Fuente: RT
El gobierno colombiano anuncia operaciones militares de exterminio apenas unas horas después del anuncio del retorno a las armas de un sector de las FARC-EP lideradas por Iván Márquez.
El ministro de defensa colombiano Guillermo Botero / ColMinDef
Escasas horas después del anuncio del retorno a las armas de un sector de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC-EP, el gobierno colombiano se aprestó a informar de un operativo militar del ejército para acabar con los guerrilleros. A lo sorprendente de la velocidad de actuación de las fuerzas armadas, se une el elevado número de bajas sin que se haya dado ninguna acción ofensiva por parte del sector reactivado de la guerrilla, comunicándose desde el Ministerio de Defensa la muerte de 9 “integrantes de GAO-r 7”, denominación oficial dada por el gobierno a los Grupos Armados Organizados.
El ministro de Defensa de Colombia, Guillermo Botero, informó que nueve personas fallecieron tras una operación militar en contra de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un día después del anuncio de Iván Márquez de retomar la “lucha guerrillera”.
En su cuenta de Twitter, Botero afirmó que nueve miembros de los ‘Grupos Armados Organizados Residuales’ de las FARC murieron tras un bombardeo de la Fuerza Aérea en San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá, en el sur del país.
“Los delincuentes están advertidos: se entregan o serán vencidos”, escribió el ministro, tras dar a conocer oficialmente la primera acción armada del Estado en contra de la disidencia, tras el anunció hecho por un grupo de guerrilleros de retomar la lucha armada ante el incumplimiento de los acuerdos de paz y el asesinato de líderes sociales y excombatientes.
Acción autorizada por Duque
El presidente colombiano, Iván Duque, anunció que murió abatido alias ‘Gildardo Cucho’, quien presuntamente pertenecía a los grupos armados residuales, en una acción autorizada la noche del jueves por el mandatario y llevada a cabo por el Comando Conjunto de Operaciones Especiales.
En declaraciones desde el municipio de Sincelejo (Sucre), Duque aseveró que el fallecido “pretendía ser de la estructura amenazante” de la “cuadrilla de narcoterroristas, que ya empezaron a recibir los mensajes claritos”, con referencia a los miembros de las disidencias de las FARC que manifestaron en un video difundido en internet que coordinarían acciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con otros grupos.
En la víspera, el presidente colombiano adelantó que se crearía una unidad especial para “perseguir sin tregua” a los guerrilleros en todo el territorio del país suramericano.
Por otra parte, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), mecanismo de justicia transicional para quienes participaron en el conflicto armado, ordenó la revocación de las órdenes de captura y de los beneficios garantizados en el Acuerdo de Paz a los disidentes Iván Luciano Márquez Marín, Henry Castellanos Garzón, José Vicente Lesmes y José Manuel Sierra Sabogal.
De igual manera, se ordenó la captura del exlíder guerrillero Seuxis Paucias Hernández Solarte, conocido como ‘Jesús Santrich’, quien permanecía prófugo de la Justicia y que aparece acompañando a Iván Márquez en el audiovisual.
El analista político Kintto Lucas opina que es posible que la nueva guerrilla esté conformada por disidentes de las FARC y combatientes del Ejército de Liberación Nacional.
El temor al retorno de los falsos positivos
La beligerancia y la prontitud en anunciar bajas de combatientes rebeldes inquieta a las organizaciones defensoras de derechos humanos, que temen el retorno de las políticas sistemáticas de “falsos positivos”, un eufemismo con el que los medios de comunicación y la opinión pública conoce el asesinato de civiles no beligerantes por parte de las fuerzas armadas, haciéndolos pasar por bajas de guerra.
La noticia del retorno a las armas por parte de un sector de las FARC-EP ha sido recibido con tristeza por las instancias sociales y diplomáticas que guardaban la esperanza de alcanzar progresos en la implementación de los acuerdos de paz, que se han visto sistemáticamente incumplidos en las zonas rurales del país, donde cientos de líderes sociales, activistas y ex guerrilleros han sido asesinados desde los acuerdo de La Habana.
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