Por: Marta Martin
La pobreza en Argentina aumentó 7,2 puntos en el último semestre y ya alcanza el 48,9%. Al abanderado del neoliberalismo ya le han hecho dos huelgas generales
Nada más llegar a la presidencia de Argentina, Javier Milei puso en marcha su motosierra de saqueo, ajuste y represión, provocando, entre otros problemas, una enorme recesión que se ha visto agravada por sus medidas de recortes y presiones económicas que han hecho que el poder adquisitivo y el salario mínimo de los argentinos caiga un tercio (34,1%) desde que asumió la presidencia.
El consumo masivo también se ha desplomado produciéndose en marzo la cuarta caída consecutiva, sobre todo en productos básicos como carne o leche.
El adalid del neoliberalismo y de la extrema derecha va ya por su segunda huelga general en estos 4 meses. Esta tuvo lugar el pasado 5 de mayo y fue encabezada por la Confederación General del Trabajo (CGT), las dos Centrales de Trabajadores de Argentina (CTA), y el conjunto de gremios que las integran. Una de las.principales razones del paro ha sido el rechazo a la llamada Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, conocida como Ley Ómnibus o Ley de Bases, que fue aprobada recientemente en la Cámara de Diputados y está en tratamiento en el Senado. En uno de sus artículos sobre la reforma de las condiciones laborales incentiva la contratación “en negro”. Hablamos de una Ley que pretende negar directamente el derecho de manifestación, demostrando, una vez más, que los gobiernos que sirven a la oligarquía, temen la respuesta popular a sus políticas y por ello preparan la represión.
Y todo ello mientras Milei realiza su tour al evento organizado por VOX los días 18 y 19 de mayo en Madrid y que reúne a líderes internacionales de extrema derecha en la convención “Europa Viva 24” a escasas semanas de las elecciones al Parlamento Europeo. Un acto militante que se sufragará a través de los bolsillos de todos los argentinos y argentinas, dejando claro que los ajustes y recortes llevados a cabo por la “motosierra” Milei se aplican solo a la clase trabajadora y a las clases populares argentinas, en un claro ejercicio de cinismo e hipocresía de quien en campaña electoral vendía acabar con todo gasto superfluo en el país.
Y es que Milei, como sus colegas europeos de extrema derecha, apoya la continuidad del bloqueo genocida contra Cuba, las medidas coercitivas ilegales y unilaterales e intentos golpistas contra Venezuela, la aventura guerrista de la OTAN, la escalada de provocaciones contra China y la política genocida del régimen israelí contra Palestina, alineando, así, la política exterior argentina a la de EE.UU.
Milei, el outsider de la política, que se ha hecho con el poder en Argentina gracias a campañas de fake news en redes sociales y al colaboracionismo de los principales programas televisivos argentinos, es un apologeta de la Escuela Austríaca, que ha degradado la política a unos niveles insospechados; tanto es así que la pobreza en Argentina aumentó 7,2 puntos en el último semestre y ya alcanza el 48,9%. Un porcentaje similar fue el que hizo que Menem se fuese en 1999. Lo que el ídolo de Javier Milei rompió en 10 años, a él le ha llevado solo 5 meses.
La popularidad de Milei se hunde, porque el propio presidente argentino ha tropezado consigo mismo y por eso se apoya cada vez más en la represión contra quienes alzan la voz contra la motosierra de la muerte. Milei pierde un punto de popularidad y apoyo al día en una sociedad que denuncia no haber vivido nunca un retroceso tan grande. La población argentina parece que comienza a despertar y quizá la caída de Milei no esté tan lejana como pudiera parecer hace un mes. Para ello será imprescindible que la sociedad argentina siga haciendo vibrar las calles contra quien pretende acabar con el Estado y por ende condenar a trabajadores y trabajadoras a la más absoluta de las miserias. Como reivindican las Madres de la Plaza de Mayo: ¡Ni un paso atrás!
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