Puntualizó la imposibilidad de visualizar un régimen socialista, con estas palabras: “Por un lado, existe un proletariado minoritario demográficamente e inexistente políticamente. No se construye socialismo sin proletariado”. En segundo lugar, “el potencial comunitarista agrario y urbano está muy debilitado. En los últimos 60 años, se ve un retroceso de la actividad comunitaria productiva y erosión de los lazos comunitarios. Sigue habiendo comunidad pero ésta ha implosionado internamente en estructuras familiares. El potencial comunitario que vislumbra la posibilidad de un régimen comunitarista socialista en el buen sentido del término pasa por potenciar las pequeñas redes comunitaristas que aún perviven y enriquecerlas. Esto permitirá en 20 ó 30 años poder visualizar una utopía socialista”. En artículo escrito en “Le Monde Diplomatique”, edición boliviana, enero de 2006, AGL dijo en forma previa: “El CAA es la manera que se adapta más a nuestra realidad para mejorar las posibilidades de las fuerzas de emancipación obrera y comunitaria a mediano plazo”.
El 07-02-10, AGL, al indicar que el país logrará su despegue económico por la ruta del “Socialismo Comunitario” (SC), afirmó que “el capitalismo es un Estado de camarilla… y un suicidio lento, capaz de matar, destruir, con tal de generar ganancias…El capitalismo “explota el trabajo de la mayoría. Se desarrolla subordinando los componentes de la vida” y promueve “el desarrollo ilimitado de la ciencia para beneficio ilimitado de unos pocos” (“La Prensa”, 08-02-10). Insistió en que el capitalismo significa “el endiosamiento del lucro, el individualismo, el racismo, la actitud depredadora con la naturaleza y la cosificación. Estamos obligados a construir un socialismo comunitario”, dijo, tras considerar (que la tarea) “podría llevar siglos” (“Cambio”, 08-02-10).
Hace diez meses, AGL sostenía que no se construye socialismo sin clase obrera. ¿Qué milagro ocurrió para que en ese lapso la des industrializada Bolivia genere un proletariado capaz de dirigir tareas socialistas? ¿Cómo fue posible que en tan corto tiempo las comunidades estén listas para conducir al país al socialismo? ¿No había que esperar 20 ó 30 años para visualizar esa utopía? Hace diez meses, ¿AGL ignoraba que el capitalismo es un suicidio lento, capaz de matar y destruir con tal de obtener ganancias, para añadir que subordina los componentes de la vida y, además, endiosa el lucro, el individualismo y el racismo? Por el contrario, si conocía estos antecedentes ¿por qué planteó con tanta seguridad el CAA, el cual, a su juicio, “es el que mejor se adapta a nuestra realidad, pese a ser una lacra para la humanidad”? Admitamos, sin embargo que AGL se ha vuelto más prudente: Antes confiaba en el éxito del CAA a mediano plazo. Ahora dice que el socialismo comunitario triunfará en el mundo entero al cabo de varios siglos. En consecuencia, nadie le pedirá cuentas de sus nuevas elucubraciones.
El rectificar errores es una importante virtud del ser humano, aunque no es lo mismo el exponer teorías desde la cátedra universitaria, donde apenas se necesita borrar el pizarrón para rectificarlas, que lanzar ideas programáticas que deben asimilar los pueblos, ya que se juegan sus destinos. Si esas ideas cambian de modo radical, es obligación del gobernante, por un mínimo de honestidad intelectual, explicar por qué cambiaron sobre todo en temas esenciales. El agravante reside en que AGL suele tratar de ignorantes y majaderos a quienes discrepan de sus puntos de vista. ¿Ahora llamará ignorantes y majaderos a quienes convenció que el CAA era la mejor solución para el país?
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