de CIMM T & S, Ramón López, sobre la venta de la empresa de
administración fiscal
Chile: Cómo se privatiza la propiedad estatal del cobre en el siglo
XXI
• Las maniobras del presidente de la
Corporación, Felipe Montt (agente privatizador) para enajenar el
estatal Centro de Investigación Minero Metalúrgico –Tecnología y
Servicios.
• La vergonzosa colaboración de dirigentes
sindicales de la Confederación de Trabajadores Contratistas, CTC, y
la Federación de Trabajadores CIMM T & S, FENATRACIMM, para
“vender la prenda” contra los intereses de los trabajadores y el
país.
Por Andrés Figueroa Cornejo
La matriz de CIMM T & S es el Centro de Investigación Minero
Metalúrgico, CIMM, un centro de investigación cuprífero que nació a
fines del gobierno de Frei Montalva. Su creación fue iniciativa del
entonces, ministro Sergio Molina, en el contexto de la
“Chilenización” del metal rojo (51 % propiedad estatal,
1969).
CIMM surgió como una corporación de derecho privado con fuerte
respaldo estatal, con el objetivo de realizar investigación
tecnológica al servicio de la explotación cuprífera del país.
Durante el gobierno de la Unidad Popular cobró mayor fortaleza ante
la nacionalización del cobre.
El consejo de la empresa hasta la decisión y durante el
proceso de venta, está conformado por personas ligadas al gobierno
central, más el Instituto Chileno Minero.
EL ORIGEN DEL CIMM T & S
CIMM T & S se transformó en una Sociedad Anónima en 1997, y el
presidente del directorio fue Ernesto Tironi (hermano de
Eugenio).
En esa época, Ramón López, quien era presidente del Sindicato de
Santiago porque la Federación todavía no era una realidad, explica
que “ya entonces el objetivo de Tironi era vender la empresa. Pero
mucha gente que se formó en el CIMM histórico, pasó a CIMM T &
S. Se trata de una columna de técnicos y profesionales con gran
sentido de identidad y equipo que se resistieron a la venta.”
De este modo, se vive un nuevo impulso de la empresa. Llega a haber
2.400 trabajadores. Es la época dorada de CIMM T & S. Se
realizan servicios a las mineras Escondida, Collahuasi, Codelco,
Andina, Pelambres, El Teniente, y otras. Bajo esa administración se
alcanzaron utilidades significativas.
UNICO OBJETIVO: VENDER RÁPIDO Y CONTRA LOS BENEFICIOS E INTERESES
DE LOS TRABAJADORES
Ramón López, ex presidente de la FENATRACIMM, recientemente
removido de su cargo y convertido en un director sindical más por
oponerse a los procedimientos de la privatización, cuenta lo que
podría ser calificado de un verdadero “manual” de cómo vender
propiedad estatal del cobre en Chile bajo un gobierno civil.
-¿Quién es Felipe Montt, número uno de la dirección de CIMM T &
S?
“Cuando supe de la incorporación de Felipe Montt como presidente
del directorio de la empresa, busqué antecedentes que lo perfilan
como un franco “liquidador”, especialista en venta y compra de
empresas como el Scotiabank, Telefónica y por estar ligado al
llamado “robo del siglo” o “caso Chispas”. En el gobierno de Frei
Ruiz Tagle, como Endesa (ENERSI) quería ampliarse, se asoció
con Endesa España que pretendía –y bien le ha ido- controlar la
electricidad en Chile. En el directorio de Endesa, Felipe Montt
representó las acciones de una AFP, que correspondían al 32% de la
firma, entonces estatal. En ese contexto, en 1997 ocurrió que José
Yuraszeck (ex militante de Patria y Libertad) junto a sus ex
socios en Enersis, Marcos Zylberberg, Luis Fernando Mackenna,
Marcelo Brito, Arsenio Molina y Eduardo Gardella, y Carlos Cáceres
fueron acusados de fraude por la venta del paquete
controlador del holding eléctrico a Endesa España. A raíz de esta
acus
ación, los socios estratégicos se vieron obligados a pagar
unos US$ 75 millones en multas. Básicamente, el fallo sostiene que
los ejecutivos usaron sus cargos directivos en beneficio propio
“infringiendo la transparencia del mercado de valores y ocultando
información a los restantes directores y accionistas de las citadas
compañías”, según la Superintendencia de Valores y Seguros.”
-¿Qué hizo usted como máximo representante sindical cuando conoció
el historial de Montt?
“Como presidente de la FENATRACIMM convoqué a los trabajadores y
tomé contacto con el presidente de la Confederación de Trabajadores
del Cobre (CTC), Cristian Cuevas, antes de las Fiestas Patrias de
2010 para que nos apoyara y porque somos parte de la CTC. Como la
empresa se encontraba en proceso de negociaciones colectivas, todos
pensábamos que luego de ellas vendría la privatización. Así
fue.”
-¿Cuáles fueron los fundamentos de la privatización?
“El argumento de la gerencia para privatizar CIMM T & S
es que la empresa tiene muchas perspectivas de crecimiento, pero no
hay capital para enfrentarlas y el Estado no piensa ponerlo.
Felipe Montt dijo que la rentabilidad era súper baja, por
tanto no había plata. Hoy la corporación vende US$66 millones de
dólares anuales y tendría posibilidades de llegar a los US$100
millones de dólares anuales. ¿Por qué se privatiza una entidad de
administración estatal que no sólo obtiene buenas utilidades, sino
que tiene muy buenas proyecciones? Ese es el típico fundamento que
se ha utilizado para enajenar toda la propiedad estatal desde el
régimen militar. Pero pasa que muchos dirigentes sindicales
plantean que es muy difícil sostener la no privatización en las
faenas porque los trabajadores no tendrían ‘sentido de pertenencia’
con la empresa porque se labora mediante licitaciones que nunca
superan los cinco años. No existe conciencia entre la mayoría de
los trab
ajadores, ni en los mismos dirigentes sindicales de mantener
en el Estado la compañía.”
EL ACUERDO MARCO (A.M.)
-¿Qué hicieron para defender a los trabajadores de los efectos de
la privatización?
“En una reunión con Cristian Cuevas, después de las celebraciones
de septiembre, decidimos formular un Acuerdo Marco (A.M.) del lado
de los trabajadores, para no esperar sentados la ofensiva
privatizadora. Este acuerdo lo firmó también el Sindicato de
Profesionales. Sin embargo, cuando teníamos casi listo el Acuerdo
Marco, la empresa nos llamó el 7 de octubre donde se nos comunicó
la enajenación de CIMM T & S. A la misma hora que Felipe Montt
nos informaba a los dirigentes sindicales, en todas las locaciones
de la compañía se convocó a los trabajadores para decirles lo
mismo. Fue una estrategia de información paralela.”
-¿De qué se trata el Acuerdo Marco?
“Nuestro Acuerdo Marco señalaba es sus partes más importantes que a
los trabajadores se les entregara un bono anual por concepto de
gratificaciones; la implementación de un tarifado de acuerdo a los
cargos; y la extensión de los beneficios conquistados en las
negociaciones colectivas para los nuevos trabajadores después de la
propia venta de la empresa. Otros aspectos del A.M. tenían que ver
con seguros de salud, infraestructura, capacitación. Le agregamos
un bono de venta o transferencia de $6 mil millones de pesos (US$12
millones de dólares) a repartir entre todos los trabajadores. Es
decir, $3 millones de pesos por funcionario (US$6 mil dólares). Eso
lo acordamos como directorio sindical, sin que Montt lo conociera
todavía. Además, los dirigentes convinimos establecer condiciones a
quienes compraran CIMM T & S relativas a la estabilidad
laboral. De hecho la ley resguarda estas propuestas cuando se
enajena propiedad pública. Mi temor era que los nuevos
propiet
arios podían lanzar a la calle a la mitad de los trabajadores
en el curso de tres años y producir una rotación laboral con
salarios mucho más bajos. Por eso pusimos en el A.M. un tarifado,
esto es, que cualquier tipo de nuevo contrato debía ser bajo las
mismas condiciones, beneficios, sueldos y cargos que existían
antes.”
-¿Le presentaron el A.M. a Montt?
“Cuando le expusimos estos puntos, Felipe Montt dijo que ellos
significaban bajar el precio de la empresa. Ahí nos percatamos,
como un balde de agua fría, que los tiempos y las condiciones de la
venta las impondría Montt.”
LA NEGOCIACIÓN IMPOSIBLE
-¿Qué pasos siguieron?
“Para discutir todas estas cuestiones, queríamos que se instalara
una Mesa de Trabajo o de Negociación. Y le hicimos entrega del A.M.
a Montt antes de la primera quincena de octubre de 2010. Entonces
formamos un equipo de trabajo compuesto por la FENATRACIMM, El
Sindicato de Profesionales y la CTC dirigida por Cristian Cuevas.
De hecho, él (Cuevas) colocó en el equipo a dos periodistas y un
abogado. Allí diseñamos una estrategia cuya primera fase consistía
en instalar el conflicto en la opinión pública.
Como el factor comunicacional era muy importante, se plantearon
tareas concretas al respecto: Tomar contacto con la
Federación de Trabajadores del Norte, que agrupa a tres sindicatos,
realizar asambleas, entregar una carta en La Moneda con publicidad;
entregar otra al Ministerio de Minería; realizar una
conferencia de prensa en forma; publicar un número especial
de nuestra revista Enfoque Sindical. Asimismo, establecer una
fuerte alianza con los profesionales de la empresa, tomar
contacto con diputados y senadores de las comisiones de Minería, e
incluso con las empresas que querían comprar CIMM T & S, como
la transnacional canadiense SGS. Los objetivos principales eran
difundir nuestro Acuerdo Marco y provocar la constitución de la
Mesa de Negociaciones o Trabajo. Por su parte, el abogado acopiaría
antecedentes sobre las prácticas antisindicales de CIMM T &
S.”
-¿Qué frutos tuvieron las medidas acordadas?
“Rápidamente la estrategia comunicacional comienza a fallar. La CTC
empieza a relativizar las tareas resueltas. Yo les pido a los
periodistas que puso Cristian Cuevas que para la revista
entrevisten a América Hidalgo (joven dirigente de Rancagua) y a
José Mardones (PC y dirigente de Chuquicamata). Sólo entrevistaron
a este último. Asimismo, a Luciano Huerta, que era tanto tesorero
de la FENATRACIMM, como de la CTC, se le encomienda la labor de
reunir los recursos para financiar la campaña. Se determina cobrar
mil pesos por trabajador para estos fines (dos dólares). Pero
Luciano no hace bien su labor. Su gestión no esta a la altura de
los acontecimientos. Su pega se centra más en la CTC.”
-¿Y otros dirigentes?
“Por otra parte, el secretario de la Federación de CIMM T & S,
Miguel Santana, brilla por su ausencia en este proceso. Además,
Santana se declara abiertamente amigo del gerente de Recursos
Humanos de la empresa, Hugo Cataldo, que quiere privatizar.
Extrañamente, la negociación sindical que condujo Santana en Andina
fue una de las peores para los trabajadores en relación a las demás
negociaciones que tuvo la empresa (8 en total). Hugo Cataldo
(gerente de RRHH) ya había resumido su filosofía, diciendo que “Yo
te ayudo si eres amigo mío. De lo contrario eres mi enemigo”.
Felipe Montt ante las denuncias de que Hugo Cataldo había hecho
capacitaciones a una empresa de la competencia siendo
director de Educación y Gestión de una empresa ligada a CIMM T
& S, nunca se manifestó incómodo. En otro plano, estábamos muy
molestos con el gerente general de la empresa, Yanko
González, porque como trabajadores hicimos mucho para ayudarlo a
llegar allí. Mientras fue ge
rente general interino hubo buena sintonía con
nosotros.
Eso cambió cuando fue ratificado como gerente general de planta.
Yanko González nunca generó un proyecto de desarrollo de la
corporación con los trabajadores, y ese era el compromiso que nos
llevó a apoyarlo (con movilizaciones incluidas). Nos sentimos
traicionados.”
-Pero la planificación que hicieron ustedes no terminaba en lo
puramente comunicacional…
“La segunda fase de la estrategia para defender el Acuerdo Marco
era que si los trabajadores no se movilizaban, por lo menos lo
haríamos los dirigentes sindicales. Al respecto, nosotros
confiábamos mucho en la CTC y particularmente en Cristian Cuevas. A
tal punto, que se le pidió a él que encabezara las negociaciones
con la empresa, que él llegara a Felipe Montt para establecer la
Mesa de Trabajo. Sólo sabemos que se reunió con Yanko González,
pero nunca hubo informe alguno sobre eso. Paralelamente, los
periodistas de la CTC no publicaron por negligencia el Enfoque
Sindical que contenía nuestro Acuerdo Marco. Empezaron a ocurrir
cosas extrañas. Tuvimos que sacar nosotros mismos la revista.
Tampoco se hace la conferencia de prensa comprometida. Asimismo,
nos reunimos con los diputados Marco Espinoza y Guillermo Teillier,
a quienes les entregamos los antecedentes y ellos enviaron un
oficio al ministro de Minería. Lo mismo ocurrió con el presidente
del Partido Radi
cal Social Demócrata, José Antonio Gómez, quien también mandó
un oficio. Pero no pasó nada. Entonces le pedimos a los dirigentes
Luciano Huerta y José Mardones que hicieran un seguimiento del
trámite. Tampoco se hace esa labor.”
-¿Y la Mesa de Trabajo?
“Finalmente, Montt no aceptó la Mesa de Trabajo, y empleó la
maniobra de citar a todos en Antofagasta a fines de octubre.
Nosotros no asistimos porque lo que solicitábamos era una Mesa de
Trabajo. La reunión convocada por Montt tuvo como fin exponer
latamente su proyecto, para informar, no para negociar con los
trabajadores. Él buscaba la condescendencia de los dirigentes, pero
fracasó. Por otro lado, Montt no respondió formalmente a nuestro
A.M., entregado vía correo electrónico y por mano de algunos
profesionales. Después se realizó una nueva reunión en
Santiago, donde la FETRACIMM, por primera vez presenta un proyecto
propio. Aquí también ocurre algo extraño. Al presidente de
los profesionales asociados a la FETRACIMM lo remueven del cargo de
presidente, debido al acercamiento a nosotros, la FENATRACIMM, para
hacer la unidad y enfrentar juntos el proceso privatizador.
En la ocasión, Montt expuso otra vez su proyecto.
Los trabajadores hicimos lo propio y él quedó de respondernos en
una semana. No cumplió con el plazo, y contestó después en una
reunión en Iquique que va a dar un bono de traspaso. No asumió la
extensión de beneficios ni el tarifado, y dijo que si los nuevos
propietarios echan personas se les “castigará” con una multa de un
40% adicional en las indemnizaciones, pero sólo los primeros 6
meses de la eventual nueva administración, e irá decreciendo
durante 18 meses hasta llegar a cero. También prometió dinero a los
sindicatos para paliar una deuda que tiene el sindicato de
Chuquicamata con la empresa (cuyo origen desconocemos), donde está
el dirigente José Mardones. Luego nosotros realizamos una
contraoferta basada en nuestras propuestas originales. Entonces
Montt aceptó que el bono de venta fuera pagado el 50% ahora, y la
mitad restante al año siguiente, pero con sus propios montos.
Nosotros replicamos denunciando la mezquindad, insuficiencia y poca
transp
arencia de su oferta, entre otras cosas, por las primas que
él se llevará por la privatización.”
-¿Y los profesionales de CIMM T & S?
“Nosotros habíamos tenido un buen entendimiento con el Sindicato de
Profesionales de CIMM T&S, con quienes estábamos unidos. Sin
embargo, los intentos de dividirnos siempre estuvieron
presentes.”
-¿Y de qué modo informan sobre estos acontecimientos?
“Todo esto los denunciamos en la revista Enfoque Sindical antes de
ser distribuida. El secretario de nuestra Federación, Miguel
Santana –que ahora está a cargo de llevar dinero a la CTC a través
de una OTEC (venta de capacitaciones)- se manifiesta en desacuerdo
con denunciar a Felipe Montt. Paralelamente, José Mardones me pide
también que quite el artículo dedicado a Felipe Montt donde se
habla sobre la deuda del Sindicato de Chuquicamata. Nosotros
empezamos a realizar asambleas porque sólo nos queda la herramienta
histórica de la movilización, a la cual también se niegan Miguel
Santana y José Mardones con pobres argumentos. Entonces se produce
un encuentro en Calama de la CTC a fines de noviembre, a la cual
asistimos, donde nuevamente se plantean contra las denuncias a
Montt y la realización de movilizaciones. Yo les digo que sólo se
puede negociar movilizados. Ahí se descubre la “máquina” y el
montaje al servicio de la venta bajo las condiciones de l
a empresa.
Ya tenían todo arreglado y a puerta cerrada. Luego hay una reunión
en Santiago el 1 de diciembre, donde la CTC paga el viaje en avión
a dirigentes que no habían participado en ninguna parte de este
proceso. Ahí “me hacen la cama”, y mediante una votación concertada
me sacan de la presidencia de la Federación, quedando sólo como
director sindical. Y mientras me remueven, la empresa actúa ‘de
hecho’, enviando cartas certificadas a los trabajadores donde les
informa los montos del bono de venta. Es decir, el negocio ya
estaba cocinado a espalda de los trabajadores. Únicamente quedaba
quitarme del medio. Al parecer, la CTC ya no tiene nada que ver con
los principios que la originaron. Se prestó para dividirnos en un
momento que debíamos estar más unidos que nunca. Yo no estoy
dispuesto a ser una extensión de los intereses de la gerencia de
Recursos Humanos.”
Diciembre 14 de 2010
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