Se acuerdan de movilizar a sus pueblos sobre estas necesidades justas y sentidas, que ellos mismos no fueron capaces de solucionar, cuando han usufructuado del poder al frente de los gobiernos que utilizaron a su exclusivo servicio y olvidándose de los demás.
Potosí es la cuna del famoso Cerro Rico que en su saqueo despiadado durante la colonia sirvió para enriquecer las arcas de sus invasores y a la corona Española y Europa, dejando atrás solamente miseria y desolación, es un cerro que pese al saqueo colonial, aún durante la republica sirvió para sostener su gula de acumulación a la oligarquía minero feudal boliviana.
Hoy mismo la minería sigue aún siendo un sostén muy importante para la economía del país, pero lo fuera más sí el gobierno se atreviera a revisar los contratos leoninos, que aún persisten con las transnacionales explotadoras de nuestros recursos minerales, como San Cristóbal a cargo de la japonesa Sumimoto y San Bartolomé de la canadiense Coer D´alene, hasta lograr su reversión al Estado Plurinacional, como una excelente forma de ir solucionando los problemas que inquietan al hermano departamento de Potosí, medidas importante que no aparecen en los pedidos y planteamientos del Comité Cívico de Potosí.
Transitoriamente el conflicto se ha solucionado con la firma de un convenio entre partes. Los potosinos dicen que triunfaron por que se hicieron escuchar con el gobierno, aunque no lograron un pedido especial de que Evo vaya a Potosí durante el conflicto o que asista a las negociaciones que se iniciaron y culminaron en la ciudad de Sucre, esta exigencia y la negativa olió más a un capricho de ambas partes. El gobierno dice que solucionó todos los pedidos, ¿por cuanto tiempo?, aún no se sabe.
En este conflicto mezclado de intereses populares y políticos, el pueblo potosino hizo su parte. La derecha, con sus aliados y algunos tontos útiles que nunca faltan, demostró su capacidad para movilizar, tergiversando sentimientos con su aparato mediático, explotando las necesidades de los pueblos. Y aquí tallaron también los enemigos externos del proceso a través de USAID y algunas ONGs, que no necesitan asistir con pancartas alusivas a las movilizaciones o bloqueos, por que ellos están presentes con “quinta columnas” infiltrados en algunas organizaciones de bases.
Quien no hizo su parte en forma eficaz y oportuna en el conflicto, fueron las áreas respectivas es decir los Ministerios, a quienes les correspondía dar respuestas inmediatas a las diferentes temáticas planteadas por los Potosinos en el conflicto.
Pero toda esa dejadez gubernamental, nace del alto gobierno, que entre otras cosas como su falta de organización y delegación de funciones y la necesidad imperiosa de dedicarse a percibir el sentimiento del pueblo que lo apoya masivamente. En este momento en que las instituciones del estado están abocadas, a la gran tarea de implementar las Nueva Constitución del País y una serie de leyes que implican la necesidad de explicación de las mismas al país ,se presentan una serie de dificultades y planteamientos, propias de una etapa de transición a un nuevo Estado Plurinacional y autonómico. El compañero Presidente debe estar en el país y ocuparse de los problemas prioritarios de la Nación y no dedicarse frecuentemente a viajar al extranjero, que si bien hay algunos compromisos que son importantes, pero hay que considerar que para eso está el Ministerio de Relaciones Exteriores, para que cumpla una serie de misiones donde no es imprescindible la asistencia del primer Mandatario.
El contacto del Líder del proceso con las bases es sumamente beneficioso al proceso, pero ese contacto no logra sus frutos, cuando el Compañero Presidente Evo asiste permanentemente a diferentes partes de la geografía nacional, a entregar pequeñas y medianas obras del gobierno, ya que el contacto consiste en escuchar a las autoridades de los lugares, con sus discursos de loas al c. Presidente y al proceso, y las bases sólo se quedan con el gusto de verlo al presidente y nada más.
Estas serie de obras en todo el país, bien las podría entregar alguna otra autoridad, con menos responsabilidad de estar analizando, estudiando los incontables problemas, y soluciones que implican estar al mando de la nación.
Lo óptimo seria que el c. Presidente Evo, en lo Internacional, asista a los eventos estrictamente necesarios a su presencia y en lo nacional, visitar todos los lugares del país, pero no sólo en actos televisados, sino a discutir, escuchar a sus partidarios y a sus votantes y así sentir el pulso no solamente de su entorno inmediato, que le dice lo que el quiere escuchar, sino de dar la oportunidad a todos los demás que expresen su verdadero sentir respecto a los momento políticos y a los destinos del proceso cambios.
El conflicto en Potosí, es una alerta temprana, para darse un baño de humildad y oír al pueblo. Mejor si está organizado y no en montoneras circunstanciales por prerrogativas de grupos o sectores, sino con conciencia política y de clase.
El imperio no duerme, permanentemente hace su trabajo azuzando a sus agentes criollos la burguesía nacional y la mejor manera de combatirlos, es profundizando este proceso de cambios, no con discursos sino en los hechos.
El Partido o movimiento en el gobierno, necesita un golpe urgente de timón, hay que reorganizar desde las bases y renovar direcciones acéfalas por que sus dirigentes han buscado pegas en el gobierno y los órganos partidarios de los Departamentos y Provincias, actúan con el “piloto automático” y eso es peligroso, y respecto a esto.¿DONDE ESTABA LA DIRIGENCIA MASISTA EN EL CONFLICTO EN POTOSI?, no para frenar el conflicto, sino para discutir y canalizar prontas soluciones y así evitar lo sucedido en Potosí,, dirigentes que brillaron por su ausencia por falta de capacidad organizativa y política.
La salud del proceso está depositada en una excelente gestión de gobierno, en la profundización de las medidas a favor de las mayorías nacionales y del país, en su camino de una verdadera liberación del imperio norteamericano y sus satélites europeos. Y eso exige gobernar con la gente que tenga conciencia política y revolucionaria y no con improvisados o reciclados de la derecha.
No acabó el tiempo de la confrontación, mientras haya burguesía apoyadas por intereses externos, y un gobierno que esté con las mayorías populares, habrá confrontación o mejor dicho seguirá habiendo la lucha de clases, esto no lo podemos ocultar. Potosí es una lección para saber escuchar de donde vienen los tiros.
José Justiniano Lijerón es ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana
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