente’. Y esto, sin duda, cala en algunos sectores universitarios que se han refugiado en su silencio.” (1).Las últimas semanas han sido particularmente angustiantes para Miguel Ángel Beltrán y su familia, pues primero se conoció un testimonio de un agente que trabajó para el DAS (policía política colombiana) en México, el cual aseveró que había hecho seguimientos al profesor Beltrán, y que el profesor no era parte de ninguna “comisión internacional las FARC” cómo lo acusaba el estado colombiano, pero luego su testimonio fue desestimado por la ‘justicia colombiana’ aduciendo que no era válido por no ser presencial (2). El testigo mexicano declaró ante el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas en México, por razones de seguridad: declaró que Beltrán era inocente, y que así se lo había dicho al DAS; pero obteniendo del DAS como respuesta que Miguel Ángel Beltrán era “un trofeo”.
El 4 de junio 2011 sale libre Miguel Ángel Beltrán de lo que se considera como un “secuestro carcelario”; algo padecido por miles de presos políticos, y que en el caso de Beltrán duró más de 2 años. En reiteradas ocasiones Miguel Ángel Beltrán denunció la judicialización de la que fue víctima como un mensaje para atemorizar al pensamiento crítico; para impedir que se investigaran las raíces históricas y sociales del conflicto social y armado en Colombia. Cómo lo señaló Miguel Ángel en la entrevista del 14 de abril 2011: “La verdad resulta incómoda para el sistema” (ver 1). Entre las “pruebas” que fueron grotescamente esgrimidas en contra de Beltrán, estaban sus escritos: haciendo de cada audición judicial una parodia inquisitorial. Cómo siempre lo sostuvo Miguel Ángel Beltrán: el pensamiento crítico no es “terrorismo”
· Fallo de la Corte Constitucional sobre la invalidez de los “ordenadores mágicos” debería conllevar más liberaciones
Miguel Ángel Beltrán salió libre gracias al fallo de mayo 2011 de la Corte Constitucional de Colombia, que invalidó como “pruebas” los llamados “ordenadores mágicos” que el estado colombiano aduce haber recuperado (3) en el campamento del comandante guerrillero Raúl Reyes, bombardeado en el 2008 en flagrante violación del territorio ecuatoriano y del DIH: las tres sobrevivientes relataron cómo los heridos fueron, tras el bombardeo, rematados a quemarropa por los soldados colombianos, y las autopsias confirmaron la masacre.
Hay al menos medio centenar de personas encarceladas y procesadas bajo las “pruebas” de los “ordenadores mágicos”, inculpadas de pertenecer o colaborar con las FARC: estas personas deberían salir libres inmediatamente si el fallo de la Corte Constitucional es respetado; pero la Procuradoría General de la Nación, que algunos señalan de “ente inquisidor” y de “aparato de persecución política”, ha llamado a impugnar el fallo. Por lo que las liberaciones esperadas por ley, aún no se producen. Entre las personas cuya libertad procede por ley de manera inmediata se encuentran el periodista Joaquín Pérez Becerra, recientemente entregado al gobierno colombiano por el gobierno venezolano, sin respetar el debido proceso de una extradición en regla y en violación al DIH (4); y la socióloga y documentalista Liliany Obando que lleva casi 3 años encarcelada, separada de sus hijos, siendo madre cabeza de hogar, y a la cual se mantiene también bajo “secuestro carcelario”, con el agravante de que ya procede su “libertad por vencimiento de términos” (5), dado que pasaron losdías estipulados en la ley “sin que se haya terminado la audiencia pública, lo que según el artículo 365 (numeral 5) la Ley 600 de 2000 constituye una causal de libertad por vencimiento de términos”(Ibíd. ). No obstante el vencimiento de términos, no obstante el fallo de la Corte Constitucional sobre la invalidez de las “pruebas” de los ordenadores que el estado atribuye a Raúl Reyes, Liliany Obando sigue presa y víctima de constantes sanciones por haber asumido en la cárcel parte de la defensoría de DDHH de las presas. Hay otros presos y presas políticas cuyas inculpaciones han quedado totalmente invalidadas por el fallo de la Corte Constitucional, sin embargo siguen enjaulados. Traspasa los muros denuncia que Liliany Obando está siendo duramente represaliada para impedir que las visitas del encuentro en solidaridad con los presos políticos celebrado en Bogotá la primera semana de junio puedan tener acceso a ella: “el Grupo de Reacción Inmediata ingreso al patio 6 del Buen Pastor y sin explicación alguna sustrajo de su celda a la prisionera política de conciencia LILIANY OBANDO VILLOTA, procediendo a incomunicarla y generando zozobra en su familia (…) la prisionera fue trasladada a otro patio de mayor seguridad, alejada de las demás prisioneras políticas”(6). Liliany Obando está privada de libertad desde el 8 de agosto 2008.
· En sus alegatos la Fiscalía adujo que el fallo de la Corte Constitucional fue: “un acto de traición a la patria”.
La libertad de Miguel Ángel Beltrán se hizo a regañadientes, pues la Fiscalía expresó su descontento total con el fallo de la Corte aduciendo que el fallo sería“traición a la patria”; así lo reseña la Brigada Jurídica Eduardo Umaña Mendoza:“La Juez absolvió a Miguel Ángel de todos los cargos que injustamente le endilgó la Fiscalía General de la Nación, la cual de una manera grotesca en sus alegatos dijo que el Auto Inhibitorio que expidió la Honorable Corte Suprema de Justicia –Sala de Casación Penal el pasado 18 de Mayo de 2011, fue “un acto de traición a la patria”. Lo que revela el carácter de persecución política que asume con ahínco la Fiscalía.El sociólogo Miguel Ángel Beltrán insistió en que se trata de una persecución política, denunciando que los intelectuales críticos en Colombia son tildados de guerrilleros como manera de impedir el desarrollo del pensamiento crítico y la conciencia social.Los académicos son objeto de persecución y estigmatización: como ocurrió con Orlando Fals Borda o con casos más recientes como el del profesor Alfredo Correa de Andréis, quien tras ser liberado y salir de la cárcel fue asesinado por la herramienta paramilitar, en el 2004.
Beltrán era sindicado de incurrir en los delitos de concierto para delinquir agravado y rebelión. Fue capturado el 22 de mayo de 2009 en Ciudad de México, desde donde fue trasladado a Bogotá, donde fue recluido en la cárcel La Picota. Tras más de 2 años de angustia y vulneración de su libertad, sale libre y le tocar cuidar su vida de la herramienta paramilitar, porque no son pocas las personas que tras ser al fin liberadas de los montajes judiciales, sufren asesinados o desaparición forzada en Colombia. Las voces coherentes y críticas como la del profesor Beltrán son perseguidas por la guerra sucia adelantada por el estado y sus fuerzas paraestatales, hoy rebautizadas con el eufemismo de “BACRIM”, en un intento de ocultarlas. No obstante las operaciones de maquillaje, “Las acciones del gobierno de Santos para encubrir el paramilitarismo” (7) , la barbarie se sigue intensificando día a día, y la fuerza pública y la herramienta paramilitar continúan asesinado, desapareciendo y masacrando, como lo denuncia el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado: “En la Política de Prosperidad Democrática la persistencia de los Crímenes de Lesa Humanidad se encubre bajo la denominación de Bandas Criminales, que es parte de la reingeniería paramilitar y la falsedad del espectáculo de las desmovilizaciones. Persistiendo el poder mafioso, político y empresarial en las estructuras paramilitares. (…) Continúa la criminalización de la protesta social, la judicialización de campesinos, estudiantes y defensores de DDHH, con la prolongación de la práctica de la desaparición forzada, de la violencia sexual, del control militar de la vida y del pensamiento crítico” (Ibíd. ).
· Colombia, Amargo ‘record’ en presos políticos: montajes judiciales y condiciones inhumanas de reclusión
Colombia es record amargo en presos políticos: con 7.500 presos políticos, de los cuales al menos 7.000 son civiles encarcelados bajo montajes judiciales: sindicalistas, maestros, estudiantes, académicos, campesinos, abogados, defensores de DDHH, ambientalistas, sociólogos, artistas, documentalistas… todo aquel o aquella que reivindique por justicia social y que adelante un pensamiento crítico es expuesto a padecer la represión del régimen colombiano, y a ser judicializado bajo montajes judiciales con ordenadores “mágicos” o testigos pagados por el DAS.
Todos los presos y presas políticos están expuestos a sufrir tortura, tratos degradantes y denegación de asistencia médica. Un estudio en centros de reclusión de presos políticos ha revelado que la comida contiene materia fecal de manera sistemática. En la cárcel la Tramacúa se denuncia drama humanitario: “Condiciones inhumanas, golpizas y tortura persisten en la prisión de alta seguridad de La Tramacúa, en Colombia, aseguró Alliance for Global Justice. Se priva a los presos de agua y la comida contiene materia fecal o está podrida, según han constatado la Comisión para los Derechos Humanos de Naciones Unidas y distintas ONG, y existen condiciones sanitarias deficientes.”(8)
La privación de agua hasta por tres días seguidos es una práctica reiterada en centros de reclusión como el de Valledupar, al interior del cual las temperaturas rondan los 35- 40 grados; varios presos y presas han enfermado debido al agua infectada, y las infecciones no tratadas por denegación de asistencia médica han producido incluso fallecimientos. En los centros de Bogotá y de lugares más fríos, una de las prácticas lesivas para la salud de los presos es bañarlos con agua helada, y obligarlos a permanecer así desnudos en patios con temperaturas que pueden rondar los 5 grados, como lo denuncian los presos del centro ERON cuyas prácticas son inspiradas del modelo carcelario estadounidense que se impone a Colombia. “Proyectada para albergar cerca de 4000 presos, las instalaciones del ERON- Bogotá no cumplen con las normas mínimas consagradas por los protocolos internacionales para el tratamiento de las personas privadas de la libertad. (…) se nos obliga a hacer nuestras necesidades fisiológicas a la vista pública, violando el derecho a la intimidad; mientras que por patio se dispone de ocho duchas comunales para una población de 220 internos. La luz solar jamás entra al penal y las condiciones de iluminación y aireación son precarias; y no obstante las bajas temperaturas del penal, no se nos ha dotado de cobijas pero tampoco se autoriza su ingreso(…) Para los desplazamientos dentro del penal, trátese de visitas, entrevistas con abogados u otro tipo de diligencia se nos esposa. Situación que contrasta con la ausencia de cámaras dentro de los pasillos y patios, facilitando la realización de actos ilícitos por parte de las autoridades penitenciarias.” (9)
Igualmente los presos denuncian que son privados “del acceso al trabajo, estudio o enseñanza como mecanismo de redención de penas; evidenciando que resulta que el pretendido “fin resocializador” del establecimiento carcelario es una quimera pues en ningún momento se ofrecen acciones protectoras que prevengan o minimicen los efectos del proceso de prisionalización.”(íbid )
La situación de las presas políticas madres cabeza de hogar es dramática, pues una de las torturas empleadas por la autoridad carcelaria INPEC es chantajearlas con restringir el derecho a visitas de sus hijos y amenazarlas con que sus hijos terminarán entregados a orfanatos si ellas no se pliegan totalmente a las exigencias para postular a la oportunidad de libertad; y cuando las madres cabezas de hogar no cuentan con familiares que se ocupen de sus hijos, ocurre la desgracia de que los pequeños son enviados a centros estatales, al prolongárseles las penas a las madres de manera violatoria incluso de derechos constitucionales.
Los presos políticos son sometidos a palizas reiteradas e incluso sometidos a convivir en patios llenos de paramilitares, en los que se los sitúa incluso aislados de otros presos políticos, como un evidente intento de atentado contra su vida e integridad física. Varios han sido asesinados en estas circunstancias, no obstante el hecho de que esa peligrosidad para sus vidas al mezclarlos con paramilitares ha sido denunciada en repetidas ocasiones. Los presos políticos son también empujados a la muerte por enfermedades e infecciones provocadas por la alimentación adulterada y las condiciones de insalubridad que padecen en las cárceles: en estados avanzados de enfermedad se les niega la asistencia médica. Sólo en el 2011 han fallecido 5 presos políticos en las cárceles colombianas como consecuencia de torturas. (10)
Es representativo el testimonio del preso político y de guerra Diomedes Meneses: El estado le sacó un ojo con un cuchillo, se ensañaron con su humanidad hasta dejarlo paralítico, lo degollaron, lo enviaron a la morgue con catalepsia y lo intentaron asesinar al constatar que estaba aún vivo. Tras la rejas se ensañan contra él, dejándole podrir la pierna por gangrena sin el debido tratamiento: torturándolo por denegación médica y otras prácticas. (Vea el video del caso de Diomedes Meneses: http://blip.tv/cocalo/diomedes-3393961
La solidaridad internacional con las y los 7.500 presos políticos colombianos es una cuestión urgente.
Para ampliar información o adherirse a la campaña de solidaridad:http://www.traspasalosmuros.net, y www.arlac.be
· Crónicas del otro Cambuche, Miguel Ángel Beltrán: una voz que ni las rejas pudieron callar
Miguel Ángel Beltrán: “El telón de fondo de los escritos que presento en mi libro “Crónicas del otro cambuche” es el conflicto armado y social que sacude a Colombia desde hace más de medio siglo y que ha traído muchos costos económicos, sociales y, particularmente, de vidas para el país. Ha tenido episodios de intensa confrontación militar, pero también de diálogos que, infortunadamente, no han logrado cristalizar en acuerdos que erradiquen las raíces mismas que han alimentado esta guerra fratricida. En tal sentido, considero que las recientes liberaciones de políticos y militares retenidos por las FARC es una señal que envía esta organización armada en el sentido de crear condiciones en dirección a allanar caminos hacia un posible diálogo entre la guerrilla y el Estado. No obstante, no percibo una verdadera voluntad de paz por parte del presidente Santos que, si bien posee un estilo de gobierno diferente al de su antecesor, se mantiene en la línea de privilegiar una salida militar.
Cuando el presidente afirma que “la puerta de la paz no está cerrada”, pero que para abrirla la guerrilla debe cesar su actividad militar, entregar las armas, etc., en realidad le dice a los colombianos que la guerra va a continuar. ¿Cómo se espera que las FARC, luego de más de 46 años, desmovilice a sus hombres y entregue sus armas a cambio de vagas promesas de paz? Máxime cuando se está frente a un Estado que sistemáticamente ha incumplido sus acuerdos. Basta dar una ojeada a la historia Colombiana: desde la entrega de Guadalupe Salcedo, bajo el gobierno militar de Rojas Pinilla, hasta los más recientes acuerdos(…)el incumplimiento ha sido una constante.” (11)
El pensamiento crítico:
“El pensamiento crítico es, a mi modo de ver, una condición fundamental del quehacer académico e intelectual: nos ofrece la posibilidad de analizar y examinar la realidad desde una perspectiva diferente a las ideas dominantes (…) El pensamiento crítico ha sido motor indispensable para el avance de la humanidad, pero no ha recorrido un camino lineal y ha debido enfrentar poderes instituidos, interesados en mostrar una única verdad. (…) En un país como el nuestro, atravesado por un conflicto interno secular, se hace todavía más necesario el ejercicio del pensamiento crítico. Los investigadores sociales tenemos el compromiso ético y político de indagar por esas realidades que el pensamiento hegemónico trata de ocultar. Se trata de verdades que resultan incómodas para el sistema y que éste trata de borrar, persiguiendo y criminalizando a quienes tratamos de buscarlas. Hoy, a quienes hacemos lecturas críticas de la realidad social se nos señala públicamente como ‘terroristas’, pero muy seguramente mañana estos aspectos de la realidad quedarán al descubierto y se reconocerán las dimensiones de una confrontación armada y social que los gobernantes de turno se empeñan en reducir a una ‘amenaza terrorista’.” (Ibíd. )
El profesor Miguel Ángel Beltrán es una voz necesaria para el pueblo colombiano, así como las 7.500 voces encarceladas bajo montajes judiciales.
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