Por: Judith Hoffman
Con una amplio currículo y experiencia, Hortensia Jiménez Rivara es Ingeniera Química graduada en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y Master of Science en Desarrollo Energético Sustentable por la Universidad de Calgary, Canadá. Entre 2012 y 2016 fue viceministra de Electricidad y Energías Alternativas del Ministerio de Hidrocarburos y Energía, y desde 2010 hasta 2012 estuvo al frente de la Dirección General de Electricidad.
Autora del libro La nacionalización del sector eléctrico en Bolivia, ha sido docente investigadora en el Instituto de Investigaciones de Procesos Químicos de la UMSA y consultora internacional de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) y del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Actual directora general ejecutiva de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN), cargo que desempeñó entre el 2017 y 2019, siendo interrumpido por el golpe de Estado de noviembre de 2019, concedió una entrevista exclusiva a Correo del Alba para hablar acerca del uso de la energía nuclear en Bolivia, un tema que requiere ser entendido por la población, beneficiaria directa toda vez que los proyectos en curso estén consolidados.
Judith Hoffman (JH).- ¿Cuándo comienza el uso de la energía nuclear en Bolivia?
Hortensia Jiménez (HJ).- En la gestión del expresidente Evo Morales, en 2014, se dio inició al desarrollo del Programa Nuclear Boliviano (PNB) para el uso pacífico de la tecnología nuclear en diversas áreas del desarrollo nacional. Como antecedente, señalamos que, en 1960, se creó la Comisión Boliviana de Energía Nuclear (Coboen), con actividades enfocadas en la minería de uranio y en el área de salud, sin embargo, desaparece y las actividades de tecnología nuclear en el país durante las siguientes décadas son casi inexistentes.
La Agenda Patriótica del Bicentenario 2025 estableció el pilar para la consolidación de la soberanía científica y tecnológica con identidad propia, promoviendo el despertar de sectores vitales para fortalecer el crecimiento de Bolivia, convirtiendo la tecnología nuclear en instrumento de desarrollo en el área industrial, ambiental, minero, pero sobre todo científica y tecnológica, construyendo una Comunidad Científica Nacional.
El PNB cobró fuerza con el DS 2.654, del 20 de enero de 2016, donde se declara de carácter estratégico y de prioridad nacional, con la ejecución e implementación en todas sus etapas, componentes y aplicaciones, cuyo objetivo es potencializar los avances científicos y tecnológicos en el país, empleando la tecnología nuclear con fines pacíficos, para construir una cultura científica-tecnológica inclusiva con aplicaciones para la salud, agroindustria, ciencia y tecnología, además de la formación y capacitación de recursos humanos.
Con estas medidas Bolivia inicia el cierre de las brechas de las diferencias tecnológicas nucleares con los países de la región, quienes en su mayoría llevan décadas en su utilización.
JH.- ¿Qué tareas le ha encargado el Estado Plurinacional de Bolivia a la ABEN?
HJ.- La Agencia se crea el 9 de marzo de 2016, con la misión de implementar el PNB y las políticas en materia de tecnología nuclear. Es el brazo operativo del Estado para el desarrollo de programas y proyectos, prestación de servicios, promoción y el desarrollo de investigación en el campo de la ciencia y tecnología nuclear. Se nos ha encargado la construcción, equipamiento, capacitación/formación de recursos humanos y funcionamiento de dos proyectos importantes: la Red de Centros de Medicina Nuclear y Radioterapia (CMNRyR) y el Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (Cidtn).
El Cidtn está ubicado en la ciudad de El Alto y tiene tres grandes instalaciones tecnológicas; el Complejo Ciclotrón-Radiofarmacia-Preclínica, cuyo fin es el de contribuir a mejorar los servicios de salud mediante la producción de radiofármacos para el diagnóstico, tratamiento del cáncer y otras patologías, así como el desarrollo de la investigación científica con radioisótopos y estudios preclínicos; el Complejo Multipropósito de Irradiación Gamma, que contribuirá con la seguridad e inocuidad alimentaria, al incremento de la productividad agroindustrial, exportación y conservación de alimentos, mejoramiento de semillas y control de plagas; y el Complejo del Reactor Nuclear de Investigación, que contribuirá al desarrollo científico y tecnológico mediante la formación y entrenamiento de especialistas, servicios analíticos e investigación en los campos de la industria, ciencias ambientales, físicas, químicas, hidráulicas, mineras y de materiales, entre otras.
Tenemos una gran expectativa en el Cidtn, porque ampliará las posibilidades de exportación de productos de los hermanos productores del campo, además de que ya no dependeremos de la importación de radiofármacos para la atención de pacientes de oncología; junto a ello, con el reactor nuclear podremos avanzar en la industrialización de minerales no tradicionales.
Las CMNRyR están ubicadas en las ciudades de La Paz, El Alto y Santa Cruz, y contribuirán a la atención integral y con tecnología nuclear a los enfermos de cáncer, dándoles respuestas en diagnóstico, tratamiento y monitoreo de la enfermedad al contar estos centros con un área de Medicina Nuclear para diagnóstico, equipada con un PET/CT: (Equipo Hibrido de Tomografía por Emisión de Positrones), un SPECT/CT: (Equipo Hibrido de Tomografía Computarizada de Emisión Monofotónica) y radiofarmacia. Para la etapa de tratamiento contará con un área de Radioterapia con dos Aceleradores Lineales en cada centro, Braquiterapia de Alta Tasa de Dosis (HDR), Tomógrafo Simulador (TAC) y el Área de Quimioterapia, equipada con una bomba de infusión volumétrica, tensiómetro de pared, sillón de quimioterapia y áreas de fraccionamiento y farmacia.
El aporte de la Red será de alto impacto en la mejora de la atención a enfermos de cáncer, pues incrementará exponencialmente la capacidad de atención tanto en número de pacientes atendidos como en la calidad de la atención.
Ambos proyectos incorporan la capacitación y formación de recursos humanos especializados. El Estado, a través de la ABEN, está becando a 260 jóvenes bolivianos y bolivianas para formación de tecnicatura, maestría, especialidades y subespecialidades médicas, como asimismo en el ámbito de la ciencia y la tecnología nuclear, para que sean ellos los que operen y desarrollen investigación científica en las instalaciones mencionadas.
Hasta el año 2019 la ABEN ha becado a más de 110 jóvenes bolivianos y bolivianas en diferentes áreas para la capacitación y formación en aplicación de la tecnología nuclear en salud, agricultura, radiofarmacia, entre otros.
En función a los cronogramas de puesta en marcha a operaciones de la red, tanto del CMNyR y el Cidtn, se continuará con las convocatorias para que los jóvenes con vocación técnica científica y de salud se postulen a las becas.
JH.- ¿Cómo incidió la paralización de estos proyectos en el Gobierno de facto?
HJ.- Claramente el golpe de Estado que se produjo en noviembre 2019 trajo consigo la paralización del PNB. Desgraciadamente la política del Gobierno de facto fue paralizar obras y procurar entregar los proyectos a manos privadas. Con el retorno a la democracia y la retoma de la administración de la institución, se evidenció que la ineficiencia administrativa fue la gran barrera del Gobierno de facto para no concretar sus objetivos de cierre y privatización de los proyectos.
Para el Proceso de Cambio, las políticas de desarrollo soberano durante la gestión 2020 fue un año perdido en cuanto a la implementación del PNB. En esa gestión ya debían estar listos y en operación dos de las tres componentes tecnológicos del Cidtn: el Complejo Ciclotrón-Radiofarmacia-Preclínica y el Complejo Multipropósito de Irradiación Gamma. La Red de Centros debía atender pacientes desde junio de 2020 en La Paz, El Alto y Santa Cruz, cuestión que no se hizo, con los consiguientes perjuicios en la atención de enfermos de cáncer.
Asimismo, fueron perjudicados más de 80 becarios que, con la paralización de los proyectos, se vieron imposibilitados de incorporarse a las fuentes laborales para las que fueron capacitados.
Desde diciembre 2020 se ha trabajado intensamente en lo administrativo para reactivar los proyectos, pues los incumplimientos contractuales heredados del Gobierno de facto, como pagos retrasados, planillas impagas, equipo abandonado, ocasionaron desconfianzas en las empresas contratistas, que fueron superadas en un corto tiempo.
“Esperamos avanzar en la conformación de una comunidad científica nacional que permita lograr que nuestros científicos den soluciones tecnológicas a las necesidades de desarrollo del país”
Al margen de lo económico y administrativo, que por supuesto es importante, considero que lo más grave que ocasionó el golpe de Estado en la red de CMNyR es que paralizó una obra prácticamente lista para ser entregada. Cuántas vidas se hubieran salvado si no se paralizaban las obras y se cumplía con el cronograma establecido; cuántas familias seguirían en compañía de sus familiares. Claramente al Gobierno golpista no le interesaba la vida ni la salud de los bolivianos.
JH.- ¿En qué están trabajando actualmente?
HJ.- Una vez que el país retornó a la democracia, y por encargo del presidente Luis Arce, retomamos nuestros trabajo, incorporamos rápidamente a la mayor cantidad de becarios posible a la ABEN y, a medida que se han ido resolviendo los problemas administrativos, se están ejecutando los proyectos de manera responsable, de acuerdo con los intereses del Estado.
Ahora bien, en lo que va del año ya se hizo una convocatoria para becas en Física Médica y se está preparando nuevas convocatorias para becar a más bolivianos y bolivianas en Tecnología Nuclear.
Se ha retomado convenios interinstitucionales a nivel nacional e internacional para la aplicación de la tecnología nuclear en diferentes áreas de la economía y la investigación científica.
Una buena noticia es que ya se tiene coordinado con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) su apoyo y acompañamiento para la concreción de la puesta en marcha de las instalaciones tecnológicas programadas para este año.
De la misma forma, estamos en los últimas actividades técnicas y administrativas para el inicio de la atención en el Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia de El Alto y que los enfermos del cáncer tengan una atención con el mejor equipamiento y con especialistas bolivianos, enmarcados en las políticas de salud del país. Se tiene previsto atender a los pacientes de los diferentes seguros sociales a corto plazo, como a pacientes del Seguro Universal de Salud (SUS), pacientes del Plan de Lucha Contra el Cáncer y pacientes privados.
JH.- ¿Con qué personas capacitadas se cuenta para trabajar en los proyectos de la ABEN?
HJ.- Hasta hace poco, los recursos humanos capacitados en tecnología nuclear eran prácticamente inexistentes en Bolivia, ya que especialistas como médicos nucleares y radioterapeutas son muy requeridos tanto a nivel nacional como internacional. Por esa razón, la Agencia inició un ambicioso programa de capacitación y formación de jóvenes profesionales, en el marco de los contratos suscritos con las empresas encargadas de la construcción y equipamiento de los dos grandes proyectos de la ABEN.
Cumpliendo con las funciones que se nos encargaron, hemos gestionado la capacitación y formación de estudiantes y profesionales en Universidades e Institutos especializados en Energía Nuclear. Para que la operación de todos los equipos sea segura, esta capacitación y formación se ha realizado –y se viene realizando– en Argentina, Uruguay, Canadá y la Federación de Rusia.
JH.- ¿Qué perspectivas tiene la ABEN?
HJ.- Con esta infraestructura tecnológica, proyectamos contribuir con servicios al sector agrícola y exportador, lograr la autosuficiente en la fabricación nacional de radiofármacos, favorecer a la industrialización de minerales no tradicionales e incorporar infraestructura especializada para enfermos cáncer y patologías en cardiología y neurología.
Con la formación de recursos humanos altamente especializados esperamos avanzar en la conformación de una comunidad científica nacional que permita lograr, en el mediano plazo, que nuestros científicos den soluciones tecnológicas a las necesidades de desarrollo del país, que ha sido el objetivo desde un comienzo.
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