Por: Miguel Pinto Parabá
Después de huir del país el 4 de noviembre de 1964, el histórico del líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Víctor Paz, hizo de todo para volver a Bolivia.
En noviembre de 1970, negoció con el régimen de Juan José Torres su visa, pero fracasó. Luego, transó con el otro bando y le fue bien. Regresó del exilio luego de activar el golpe de Estado del 21 de agosto de 1971.
Según las misivas secretas publicadas por su “correligionario” Raúl Lema Peláez en 1993 —en el libro Memorias para la historia del MNR, 1952-1977: Cartas de Víctor Paz Estenssoro/Raúl Lema Peláez—, su retorno fue muy “accidentado”.
Desde una visión a favor del alzamiento de agosto del 71, Samuel Mendoza, en su texto Anarquía y caos (1973), confirmó los sucesos relatados por Lema; Fernando Kieffer, en De cara a la revolución del 21 de agosto de 1971 (1999), destacó el “valor histórico” de esas cartas.
Por su parte, el ministro de Gobierno de Torres, Jorge Gallardo, en De Torres a Banzer (1973), corroboró esos aprestos “sediciosos” del doctor Paz.
VISA
21 días después del juramento de Torres como Presidente, Lema dirigió una primera carta a Paz, que residía en Lima, Perú, como exilado. Le informó que el MNR respaldó la revuelta del general Rogelio Miranda contra el régimen de Alfredo Ovando, porque iba a convocar “a elecciones en las que el MNR tenía la seguridad de triunfar (…)”.
En otra misiva, del 23 de noviembre, le detalló que el Presidente les “pidió un poco de tiempo” para viabilizar su retorno: “(…) el principal veto está a cargo de los comunistas de todas las layas, que han desatado una furiosa campaña contra tu persona y el Partido. Hernán Siles (jefe nacional del MNR) y Fellman habían sostenido conversaciones (…) para cooperar con el gobierno”.
No obstante, el 25 de diciembre, en una tercera carta, Lema le comunicó a Paz que convocó a conferencia de prensa “para protestar porque Torres hubiese dado una negativa tácita” a la extensión de su visa de ingreso al país.
SEDICIÓN
El 6 de enero de 1971, Lema le recomendó su regreso clandestino al país. “Aquí todo el mundo se siente aterrado frente al avance del comunismo (…)”, puntualizó. Desde ese momento, el MNR de Paz golpeó las puertas de los cuarteles para derrocar a Torres.
La carta de Lema del 18 de enero de 1971 reveló que el MNR participó en la planificación del alzamiento militar del 11 de enero: “(…) hablaron Banzer y Edmundo Valencia respondiéndome que contaban con el apoyo de la Falange Socialista Boliviana (FSB) y que tú podrías regresar cuando nosotros lo dispusiéramos (…) Yo les hice saber que no era prudente dar el golpe en esos días porque ya era de conocimiento del régimen. (…) Banzer respondió que el gobierno no podía enfrentarse a ellos por carecer de apoyo (…)”.
El 11 de enero, el Estado Mayor amaneció rodeado. Banzer y Valencia fueron detenidos y luego desterrados.
RUPTURA
Lema, el 21 de enero, le escribió sobre la división del MNR. “En El Diario, Siles planteó a Torres una mayor participación en el gobierno, sin acordarse que tú te encuentras desterrado (…) La gente está feliz que nos hayamos desembarazado de él y su camarilla”, narró.
Víctor Paz, el 10 de febrero, le respondió: “La Cancillería boliviana ha planteado reclamación oficial ante el gobierno peruano por mis declaraciones (…) Sería conveniente hacer que se conozca por la prensa la existencia de tal reclamación (…)”.
A la semana, Lema le indicó que “en Presencia salió la información sobre el reclamo (…) ya no podemos seguir conversando sobre algún apoyo (…)”. En ese marco, el periodista Daniel Rodríguez, en El Diario, el 21 de febrero, argumentó la participación de la prensa en la expulsión del MNR “proimperialista” de la Asamblea Popular.
ARMAS
En abril, Gallardo, ministro de Gobierno, acusó a Raúl Lema de entregar un “lote de armas” a sus correligionarios.
Al respecto, él escribió a Paz lo siguiente: “Con los compañeros Carlos Serrate Reich, Jaime Escóbar, Rubén Julio, coronel Aníbal Michel, Jorge y Raúl Lema, Óscar Arano Peredo, el padre Leónidas Sánchez, Jaime Rodrigo, los hermanos San Martín, Guillermo Fortún y otros valientes compañeros de la resistencia fuimos coordinando el plan conspirativo a partir de abril de 1971 (…) Gallardo denunció que yo había entregado ametralladoras (…) Le dirigí una carta fuerte (…) mi casa fue allanada (…)”.
Luego, le informó que desde la clandestinidad fueron “armando a los cuadros del partido” y buscando contactos con las Fuerzas Armadas.
“Carlos Serrate Reich, Raúl y Jorge Lema Patiño con Guillermo Fortún se constituyeron en elementos imprescindibles en los contactos con los oficiales jóvenes del Ejército”.
FSB-MNR
Posteriormente, Lema, en otra carta, relató cómo se concretó la unión con la FSB: “El doctor (Mario) Gutiérrez llegó acompañado de Juvenal Sejas, Ambrosio García, Augusto Mendizábal Moya y Arturo Vilela. Sometimos a su consideración un proyecto elaborado por Guillermo Bedregal (…) Este encuentro fue positivo. La alianza estaba hecha. Así nació el Frente Popular Nacionalista (FPN). El doctor Gutiérrez se trasladó a Santa Cruz para organizar sus cuadros, de donde pasó a Buenos Aires para informar al coronel Banzer de la organización del Frente Nacionalista”.
El 9 de junio, Mario Gutiérrez envió una misiva a Paz, donde le reiteró su “plena y total conformidad con el pacto acordado en Bolivia (…)”.
Paz respondió a Gutiérrez: “(…) en Bolivia se sospecha algo del entendimiento, pienso que no debe hacerse público hasta el momento mismo de la acción para no poner en alerta al gobierno (…)”. Además, le adelantó que “su enviado” le hará conocer “ciertas tácticas que deben ponerse en práctica en la labor preparatoria y otras ya en el curso de la acción”.
RETORNO
Banzer, el 6 de agosto, mandó una misiva a la FSB y al MNR: Testimonio al “(…) FPN mi sincero agradecimiento por el honor con que me han distinguido al ungirme como el líder del Movimiento Revolucionario que encauzamos (…)”.
Así, después de esa activa participación en el golpe del 21 de agosto, el líder del MNR retornó al país.
Una foto publicada por la prensa, el 23 de agosto, muestra a Víctor Paz, Banzer y Gutiérrez en Palacio de Gobierno (ver foto).
Miguel Pinto Parabá es periodista
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