“Piñera es un imbécil*, pero es capaz de hacer el trabajo”, le dijo Darío Paya a un diplomático norteamericano, según un cable de la embajada de Estados Unidos en Santiago [1] fechado el 17 de febrero de 2009. No era la primera vez que se refería en duros términos a quien terminaría convirtiéndose en el presidente que lo nombraría como embajador de Chile en la Organización de Estados Americanos (OEA).
La cercanía del ex diputado UDI con los funcionarios de la embajada estadounidense puede haber contribuido a su designación en el organismo con sede en Washington. Al menos en seis de los cables a los que tuvo acceso CIPER, Paya aparece citado como una de las fuentes mediante las cuales los diplomáticos se informan del acontecer político chileno. No es el único, por cierto, pero sí destaca por ser el más crítico del actual Presidente Sebastián Piñera.
En noviembre de 2005 es mencionado en un análisis político inocuo, pero el 19 de diciembre del mismo año, tras la derrota de Joaquín Lavín, se sincera con un funcionario diplomático (identificado como poloff, political officer) sobre el sentir de la UDI ante el escenario de una segunda vuelta entre Piñera y Michelle Bachelet.
De acuerdo al cable Nº 48249 [2] titulado “Elecciones en Chile: Bachelet y Piñera cerca”, Paya dijo que la UDI y sus partidarios no se estaban tomando muy bien la derrota de Lavín y que no les agradaba la idea de tener a Piñera en la Presidencia. A su juicio, el principal error de Lavín fue no tomarle el peso a la amenaza que significaba Piñera para la UDI y para la Alianza por Chile y sostuvo que ya en enero del año anterior era claro que el empresario correría hasta el final la carrera presidencial y no renunciaría para apoyar a Lavín, como había hecho en 1999.
Estas palabras fueron dichas en un año de especial tensión entre Renovación Nacional y la UDI, con el recuerdo fresco del caso Spiniak, en el medio del cual Lavín había presionado a Piñera para que renunciara a la presidencia de su partido. Con la derrota electoral aún muy reciente y la Alianza por Chile debilitada, Paya fue más allá y sostuvo que “Piñera se preocupa sólo de una persona: él mismo”.
Aunque reconoció que algunos partidarios de la UDI preferirían boicotear la elección antes que votar por Piñera, Paya se mostró confiado en que la mayor parte de ellos sí lo haría pues no había otra opción. Esto, porque pese a la “vieja mala sangre” y las “diferencias ideológicas”, RN y la UDI coincidían en que la presidencia de Piñera sería mejor para Chile que la de Bachelet. Sin embargo, después hay una frase de Paya que probablemente contiene un error, pues se lo cita diciendo que “él (Piñera) es el peor de los dos demonios”, pese a que el contexto parece indicar que quiso decir que era “el mejor de los dos demonios”, aunque un demonio al fin y al cabo.
La capacidad de Piñera de movilizar a la “maquinaria de la UDI y persuadir a los votantes de Lavín” era, a juicio de la embajada, un riesgo para Bachelet, a quien veían “lejos de tener una victoria asegurada”. De hecho, Piñera había logrado fichar a Lavín como su generalísimo para la segunda vuelta, mientras que, en una situación que se califica de embarazosa, Bachelet no había conseguido convencer a Soledad Alvear de ser la suya. Mientras Paya era la fuente de la embajada en la UDI, en la DC lo era Tomás Jocelyn-Holt, quien expresó sus “reservas” por algunas tendencias demasiado izquierdistas de Bachelet.
“LA VIEJA GUARDIA VS. EL MAGNATE”
Cuatro años más tarde, en febrero de 2009, las diferencias de Paya con Piñera parecían haber aumentado. En el cable Nº 192475 [1] titulado “Cómo la derecha chilena ve las elecciones: La vieja guardia vs. el magnate”, se describe a Paya como “un influyente líder político conservador a quien le preocupa la reputación que tiene Piñera como un ‘imbécil’ que desobedece las reglas”.
De acuerdo a la descripción del cable, en la derecha estaban fascinados por tener por primera vez un contrincante débil como lo era Eduardo Frei, pero no estaban muy entusiasmados con su propio candidato, Sebastián Piñera. Esto lo concluyen luego de hablar con el analista del Instituto Libertad Rodrigo Yáñez y con el dirigente de RN Samuel Valenzuela, que no dicen demasiado. A quien califican como el más abierto en sus críticas es a Darío Paya.
-(Paya) Lo describe (a Piñera) como alguien con un “gran ego” y le dice a Poloff que “Piñera es un imbécil, pero puede hacer el trabajo”. Piñera padece de la percepción de que compra su camino por la vida y desobedece las reglas que gobiernan a la mayoría de los chilenos. Los ejemplos son desde idiosincráticos (estacionar ilegalmente su helicóptero en una cancha municipal de fútbol) hasta graves (una multa de US$ 680.000 por uso de información privilegiada)-, se lee en el documento.
Luego el cable se pregunta si Piñera representa al centro y tras recorrer la historia política de su familia Demócrata Cristiana y su voto por el No en 1988, dice que siempre ha tratado de posicionarse como alguien de centro más que conservador. Sin embargo, cita a Paya diciendo que esa caracterización puede sonar vacía a los votantes, pues en Chile se identifica a la riqueza con la derecha y como millonario, “Piñera es definitivamente miembro del club”.
El cable termina así: “En 1999, (Frei) se benefició de la reputación de su padre, pero 10 años más tarde puede ser víctima de la fatiga de la Concertación. La suerte de Piñera es igualmente difícil de prever, aunque su estatus de millonario parece un tema de fondo: ¿Es Piñera el mesías que puede crear empleos y aislar a Chile de la tormenta financiera global? ¿O es el Judas corporativo que ha ganado sus 30 piezas de plata a costa de los consumidores chilenos que ahora viven una crisis económica? Una cosa es segura: si la Concertación pinta a Piñera como magnate codicioso, la Alianza apuntará de vuelta hacia Frei, quien fue un exitoso ingeniero por treinta años y se convirtió en socio de una de las empresas de ingeniería más grandes de Chile”.
EL SPARRING
Entre febrero y diciembre de 2009, muchas cosas habían cambiado en la relación entre Darío Paya y Sebastián Piñera. Tras decidir que no se repostularía a la Cámara de Diputados, Paya se sumó al trabajo del comando piñerista. Según La Tercera, fue el sparring del candidato para preparar los debates presidenciales y gestionó estudios de opinión (era uno de los dueños de la encuestadora Benchmarck).
Tras la elección, el nombre de Paya sonó para la subsecretaría del Interior, la Intendencia Metropolitana e incluso le habrían ofrecido ser el director de Comunicaciones del gobierno, cargo que habría declinado. Sí aceptó, en cambio, asumir como embajador en la OEA.
El acercamiento al piñerismo se nota en el cable Nº 239129 [3], que cita una conversación del 4 de diciembre de 2009, apenas unos días antes de la primera vuelta. En ese texto se le identifica como asesor de Piñera y dice que para él una derrota parece algo casi impensable. “Habló poco de la estrategia de campaña y en cambió discutió los desafíos que enfrentaría una administración de Piñera y la incertidumbre respecto a las parlamentarias”, dice el documento.
* La palabra atribuida a Paya en inglés es “jerk”, un adjetivo cuya traducción varía. Los españoles suelen usar “gilipollas”, pero también se utiliza como “imbécil”, “idiota”, “huevón”, “estúpido” u otros calificativos similares.
Artículo impreso de: CIPER Chile: http://ciperchile.cl
[1] según un cable de la embajada de Estados Unidos en Santiago: http://ciperchile.cl/wp-content/uploads/Cable-192475-La-vieja-guardia-vs.-el-magnate.pdf
[2] cable Nº 48249: http://ciperchile.cl/wp-content/uploads/Cable-48249-Elecciones-en-Chile-Bachelet-y-Piñera-cerca.pdf
[3] cable Nº 239129: http://ciperchile.cl/wp-content/uploads/Cable-239129-Elecciones-presidenciales.-voto-del-13.dic.pdf
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