Fuente: Terc3ra
El presidente boliviano, Evo Morales, ha reiterado el apoyo incondicional de su país a los procesos revolucionarios en América Latina.
“La derecha imperialista quiere desarticular los procesos revolucionarios en Latinoamérica y nosotros lucharemos y apoyaremos incondicionalmente a los gobiernos de Brasil, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Cuba y a todos los que abogamos por la paz, solidaridad y bienestar de nuestros pueblos”, ha asegurado este viernes Morales.
Ha realizado estas declaraciones durante su discurso pronunciado con motivo del 115º aniversario de la creación de la Escuela Militar de Sargentos Maximiliano Paredes, en el que ha denunciado que “las oligarquías imperiales” intentan dominar y explotar a los pueblos del bloque, pero, ha dicho, “ya no se viven tiempos de oligarquías ni monarquías”.
En este contexto, ha afirmado que su país respeta a los Estados que eligen tener monarquías, no obstante, ha enfatizado, “eso es en su país, no para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe”.
Igualmente, tras mostrarse contrario a la presencia de la delegación española acompañada por el rey en la investidura de los presidentes latinoamericanos, ha confiado que “esta vez nosotros decidimos que no estuvieran ninguno en nuestra toma de posesión, como manera de manifestar nuestra liberación de las legendarias monarquías del mundo”.
Sin embargo, ha explicado que respeta al actual rey de España, Felipe VI, como su amigo, pero no como “ente dominador para América Latina y el Caribe”, tal y como sucedió en los siglos atrás.
“Las oligarquías siempre tratarán de conspirar contra la libertad de nuestros pueblos”, ha dicho el dignatario, para luego insistir en la necesidad de “defender los procesos democráticos y de liberación que se desarrollan en la región sin injerencia externa”.
El pasado 17 de agosto, Morales advirtió sobre las ofensivas que actualmente amenazan los gobiernos antiimperialistas en Latinoamérica, especialmente las que vienen de Washington.
Según expertos, la estrategia de comunicación política, aplicada por la derecha en contra de los gobiernos progresistas de América Latina, incluidos Brasil, Venezuela, Argentina, Bolivia y Ecuador, tiene detrás el financiamiento norteamericano, puesto que dichos países decidieron no seguir arrodillados ante un poder que se creía hegemónico.
En este sentido, el 10 de agosto,el presidente venezolano, Nicolás Maduro denunció planes conspirativos contra los Gobiernos latinoamericanos y señaló que están organizados desde EEUU.
El pasado 1 de agosto, el Foro de Sao Paulo (FSP) denunció que el “nuevo derechismo” de América Latina con una ideología neoliberal trata de llevar a cabo planes desestabilizadores en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil para poder controlar los principales recursos naturales de la región.
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