“Prohibido olvidar”… tararean los pueblos con el alma… “Prohibido olvidar” late en los corazones de mujeres y hombres de América y del mundo.
A 2 años de la mascare recordamos el bombardeado al campamento de las FARC en territorio Ecuatoriano. El 1ro de marzo 2008 aviones, misiles y tecnología estadounidense y colombiana cometieron una cobarde masacre contra personas que dormían.
Fueron descargadas toneladas de bombas, violando la soberanía del Ecuador: los guerrilleros fueron atacados mientras dormían. Uribe le dijo a Correa que el ataque había sido “en respuesta a disparos guerrilleros”, y esta aseveración resultó ser una mentira; así como Correa lo denunció diciendo que “¡sus mentiras hieren aún más al pueblo ecuatoriano que sus bombas asesinas!”. Los cadáveres fueron hallados en ropa interior: estaban todos durmiendo.
El campamento era una comisión en misión de búsqueda de paz y de intercambio humanitario, Raúl Reyes se había comunicado con el gobierno francés para agilizar la liberación de Ingrid Betancourt; esa liberación estaba prevista en la misma semana en la que los atacantes colombo-estadounidenses cometieron la masacre. Pero es que a Uribe y a la oligarquía colombiana no les interesa la Paz en Colombia, y tenían que evitar que las FARC procedieran a esa liberación y conseguir asesinar a Raúl Reyes de forma traicionera. Recordemos también que de los miles de presos políticos (7.500 presos políticos) que mantiene encarcelados el gobierno colombiano, casi nadie habla… salvo las FARC, que por ello reclaman el canje o intercambio humanitario.
En la masacre fueron asesinados por las bombas y los tiros a quemarropa 20 guerrilleros, un campesino ecuatoriano y 4 estudiantes mexicanos internacionalistas (Verónica, Juan (1), Soren, Fernando)(2), que se encontraban en la selva estudiando a uno de los movimientos insurgentes más importantes de la historia de América. Estaban estudiando, en una labor académica y comprometida con los pueblos, y sus vidas fueron cegadas por la barbarie del Criminal Estado colombiano. Sobrevivió una estudiante Mexicana: Lucía Morett, ella ha sido criminalizada por los que quieren que reine el pensamiento único.
Hubo tres mujeres que sobrevivieron a la masacre del 1ro de marzo, y relataron como los soldados colombianosremataron(3) a los vivos a quemarropa; esto fue confirmado mas tarde por las autopsias practicadas en Ecuador. Pero los medios masivos no difundieron esta denuncia.
Las FARC en un comunicado puso la alerta sobre un crimen de desaparición practicado por el gobierno colombiano, crimen del cual tampoco se hizo eco ningún medio masivo de difusión: alertaron sobre el hecho de que o nce personas fueron llevadas vivas del campamento por el ejército colombiano, y hasta la fecha no han sido presentadas oficialmente como presas, se desconoce de su existencia a manos de un régimen que practica la tortura y la desaparición de forma sistemática.
Otra de las incontables mentiras del caso fue que el gobierno colombiano difundió(a su manera macabra) junto a la foto del cadáver de Raúl Reyes, otro cadáver asegurando que se trataba de un comandante de las FARC llamado Julián Conrado, cosa que el Ecuador denuncio pues el cadáver pertenecía a un campesino ecuatoriano…. Esto para la maquinaria de montajes mediáticos del Estado no es sino un caso más, pues bien conocidos son los “falsos positivos” que practica en Colombia el ejército colombiano: cuando asesina a campesinos y los viste de guerrilleros, para después mostrarlos como un “logro militar” ante las ávidas cámaras de las televisoras colombianas, que se hacen sistemáticamente cómplices de estos “falsos positivos”, porque evidentemente no verifican la “noticia” ni buscan fuentes alternativas al Estado…Pero bueno estos canales son propiedad del vice-presidente de Colombia… Francisco Santos, comprobado formador de paramilitarismo, según confesiones de los propios paramilitares (4).
A dos años de la masacre cometida por el gobierno colombiano queremos recordar lo que fue esa barbarie, para que no olvidemos la criminalidad del Estado colombiano; para preguntarle otra vez al Estado Ecuatoriano si: ¿va a hacer algo por enjuiciar y condenar a los responsables de la masacre?; por preguntarle otra vez al Estado Mexicano si: ¿no piensa elevar una queja jurídica por los mexicanos masacrados?
A raíz de la masacre le quieren hacer creer al mundo entero que disponen de una computadora mágica en sus manos que destila las mentiras que les convengan, ya sea para desprestigiar a las FARC, ya sea para tapar los escándalos de los narco-vínculos de la oligarquía colombiana… ya sea para criminalizar a todo el que reivindica por justicia social.
A la masacre sobrevivieron 3 mujeres, una estudiante mexicana, y dos colombianas. A la estudiante mexicana le han venido haciendo una operación de criminalización en México los aliados de USA; es decir el Estado de México, los mass-media, y por supuesto la embajada de Colombia en México: la arremetida de criminalización se intensificó desde el embajador Osorio, el mismo que cuándo fue Fiscal general de Colombia(bajo el mandato de Uribe), desmanteló la fiscalía sacando a los fiscales no corruptibles, y proscribió la orden de captura contra Rito Alejo del Río, el General responsable de la operación Génesis (masacres horrendas en el Chocó).Tanto la estudiante mexicana como las dos sobrevivientes colombianas dieron testimonio de la barbarie y de la falsedad de la versión del gobierno colombiano:
Doris Torres, una de las sobrevivientes, explicó que: “cuando fue amaneciendo es que los soldados colombianos empezaron a disparar. Por todos lados disparaban, y cuando subieron decían ‘acá hay uno’ y llegaban y le daban plomo a los heridos. Ellos decían ‘entréguense que les respetamos la vida’, pero ellos hacían lo contrario. Entonces me dió mucho miedo, me dije ‘si me encuentran, me van a matar’.”
Martha Pérez, otra sobreviviente, confirma cómo el ejército colombiano remataba a los heridos: “(…)con varios tiros en la espalda(..) Se irrespetó, se violó y se masacró. Y además ellos remataban. ¿Heridos? ¡Plum! Se escuchaban los tiros.” “Se violó, se irrespetó y se masacró”, sentenció.
Doris: “No hubo intercambio de disparos. Fueron sólo los soldados colombianos. Allí se puede ver que ellos (los guerrilleros y civiles asesinados) estaban sin nada, no tenían armas, estaban en ropa interior, no tenían nada, y los heridos que habían fueron rematados por los soldados colombianos.”
De estos testimonios acerca de la barbarie los medios de desinformación masiva no han querido hacerse eco. Lo único que han dejado “trascender” de la masacre es la computadora inventada… su rol está bien definido.
El Terrorismo de Estado en Colombia ha desaparecido a más de 50.000 personas(5), mediante sus aparatos oficiales(policía militares) o para-oficiales: su Estrategia Paramilitar. El Estado colombiano ha cometido un genocidio político contra todo aquel que reivindica. Exterminó al partido político Unión Patriótica: 5.000 militantes asesinados por el Estado mediante su Herramienta Paramilitar o sus órganos oficiales: este exterminio demostró la gravedad del riesgo de participación política legal en Colombia.
El Terror Estatal ha desplazado de sus tierras a más de 4,5 millones de personas, para entegarles las tierras a multinacionales o a latifundistas de la oligarquía. El Estado colombiano tiene encarcelados bajo burdos montajes judiciales, a más de 7.500 presos políticos.
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