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El organismo multinacional readmitió a Bolivia como miembro de la Convención Única sobre Estupefacientes, al aceptar el masticado de coca, costumbre que forma parte de la cultura del país y es defendida en su Constitución.
“Es una victoria de nuestra cultura, nuestros pueblos indígenas y movimientos sociales. Se corrige un error histórico después de casi 50 años. La coca en su estado natural no es droga, y eso se reivindica con la readmisión de Bolivia”, celebró el viceministro boliviano de Coca y Desarrollo Integral, Dionisio Núñez, al conocer la noticia, según informó la agencia de noticias DPA.
El gobierno de Bolivia anunció a mediados de 2011 su retirada la Convención Única sobre Estupefacientes, firmada por 184 países en Viena en 1961, y la hizo efectiva en enero del año pasado, debido a que su artículo 49 veta el mascado de coca, llamado “acullicu” o “pijcheo”, con el argumento de que esa planta contiene los alcaloides base para fabricar la cocaína.
Seis meses después, las autoridades bolivianas solicitaron
reincorporarse a la Convención antidroga con la salvedad de que el “acullicu”, una práctica arraigada entre sus sectores sociales, campesinos e indígenas y defendida en la Constitución promulgada en 2009, fuera aceptado por los países firmantes.
El 10 de enero de 2012 se abrió el período de doce meses para que los países miembros de la Convención expresaran su objeción a esa petición.
Estados Unidos, Rusia, Canadá, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Suecia, Finlandia, Portugal, Israel, Japón y México se opusieron al pedido pero las objeciones no alcanzaron para impedir el retorno de Bolivia a la convención antidrogas, ya que para ello eran necesarios 62 vetos de los 184 miembros.
El plazo para la presentación de objeciones concluyó la pasada medianoche (hora de Nueva York), por lo que el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, aceptó el depósito del instrumento de acceso de Bolivia a la Convención junto con la salvedad realizada por las autoridades de La Paz, que entrará en efecto el próximo 10 de febrero, informaron voceros de la organización, según reportó la agencia de noticias EFE.
“Es la primera vez que un país ha hecho eso (salir y lograr
readmisión). Fue exitoso para Bolivia porque retornará bajo otras condiciones, eso al final puede debilitar a la convención de 1961 y las convenciones internacionales”, comentó el embajador británico Ross Denny.
Ante la vuelta de Bolivia a la Convención, el gobierno boliviano y organizaciones sociales y cocaleras organizaron para el próximo lunes una jornada de “acullicu” en todo el país, con eje en las ciudades de La Paz y Cochabamba.
Por otra parte, el vicepresidente Alvaro García Linera anunció que Bolivia pondrá en marcha una “campaña pedagógica, de enseñanza” dirigida a los países que están en contra del “acullicu”, para que entiendan los motivos de la defensa de esta práctica.
Al respecto, reseñó que el “uso tradicional milenario” de la coca de forma ritual, cultural y medicinal en las culturas andinas se remonta al año 3.000 antes de Cristo.
El año pasado, el canciller David Choquehuanca realizó una gira por varios países para recabar el respaldo internacional al masticado tradicional de la hoja de coca, petición que también llevó el presidente Evo Morales a los foros internacionales en los que participó últimamente.
Bolivia produce 27.200 hectáreas de coca, según el informe de 2011 de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito.
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