Fuente: Terc3ra
El Miércoles 28 de Septiembre de 2016 se convirtió en un día histórico, para algunos y algunas…El INDEC volvió a presentar las estadísticas de pobreza e indigencia las cuales no se hacían públicas desde el año 2013. Para otros, fue solo una confirmación más de la pobreza, la indigencia, y falta de acceso a derechos básicos que se viven día a día en la mayor parte del país.
Según la Encuesta Permanente de Hogares que el INDEC hizo entre Abril y Mayo se determinó que 32,2% de los habitantes de los 31 grandes distritos urbanos no pudo acceder a los ingresos necesarios para llegar a afrontar la canastas básicas de alimentos y de los servicios esenciales. En la conferencia de prensa el equipo de técnicos a cargo del director Jorge Todesca explicó que “sobre una población urbana de 27,2 millones de habitantes, 8,77 millones se encontraban en estado de pobreza y 1,7 millones en condición de indigencia”.
Las regiones del país con mayor índice de pobreza son el Noreste, con un 40,1%; seguido por el Noroeste, con un 35,8%; Cuyo, 35,6%; Pampeana, 32,6%; Gran Buenos Aires, 30,9%, y Patagónica, 17,6%.
La última vez que el INDEC había medido la pobreza en 2013, el índice era del 4,7%. Cierto es que aquellas mediciones estaban muy cuestionadas desde el punto de vista técnico. Aún así, Mauricio Macri se encargó de dejar en claro que recién a partir de esta estadística, él podía hacerse cargo de llegar “a la pobreza cero”. Es decir, que no reconoce como propia la transferencia de recursos que se llevó a cabo desde que asumió la presidencia en Diciembre de 2015. Su plan de “sinceramiento” incluyó una fuerte devaluación, suba de servicios básicos, suba del transporte, finalización de la mayoría de los acuerdos de “precios cuidados”, quita de retenciones al agro y a la minería, entre otras.
Pareciera ser que el objetivo de “pobreza cero” está hoy más lejos que nunca.
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